Pesaro parte II

¡Hola a todos espero que cada uno de ustedes se encuentre muy bien!

El día de hoy les seguiré contando sobre mi paseo a Pesaro, la ciudad de la música, pues bien nos habíamos quedado en que había llegado ya al centro y que estaba viendo un poco de lo que se podía encontrar alrededor de la plaza principal de Pesaro por ende luego de estar caminando de un lado a otro, mi vista de águila (yo uso anteojos) vi a lo lejos un monumento que estaba seguro que se encontraba al lado del mar y fue entonces hacia  dicha dirección donde me dirigí, no sin antes encontrarme con algunos monumentos también que estaban por esta calle que está en uno de los laterales que los conduce desde la plaza principal de Pesaro.

Sin más preambulo empecemos entonces con la última parte de mi recorrido a Pesaro una ciudad pequeña pero cautivadora con muchas cosas que los va a dejar también muy interesados de querer conocerla. 

En esta oportunidad vamos a ver los siguientes puntos de mi visita en Pesaro:

• La Plaza principal de Pesaro.
• El Museo pequeño de Rossini
• El recorrido del centro al mar.
• El monumento della palla del pomodoro que esta en el mar.
• La Playa de Pesaro.
• El Puerto de Pesaro
• La estación de trenes para partir de Pesaro a Senigallia.

Pesaro la ciudad de las 4 M

Pésaro es también conocida como  la ciudad de las 4 "M": mar, montes, música y mayólicas. Hoy vamos a ver un poco más el tema de la música, iglesias y mar.

La casa del músico Giachino Rossini

Mientras caminaba por esas callecitas pintorescas encontré un edificio que me llamó bastante la atención sobre todo ya que tendía un cartelito que decía que era gratuito entonces sin pensarlo dos veces era momento de ver con que cosas me encontraba en este lugar. El lugar era bastante angosto y cuando entre vi que justo en una de sus fachadas que se encuentra como dándote una bienvenida se encontraba una proyección corta en idioma italiano y luego en ingles de un personaje nacido aquí en Pesaro.

Este personaje tiene el nombre de Gioachino Rossini y es de hecho en honor a él que uno de los teatros de Pesaro  lleva su nombre, este personaje citadino de Pesaro nació en esta ciudad un 29 de febrero de 1792 y falleció en Francia un 13 de noviembre de 1868, su reconocimiento se basa en sus óperas, tiene muchas obras conocidas internacionalmente entre ellas “el barbero de Sevilla” y es precisamente dentro de éste pequeño museo donde se puede encontrar una muestra de un puesto de un barbero de la época en la que Rossini empezó crear dicha obra.

 Y así queridos amigos, también les cuento que encontré unos auriculares con pequeñas pantallas donde podías escuchar algunas de las presentaciones hechas por Rossini, allí me quedé escuchando algunas que para serles sincero no entendí casi nada del italiano con el que lanzaban sus canticos, estos me hizo recordar a mis clases de italiano cuando hablamos en algún momento de lo complicado que es para lo no nativos de esta lengua entender su lenguaje, en fin de todas maneras música es música y el deleite de los sonidos no se los puede quitar nada ni nadie.

Algo que también me llamó la atención es que en ese momento había un grupo de hermanas religiosas que también estaban escuchando todo los audios que habían allí y una de ellas tenía un bolso que se notaba que era claramente de la región andina de donde provengo, se notaba que ese bolso era peruano y por un momento me dieron ganas de querer conversarle para saber cómo lo consiguió pero la vergüenza pudo más que yo así que cuando por fin me animé de valor ya era demasiado tarde ¡ya se estaban retirando del museo!

Mientras estaba aquí aproveché para pasar a la siguiente sala donde encontré que se tenían a la venta algunos souvenirs relacionados a Rossini, por otro lado encontré al fondo de esté un anuncio que decía “biglietería” por lo que pude deducir que había un ambiente donde se podía ingresar pagando un derecho de entrada, este ambiente se encontraba en el segundo piso de dicha casa que en sí fue la casa donde nació Rossini, en verdad les confieso que lo pensé dos veces para saber si ingresar o no, así que mejor decidí retroceder y continuar mi recorrido rumbo al mar con dirección al monumento del tomate que más adelante les voy a mostrar las imágenes.

La catedral de Pesaro: sus secretos de mosaicos

Mientras seguía caminando por estos lares, también encontré a la mano derecha de esta misma calle una pequeña iglesia que en verdad cuando la vi no note el rango que tenía solo me di cuenta cuando me iba acercando cada vez más y pude ver el letrero que se trataba de la mismísima catedral de Pesaro, que suerte la mía de encontrarla abierta, así con cámara en mano entré para ver qué cosas tenía este monumento religioso para poder compartirles.

