Cosas que uno extraña estando lejos de Perú

Es cierto, cuando una está lejos de su país extraña la familia, amigos y comida pero cuándo naces en Perú te vas a dar cuenta que vas a extrañar otras cosas más que antes quizás pasaban inadvertido en tu vida diaria, como saben yo soy limeño y mis padres son provincianos así que soy parte de esa nueva Lima de todas las sangres que se ha ído formando en la capital del Perú, hoy que estamos de aniversario de mi querida nación muchos sentimientos vienen a mi cabeza aprovechando también que estoy un poco enfermo sin salir de mi casa y disfrutar del verano italiano de Rímini así que mejor trabajo que dejar que mis manos empiecen a compartirles algunas cosas de cosas que uno pensaba que jamás iba a extrañar estando fuera del Perú y que ahora lo extraño por momentos.

Italia es sin duda un país bello, hay muchas cosas por conocer y recorrer tiene un pasado que se muestra en su comida y en sus diferentes monumentos sin embargo, hay momentos en la que me siento que no encajo, pues claro si partimos por el idioma allí ya hay una diferencia, además del aspecto físico y del cambio de estaciones que se vive aquí que no tiene nada que ver con mi querida Lima gris que casi siempre para con su cielo “panza de burro”

Este artículo que les voy a convertir surgió gracias a que hace un par de días leí una publicación del diario El Comercio en la sección “Vamos” así que voy a intentar explayarme un poco más en cada uno de esos puntos para que ustedes también puedan conocer un poco de ese Perú que se vive en el día a día y que puede pasar de manera inadvertida hasta que estés lejos y lo empieces a extrañar como un loco calato.

Los Restaurantes al paso:

En Perú no existe un solo lugar en donde no se deje de comer bien ¿conoces alguno? Te reto a que me lo digas si conoces un destino de Perú en donde la comida no tenga un sabor espectacular, una vez el Chef Gastón Acurio uno de los chef más representativos del Perú mencionó que los mayores representantes de la gastronomía están en los mercados, y yo creo que tiene mucha razón.

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Ahora me quiero enfocar en mi Lima, cuando vayas al centro de Lima como por ejemplo por la avenida Tacna muy cerca de la iglesia las nazarenas vas a encontrar unos puestos al paso de anticuchos, con rachis y mollejitas que emanan un olorcito que te invita a querer comer todo lo que allí se prepara y no vas a querer irte sin al menos haber probado algún bocado.

Otro punto es la alameda de Chabuca Granda cerca a Palacio de Gobierno, pues bien, allí están los ricos postres limeños que seducen a cualquier que le encante el dulce como yo. Por si esto no fuera poco no hay como pasear por la zona del parque Kennedy (el parque de los gatos) donde puedes encontrar los puestos de dulces y buñuelos además de las sabrosas butifarras.

Cuando vivía en Barranco también recuerdo que en la esquina de mi casa había una carretilla de una señora que vendía su pan con pollo con papitas fritas y los fines de semana había una chica que vendía unos tamalitos de pollo o chancho para la elección del comensal, como pueden darse cuenta en Perú se come de maravillas y a precios para todos los bolsillos, no por algo la gastronomía es un factor que nos ha unido a pobres y ricos.

En Perú estamos tan orgullosos de la comida que todo lo que creamos es para tomarle una foto y colocarlo en un cuadro de museo para el recuerdo, y es que no exagero, créanme, en Perú se come muy bien.

El kiosco o bodega de la esquina:

Esos pequeños negocios donde puedes encontrar todo en un solo lugar y que muchas veces te saca de apuros para no irte al mercado o al lugar donde usualmente vas hacer tus compras, por ejemplo aquí en Italia lo que se me le asemejaría serían las Tabaccherias pero lo malo es que estas cierran en la tarde y después vuelven a abrir, en cambio en Perú no cierran y están abiertos casi siempre sobre todo en la hora de almuerzo o cena como cuando la familia quiere comprarse una gaseosa y manda a un niño a comprar una inca cola para servirlo en el almuerzo del día.

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Esto también me recuerdo a que cuando era niño mi mamá o mi papá (bueno, más mi mamá) me mandaba a comprar por momentos cosas que se olvidaba comprar en el mercado y allí simplemente en la bodega más cercana de mi casa que se llama Reynoso encontrábamos todo lo que queríamos, desde cosas para el colegio, para el aseo, para hacerte una recarga al celular, para comprarte dulces y hoy en día hasta para hacer transacciones bancarias y retirar o depositar dinero.

