Certosa di Pavia

Publicado por flag-es selena aranda castel — hace 7 años

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Etiquetas: flag-it Blog Erasmus Pavía, Pavía, Italia

La Cartuja de Pavía (Certosa di Pavía, en Italiano) es una visita más que recomendable si se visita Milán y obligatoria si se pasa por Pavía.

Se encuentra situada entre Milán y Pavía, a 34km del primero y 10km del último. Certosa de Pavía es una pequeñita ciudad que debe su nombre al monumento más importante que se puede encontrar en ella.

Cómo llegar

Se puede llegar a ella en tren o en bicicleta, pues hay un camino que comunica Milán, Certosa de Pavía y Pavía, prácticamente en línea recta, siguiendo un canal.

Ir en tren es la opción más cómoda, además los trenes parten con mucha frecuencia tanto desde Milán como desde Pavía, y la estación de Certosa está justo detrás de la cartuja, con lo que es un camino que no tiene pérdida.

En cuando al recorrido en bici, he de confesar que nunca he hecho el trayecto Milán-Certosa en bici (son demasiados kilómetros para mi), pero sí el de Pavía-Certosa, y lo recomiendo encarecidamente. Además, no pasa nada si no te atreves a hacer ida y vuelta en bici, siempre tienes la opción de hacer la vuelta en tren (no hay problema en subir la bicicleta).

Resulta ser un camino bastante concurrido y rodeado en todo momento de grandes descampados, con alguna casa abandonada, siempre acompañado de las aguas del canal. Además, es un camino que está sorprendentemente concurrido, pues ciclistas y corredores eligen esta ruta para entrenarse. Y a mitad de la trayectoria hay una pequeña urbanización de chalets que rodean un resort. La primera vez que lo vi, me llamó mucho la atención, pues no sabía siquiera que existía. Recomiendo caminar sin rumbo entre sus calles, llenas de color y con un pequeño parque.

Otro de los motivos por los que recomiendo ir en bici y no en tren es por la primera vista que te llevas de la Certosa de Pavía. La estación, como ya he dicho, está situada justo detrás de la cartuja, y tienes que rodearla para pasar directamente a la entrada; en cambio, el camino para bicicletas, te lleva a una parte del pueblo desde la que tienes que tomar una larga y ancha calle rodeada de una fila de árboles que separan la carretera de amplísimos prados para encontrarte finalmente con Certosa di Pavía. Es una primera vista que no te dejará indiferente.

Alrededores

Gracias al hecho de tener que recorrer esa calle, rodeada de prados infinitos, te puedes hacer una idea del pedacito de paraíso que es la Certosa di Pavía: alejada de la urbanización, en una zona amplia y tranquila, inmersa en un paisaje que cambia con paso de las estaciones, cada una con su esencia, cada una con sus colores. No sabría decir en qué momento del año me gusta más, aunque diré los colores del otoño le dan un aire mágico.

Certosa di Pavia

Certosa di Pavia

Patio de la Certosa di Pavía

Se llegue desde la estación o desde la ciudad, lo primero con lo que te topas con una única puerta principal, un arco en medio de una gran muralla. Al atravesarlo, llegas al patio principal, decorado con césped y arbustos bien cuidados que rodean un camino que llegan a la cartuja, situada al frente.

Al lado izquierdo, se sitúa el palacio ducal, y al lado derecho el museo. Mientras el palacio no está abierto a las visitas, el museo, aunque con un horario reducido y que cambia a lo largo del año (recomiendo buscar los horarios en internet), sí.

En el museo de la cartuja, hay dos plantas: la primera constituye una colección de copias en yeso de las esculturas que se pueden ver en la fachada; la segunda, alberga obras de los mismos pintores que decoraron su interior.

Certosa di Pavia

Certosa di Pavía

Se trata de una obra que, aunque se comenzó a construir en siglo XIV, no fue hasta el siglo XVI cuando se hubo finalizado la obra completa. Esto es lo que hace que la Certosa di Pavía sea considerada por los amantes del arte una auténtica joya, pues es una obra en la que han trabajado escultores, pintores y arquitectos de varias generaciones.

Ya la fachada es una verdadera obra de arte. La parte inferior tiene esculturas de monedas de la época, y a medida que se asciende, están representadas imágenes del Antiguo Testamento, así como las figuras de los apóstoles. La perfección en los detalles de cada recoveco es una auténtica maravilla.

Al entrar, te encuentras en la gran cámara principal, rodeada de numerosas capillas, es inmensa. Al frente, hay una valla que lleva a otra cámara, más pequeña, pero todavía más decorada. Hay que hacer especial atención al techo: cada cúpula tiene su propio estilo.

Certosa di Pavia

Certosa di Pavia

Desde esa cámara se llega a la sillería del coro, de madera tallada y taraceada.

También desde aquí, a mano derecha, se llega al claustro menor, que a su vez lleva a un claustro mayor. Este último se constituye de un gran centro cuadrado, rodeado de pórticos en los que se encuentras las entradas a cada una de las 24 casas de los cartujos. En su conjunto es una imagen equilibrada y serena.

Estas casas están también abiertas a las vistas, y son pequeños establecimientos muy acogedores, con dos pisos de altura pero de dimensiones diminutas, y cada una con un patio posterior independiente.

Visitas

Los horarios varían según la estación:

  • De noviembre a febrero: de 9h a 11:30h y de 14:30h a 16:30h
  • En marzo y octubre: de 9h a 11:30h y de 14:30h a 17h
  • En abril y septiembre: de 9h a 11:30h y de 14:30h a 17:30h
  • De mayo a agosto: de 9h a 11:30h y de 14:30h a 18h

Es posible hacer disfrutar de una visita guiada, pero siempre reservando con antelación. Se hace para grupos numerosos y el precio se deja a voluntad de cada uno.


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