Brevísimo relato de mi viaje a Perú
Brevísimo relato de mi viaje a Perú
¡Hola a todas y a todos! Antes de continuar hablándoles de mis aventuras alrededor del mundo, quise darme un pequeño descanso de esa narración para contarles sobre otro viaje muy especial y sobre uno de mis países favoritos para visitar. Como no terminaría nunca de contarles todo lo que conocí en este maravilloso país, pues está lleno de lugares increíbles y de detalles que conquistan a cualquier viajero o viajera, prefiero ser breve y contarles no tanto sobre sucesos específicos del viaje, sino sobre la planeación del mismo y mi recorrido general.
Planeación
La verdad es que ya hace unos años que fue este viaje, pero aún recuerdo mucho de cómo nos organizamos. Fue en el año 2015, cuando yo estaba a punto de terminar la preparatoria y de entrar a la licenciatura, y para festejar este cambio de etapa nos propusimos hacer un viaje con mi madre.
Esta vez yo quería conocer algún país de mi continente (el continente americano), y más precisamente de América Latina, y a mi madre le pareció una gran idea. Y el país elegido llegó gracias a que mi abuelito veía muchos programas de documentales, y algunas veces me tocó ver junto con él algunos que trataban sobre Perú. En estos programas, yo veía que en relidad se trataban de los vestigios de una cultura muy antigua, como lo era la cultura inca y que era muy interesante entenderla en un concepto audiovisual , pero que esto sería en realidad todavía más fascinante de conocer “en vivo” y e n forma presencial.
Mi madre tuvo que hacer una investigación y hablar con su médico del asunto porque tiene problemas respiratorios y mala ventilación, y como estaríamos a una gran altura y en estos lugares disminuyen los volúmenes de oxígeno, pues tuvo el temor de que le ocurriera algo. Pero no, los consejos de su neumólogo fueron alentadores y esto la tranquilizó.
Como soy, y era más todavía en esos tiempos, gran fan de Mario Vargas Llosa, el Premio Nobel de Literatura peruano, me dieron ganas de conocer algún lugar que estuviera relacionado con él, si al fin y al cabo visitaríamos su país. Estuve investigando al respecto y entonces descubrí que Arequipa, su ciudad de nacimiento, era una joya colonial bellísima equiparable a mi natal Morelia, y entonces me dieron muchísimas ganas de ir ahí. Sin embargo, ya que Perú es un país bastante grande, vi que no había maneras fáciles de llegar desde los otros lugares que queríamos visitar hasta Arequipa, y eso empezó a desanimarme un poco.
Entonces me comuniqué con una agencia de viajes de nuestra confianza y... voilà... encontramos un tour perfecto de 13 días que visitaba Lima, Cusco, Arequipa y Puno.
Inicio de un viaje increíble
El día diecinueve de junio tomamos un vuelo de la Ciudad de México y llegamos a la ciudad de Lima en la tarde-noche. El tour que contratamos incluía que nos recogieran del aeropuerto y nos llevaran a nuestro hotel. Nos hospedamos en un hotel en la zona de Miraflores, uno de los barrios más “nice” y populares de la capital peruana.
Por la mañana nuestro viaje inició así: pasaron por nosotras para llevarnos a conocer el centro, pero en el trayecto íbamos al borde de la playa, de donde se veía un paisaje muy bello que invitaba a visitarlo y varias personas en parapente disfrutando de esta distracción en la playa y del bellísimo clima.
Esta es una plaza muy linda del centro de la capital:
Y este es uno de los parques más famosos de Lima, el parque de las aguas, lleno de fuentes bellísimas y que en las noches tienen espectáculos de luz en las aguas:
Un viaje increíble
Fue así como inició una aventura magnífica en uno de los países más bellos que he visitado, y al que sin duda volvería mil veces.
Ya les conté un poco de Lima, pero ahora, brevísimamente, les diré un poco sobre los otros destinos que visitamos.
Después de unos días en Lima, visitamos una de las ciudades más famosas del Perú, la colonial e impresionante Cusco, que para nuestra fortuna estaba de fiesta los días que llegamos. El nombre de esta fiesta de mediados de junio es el Inti Raymi, y su día más importante es el 23 de junio. Esta es una foto que tomé durante la fiesta de Cusco, y uno de sus personajes más importantes es este joven que representa al Inca, el gran señor (equivalente a lo que en el mundo occidental es un "rey") de esta magnífica civilización:
Lo único malo que puedo decir son dos cosas: la primera, que había tanta gente en las calles, nacionales y de fuera, que no se podía ni caminar; la segunda, que hacía un frío espantoso que penetraba hasta los huesos, pues junio para el hemisferio sur es el invierno (yo vine a enterarme cuando ya estaba ahí). Aquí una foto tomada desde uno de los miradores de la ciudad, en el barrio de los artesanos.
Muy cerca de Cusco, después de recorrer un trayecto en tren y diferentes trayectos en autobús, llegamos a una de las siete maravillas del mundo y uno de los paisajes más impresionantes que he visto en toda mi vida: Machu Picchu. De este lugar no puedo decir nada malo, pues ni siquiera me pesó el tener que caminar tantísimo de subida y luego de bajada para ver esta magnificencia de lugar.
El lago Titicaca, en cuya ciudad costera de Puno nos hospedamos, fue nuestro siguiente destino. El lago es muy bonito, pero eso no es lo más especial. Lo impresionante ahí son sus habitantes, los Uros, una comunidad autóctona que vive de una manera muy sencilla y muy admirable en islas artificiales que ellos mismos construyeron dentro del lago.
Finalmente, el último destino antes de ir de regreso a Lima para tomar el vuelo a México fue Arequipa, conocida como “la ciudad blanca” porque muchas de sus construcciones están fabricadas con una roca volcánica de color blanco. Me recordó en muchos aspectos a Morelia, y como ciudad fue la que más me gustó del viaje, incluso más que Lima y Cusco, por la belleza de su centro y la tranquilidad de sus calles, justo como mi ciudad.
Pues bien, este fue mi brevísimo resumen sobre mi viaje a Perú, y aunque podría contarles mucho más, no quiero abrumarlos o abrumarlas con ese tipo de detalles en esta entrada. Después quizá pueda hacer una entrada dedicada a todo eso que no les he podido contar aquí.
Hay muchísimos otros destinos de este impresionante país que no visité, pero espero la vida me alcance para volver y poder descubrir más de este lugar tan hermoso, fascinante y diverso.
¡Gracias por su atención y hasta la próxima!
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