Las bodegas en Perú han tenido un giro en los últimos años que se han ido reinventando y siempre tenemos en nuestro barrio a nuestro casero que es quién nos provee de cualquiera de las cosas que quisiéramos tener en nuestro día a día, no hay duda que esto también es una de las cosas que extraño de mi cultura peruana.

El Clima

Aquí no me puedo enfocar en todo el Perú ya que tenemos una variedad de climas increíbles que parece ser un pequeño mundo colocado dentro de este planeta, me quiero enfocar en Lima, yo sé que a muchos Lima no les agrada mucho por tener casi siempre ese cielo de panza de burro pero ahora que me estoy achicharrando de calor en el verano Europeo no se imaginan cuanto pero cuanto lo extraño.

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El clima de Lima es húmedo quizás por eso no tenga tantos fanáticos pero a mí particularmente me encanta, además que los inviernos no son tan crudos como los de Europa por ejemplo, por otro lado uno puede salir con un chompa liviana y sentirse abrigado, mientras aquí en Italia tienes que estar recontra abrigado para salir por las calles.

Por otro lado, este caso de Lima de tener el cielo gris ha sido ventajoso para su arquitectura ya que le ha podido dar a Lima esa ventaja de tener sus fachadas de diferentes colores para poder hacer un contraste con ese cielo limeño “panza de burro”

Regatear precios:

En Perú los medios de transporte informal abundan por doquier, no importa si vas a una ciudad o a un pueblo, siempre encontraras un taxi, un tico o un colectivo en donde puedes hacer lo posible para pedirle una rebaja y si el viaje costaba 10 soles quizás te lo pueda dejar a 8 soles.

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Algo que no sucede en Italia y esto me recuerda cuando me tome un taxi en Venezia a inicios de año y me salió un ojo de la cara, con esa plata hubiera podido comer hasta dos semanas tranquilamente, mientras que lo que hubiera gastado en taxi en Perú me hubiera servido para dos días de menú económico en algún restaurante sencillo de la capital por ejemplo.

Eso sí extraño de mi cultura, pero al menos puedo decir que la necesidad que me ha dado la oportunidad de buscar otras alternativas como por ejemplo poder usar mi bicicleta y poder movilizarme con ella cuando me voy a la playa o cuando voy a la casa de alguien de mi universidad.

La música en el transporte público:

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Esto si me cuesta trabajo decirlo pero lo tengo que admitir, esa música bulliciosa que ponen las combis en medio del tráfico limeño te mantenía de alguna manera despierto hasta llegar a tu destino, se pasaba desde música actual hasta en algunas oportunidades la radionoticia, eso sí muy pocas veces, casi siempre se puede escuchar salsa, cumbia y reggeton como los preferidos por los conductores del volante y de su cobrador que siempre dice “pisaaa”, “dale”, “habla vas”, “avancen al fondo que hay sitio”, “pasaje con sencillo”

Las jergas:

Cada país tiene su idiosincrasia y sus códigos de poder expresarse allí tenemos por ejemplo a las palabras tan peruanas como “Habla causa”, “broder” entre otros más, algunas veces se nos escapan cuando hablamos con gente que también habla español pero que no es peruana, a mí por ejemplo se me escapa la palabra “chevre”.

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Aquí encontré una lista de algunas jergas peruanas que usamos a diario y que he tenido que ir disminuyendo cuando hablo español con amigos de otros países mientras estudio aquí en Italia:

• Aguja (estoy aguja) - no tengo dinero
• Asarse (me aso, se asa) - molestarse 
• Bacán (Qué bacán!) - Bueno, muy bueno
• Bamba - artículo falsificado o de mala calidad
• Bomba (me metí una bomba, qué tal bomba!) - gran borrachera
• Cocos (10 cocos, 50 cocos) - Dólar (US$) (moneda estadounidense)
• Cuero, Cuerito, Cuerazo - alguien con buen cuerpo
• Chambear - trabajar
• Chancón - estudioso
• Chapar - besar
• Chelas - cervezas
• Chibolo(a) - niño(a)
• Chochera, Chocherita - amigo, compañero
• Chusco - sin raza, sin educación
• Embalar (voy embalado, iba embalado) - ir rápido
• Estar en algodón (estoy en algodón, está en algodón) - Ser algo atractivo
• Franela, Franelero - adulador
• Florear - hablar mucho sin convencer
• Guachimán - vigilante
• Hacer la taba (me hizo la taba, te hago la taba) - acompañar
• Hembrita (mi hembrita, tu hembra) - enamorada
• Huevo (es huevo!) - fácil
• Huevo de plata (tiene un huevo de plata) - mucho dinero
• Jatear (me quedé jato, se quedó jato) - dormir
• Ladilla - alguien que molesta insistentemente
• Lo máximo - algo muy bueno
• Luca (una luca, dos lucas) - Sol (S/.) (moneda peruana)
• Manya! - mira!
• Misio (estoy misio) - sin dinero
• Misión Imposible - no tener dinero
• Papaya (es papaya!) - fácil
• Papear - comer
• Pata - amigo
• Pedir una jaladita - pedir un aventón
• Perucho - peruanito
• Picar (me picó, voy a picarle) - pedir prestado sin pensar en devolver
• Picarse (me pico, se pica) - resentirse, no aceptar el resultado de un juego
• Templarse - estar muy enamorado
• Quitarse (me quito, se quita) - Irse
• Reventar a alguien (lo reviento, me revienta) - golpear fuertemente
• Sacarse el ancho (me saqué el ancho) - golpearse muy fuerte
• Ser pilas - ser activo
• Ser sapo - ser curioso
• Ser corcho - ser tontito
• Ser menso - ser tontuelo
• Ser mosca - ser muy listo
• Ser una rata - no tener escrúpulos
• Tener un plancito - tener una cita romántica
• Tonear (voy a tonear, ir a tonos) - ir a una fiesta
• Tranca (es tranca!) - difícil
• Vacilarse (me vacilo, se vacila) - divertirse

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La cercanía a las playas:

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Esto va más que nada a mi querida Lima, y es que en tiempos de verano cuando el sol te pide que vayas a broncearte un poco, las opciones de playas que hay en Lima son simplemente un sinfín de abanicos, las hay en la misma ciudad como también en el norte y en el sur, yo no soy mucho de playa pero lo que si me gustaba era ir al menos una vez al año a poder tomar un poco de sol y mientras vivía en Barranco ir a la Costa Verde a poder ver el atardecer desde la parte alta es algo que te deja sin aliento.

Los precios:

Algunos peruanos podemos pensar que vivir en Perú puede resultar caro, sin embargo una vez que empiezas a recorrer alguito del mundo te das cuenta que el Perú es una meca perfecta para vivir cómodamente con poco dinero, por ejemplo aquí donde vivo pago un montón para comprarme un sencillo kilo de uvas en el supermercado, mientras en Perú el costo es de hasta dos veces menos.

Lo que me gusta del Perú y extraño es que también al haber tanta diversidad puedes ir donde tu casera y comprar medicina natural a muy bajo precio además de comprar una infinidad de tipos de papas, no por algo somos el país con más de 4 mil tipos de papas en todo el mundo, somos un país donde se respira papa hasta por gusto.

Los artistas de la Calle:

Si bien el arte en las calles es algo que se pueden encontrar en muchas partes del mundo, en Perú tiene un toque de originalidad que puedes darte cuenta fácilmente que dicha obra es 100% peruana, yo recuerdo con mucho cariño mis caminatas por el jirón de la unión en donde podía encontrar de todo un poco desde personaje único como el superman peruano, el perro con el viejito vestido con detalles andinos y los robots que se mueven cada vez que le colocas una moneda en su lata.

Como hemos podido ver el Perú está lleno de magia, el Perú es un destino en donde se respira tantas cosas y en donde se pueden hacer y vivir, sentir y llorar, el Perú es una caja de sorpresas es un paraíso que nos invita a descubrirlo cada día más y a no querer de dejar de recorrerlo puesto que cada rincón del  Perú es un lugar con mucha autenticidad, no lo dudes y ven a visitar el Perú estoy seguro que vas a tener una de las mejores experiencias de tu vida por que en Perú uno viene a encontrarse con uno mismo.

Espero que les haya gustado este homenaje a mi querido Perú y que pronto vengan a recorrerlo ¡muchas gracias por leer esta experiencia y nos vemos en otra oportunidad! Hasta la próxima muchachos. 

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