Cuando ingresé a la catedral me pareció que contaba con un arte limpio, lo que más me gustó de su altar fueron los vitrales que se encontraban como parte de la decoración en su altar mayor, por otro lado hay algo que también me llamó la atención y fue la parte del piso donde encontré unas mayólicas de diferentes tamaños en la parte baja como a medio metro aproximadamente, en verdad no eran mayólicas sino más bien los mosaicos antiguos con los que había sido decorado el Duomo de Pesaro.

Si quieres ver, tienes que pagar 

No se podía ver mucho la belleza de los mosaicos ya que para ello había un anuncio que si querías verlas tenías que colocar un euro para que las luces la iluminarán por un lapso de sies minutos, además de encontrarse algunas audio guías en cuatro idiomas ¡menos en español! Para que conozcas más de la historia de la catedral de Pesaro, en verdad no puse ningún euro ni para iluminar el mosaico, ni para escuchar el audio guía así que sencillamente me puse a caminar por cada uno de sus naves laterales para ver con que cosas me encontraba.

Llegué a caminar hasta la parte central de la iglesia justo en la parte derecha de su nave lateral me pude encontrar con una especie de salón que claramente se veía que cumplía la función de una cripta para los sacerdotes de la iglesia, aquí les comparto la foto para que lo puedan conocer.

Eran varias lapidas que estaban los de la mano izquierda con los nombres de las personas o sacerdotes que habían fallecido y con sus restos descansando en paz en este recinto, a la mano derecha habían más lapidas pero estás se encontraban a diferencia de las primeras sin ningún nombre por lo que pude deducir que son para los próximos padres difuntos que quieran ser enterrados en la iglesia cuando les llegué el momento.

Recordando a una iglesia de Lima

Esto me hizo recordar también a mi querida iglesia de San Francisco en Lima, Perú donde también nosotros tenemos nuestras catacumbas y que son un atractivo fuerte de la ciudad capital y de su centro histórico y hoy en día también aún existe una pequeña cripta con los actuales padres franciscanos que piden como ultima voluntad ser enterrados debajo del convento, esto por lo que se es opcional y no es que todos los padres deban de optar por esta opción, al menos así es en Perú  y la verdad no sabría decirles si lo mismo sucede en Pesaro y en el resto de Italia ¡será motivo para seguir averiguando!

Cuando ya había salido de esta especie de cripta dentro de la catedral de Pesaro, mis ojos se iluminaron al máximo pues en ese momento me di cuenta que los mosaicos del piso de la catedral se encontraban iluminados ¡al parecer alguien había colocado sus monedas para que esto suceda! Estaba de suerte y empecé rápidamente a recorrer cada uno de estas estructuras con bordes de vidrio para poder leer más de las cosas que se podían encontrar en ella, grande fue mi sorpresa cuando encontré que estos mosaicos tienen un espacio de casi 600 metros cuadrados y que fueron hechos hace muchos años, para ser exacto desde el siglo VI hasta también influencias del siglo XIII.

Allí encontré también un anuncio con toda la información de lo que estaba relacionado a los mosaicos ya que les cuento que encontré un brochure en italiano con la historia de los mosaicos esto me ayudo a que me llevará una mejor idea de las cosas que iba a poder ver en esta parte de la catedral.

Las imágenes que se pueden ver representadas en estos mosaicos son desde arañas animales exóticos como la pava real y hasta uno centauros (esa combinación de la mitología entre un hombre y un caballo) que sorpresas la que se podía ver en la catedral de Pesaro ahora entiendo la razón por la que una de sus cuatro “M” la llevan gracias a la herencia de sus mosaicos.

Rumbo al mar de Pesaro

Era momento ahora de encontrarme con el mar de Pesaro y luego de haber terminado mi recorrido con la catedral continúe mi pase en línea recta, en el camino encontraba algunos restaurantes, hoteles, gente con sus bicicletas y algunas librerías donde ponían música de clásica como para acompañarme en mi trayecto.

El tomate de Pesara, un monumento cerca al mar 

El tiempo estaba pasando rápido y con ello mis ganas de llegar de una vez al mar, en ese momento vi que ya estaba cada vez más cerca de uno de los atractivos de Pesaro ¡El tomate! ¿Qué? Sí, el tomate o “pomodoro” en italiano, al menos así lo llamo yo ya que su creador se llama Arnaldo Pomodoro.

