Perú, una artesanía con profundo sabor indígena

Hoy os invito a viajar hasta Perú, un país cuya artesanía puede que sea menos conocida que la de otras latitudes, pero que estoy segura que os va a encantar. Como seguramente sabréis, se trata de uno de los países latinoamericanos donde la huella indígena sigue estando muy visible, y ello a pesar de siglos de colonización española sobre su territorio. Esa huella indígena, que se remonta hasta tiempos de los incas, se plasma de manera muy evidente en sus productos hechos a mano, que tienen una enorme variedad: podemos encontrar desde bolsos hasta cajas de madera del Amazonas, pasando por originales joyeros en calabaza. Verdaderamente hay piezas muy singulares que no podrías encontrar en otras latitudes.

Como productos marcados por la impronta indígena, están cargados de símbolos, que sus artesanos son capaces de seguir reproduciendo e interpretando a día de hoy. Se manifiestan, por ejemplo, en el caso de los tejidos. Lo que para nosotros no son más que motivos geométricos pueden en realidad ser la representación de antiquísimas divinidades, historias que se pierden en las noches de los tiempos  o animales endémicos de un determinado paisaje.

Otro punto a favor desde mi punto de vista de la artesanía peruana es que concede una gran importancia a las mujeres como transmisoras de estos saberes que mezclan la artesanía, la historia y el arte. Si bien es verdad que en muchas comunidades ellas siguen teniendo un papel secundario respecto a los hombres, no es menos cierto que hay ciertos sectores artesanos que dominan completamente, como es el caso de los tejidos. Una estampa muy habitual en las comunidades indígenas es ver trabajando a niñas, señoras y ancianas conjuntamente, en las puertas de sus viviendas, con telares de cintura y vestidas con sus coloridos trajes tradicionales. Una estampa que nos puede parecer muy turística y vistosa es, además, profundamente importante para el desempeño laboral de estas mujeres, que consiguen tener visibilidad pública y hasta sostener a sus familias gracias al trabajo con materiales, técnicas y productos heredados de sus ancestras. Así, al mismo tiempo, consiguen mantenerlos incluso en estos tiempos en los que parece que lo made in China es la nota dominante en el mercado. Si tienes la oportunidad de hacerte con algún producto peruano, no lo dudes, pues su sabor indígena te encantará.

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