La esfera es imponente es en sí una fuente, es silenciosa y se encuentra como coronando el parque se localiza en frente del mar, esta obra data del año de 1998 y hoy en día también se encuentra una idéntica que fue digamos como la inspiración de esta en la ciudad de Roma, la capital de Italia, debido al apellido del escultor este monumento ha pasado a llamarse “la palla di pomodoro” en español esto significaría “la pelota de tomate” por último el parque en donde se encuentra esta escultura se llama “piazzale della libertad” o plazita de la libertad, así queridos amigos estaba ya frente al mar de Pesaro, en ese momento lo primero que hice fue acercarme para ver el color del mar y darles mi punto de vista al respecto.

Una playa pequeña y gratuita

Justo a la mano derecha del monumento al tomate van a poder encontrar una playa gratuita donde si bien no es muy grande pueden ponerse a descansar un poco si traen una toalla para que vayan tomando un poco de sol y sigan sintiendo la brisa del mar a lo lejos mirando a la derecha se veía un pequeño monte de color verde que le daba ese toque de estar con la naturaleza sin haber salido de la ciudad, aunque claro estas hermosas sombrillas también le daban una clara presencia humana al lugar un poco difícil de ocultar en Pesaro al igual que el resto de edificios que se encuentran por allí.

Relajarse viendo el color del mar 

Había en el mar muchas personas que se estaban bañando, adultos, jóvenes y niños y con ello mis ganas de seguir recorriendo el mar se iban incrementando en casa momento con más fuerza, lo primero que hice fue sentarme en una de sus bancas bajo la sombra y prender mi computadora y escribir un poco ya que me sentía inspirado aunque algunas personas me miraban y habrán estado pensando que hace ese loco en el mar con una computadora escribiendo ¡no me importa! Estaba en mi momento y punto, quería disfrutarlo y sentirlo.

Más al sur, más bello

El mar tenía un color que me maravillaba el color de sus aguas eran más limpias que las de la misma Rímini y eso que no nos habíamos ido tan lejos solo estábamos a unos 20 minutos de distancia en tren desde mi otra ciudad italiana, sin embargo no podía dejar de maravillarme de como las aguas de esta parte tenían sus tonalidades diferentes y entendía ahora sí lo que muchos me han dicho que cada vez que vas al sur las playas de Italia son cada vez más hermosas.

Escribir 

En ese momento entonces aproveché en ver sí había internet y fue entonces cuando no lo dude más y empecé a colgarme de la red para ver un poco mejor del mapa y vi que el puerto de Pesaro se encontraba hacia la mano izquierda por lo que entonces era el momento de seguir caminando, guarde mi computadora y empecé así mi recorrido.

Te extrañe querida bici 

Para mi buena suerte habían algunos arboles y también algunas bancas donde me podía sentar ya que como tenía mi mochila la verdad es que me moría un poco de calor y me sentía ya agotado por llevar la mochila, extrañaba tanto tener mi bicicleta para poder ir más rápido y sentirme libre como siempre me he querido sentir.

Vamos a conocer el puerto 

Mientras seguía mi recorrido por las calles pude seguir viendo casi lo mismo que encuentro en Rímini diferentes hoteles frente al mar, restaurantes con comida al paso además de sillas y bancas con vista al mar donde uno se podía sentar, inclusive también pase por un colegio cerca al mar antes de llegar al puerto.

En el puerto no encontré a muchas personas quizás porque ya era la hora de almuerzo así que me sentía en mi gloria era solo el puerto y yo.

Luego de este recorrido era momento de seguir continuando mi reocrrido así que lo hice fue hacer una parada en una de su bancas al costado de un caño de agua donde aproveché para poder llenar mi botella de agua con el que había venido y ya se me estaba acabando.

En el camino encontré un puesto de restaurante donde me compré una tradicional piadina con tomate al paso por cinco euros, justo también había quedado con una de mis amigas en encontrarme en la estación de trenes para poder irme después a Senigallia así que ya simplemente empecé a caminar sin tomar más fotos en este retorno, pasando exactamente por las mismas calles donde había estado.

Conclusión de viaje a Pesaro

Pesaro es un destino que esta a solo 20 minutos de tren de  Rímini y por tanto es un verdadero lujo tenerlo tan cerca de la ciudad por tanto no duden en conocerlo el presupuesto no excede de los siete euros en tre con el ida y vuelta y si se quieren algo para comer yo lo hice yo gastarían en total unos 11 euros ¡nada mal! para todo lo que ofrece Pesaro, por otro lado si tiene más tiempo también pueden continuar su ruta rumbo al sur como lo hice yo con destino a Senigallia, pero esto ya sera motivo de mi siguiente publicación.

Muchas gracias por leer estás líneas como siempre ¡gracias totales por leer cada uno de estos artículos que son un recuerdo de mis vivencias en Rímini y en Italia! y nos vemos en otra oportunidad ¡gracias a todos! 

¡Hasta pronto!!

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