Aperitivo

Una de las costumbres que hay que probar sí o sí cuando se va a Italia, es ir de aperitivo.

Al final de la jornada, es muy típico sentarse en algún bar y tomar una bebida tranquilamente con amigos, pero lo que hace especial esta costumbre en Italia, es que cada establecimiento te ofrece, junto con la bebida, algo para picar.

La mayoría de los locales lo ofrecen un plato individual totalmente gratis, otros el mismo plato pero añaden algo más a la cuenta (no suele superar 1€ extra por cabeza) y otros tienen buffet libre.

Así, sobre las 17:30-18:00 de la tarde y hasta las 20:00-22:00, dependiendo del local, todas las mesas de los bares se llenan de gente, la ciudad se llena de vida y bullicio, ¡es la hora del aperitivo!

Aperitivos por el centro

Sobretodo con el buen tiempo, merece la pena ir a la plaza principal, Piazza Vittoria, para ver cómo las terrazas de los bares ocupan casi toda su totalidad, con gente charrando, riendo, disfrutando.

En la plaza, cada bar tiene su propia especialidad: montaditos, arroces, frutos secos, sándwich… así que los hay para todos los gustos, basta con ir probando poco a poco uno a uno y elegir tu favorito.

Al lado de Piazza Vittoria, está la Plaza del Duomo, también con bares y terrazas, aunque en menor cantidad y por tanto menos ambiente, pero que, como compensación, te ofrecen visas a la catedral de la ciudad.

Aperitivo en Maná

Justo al lado de Piazza Vittoria, en Via Cesare Beccaria, está el bar Maná. Es un local que recomiendo especialmente por la calidad de la comida, los cócteles y el personal.

El local, tiene tres alturas, siendo la más alta una especie de terraza que da a las otras dos. Puedes elegir entre sentarte en taburete, sillas o sofás. Y la luz es oscura y la música de actualidad.

Los camareros, y hablo en masculino porque son todos chicos, son muy amables, divertidos y tienen muy buen rollo entre ellos, así que da gusto ir.

En cuanto a las bebidas, además de vinos, cervezas y refrescos que puedes encontrar en todos los bares, hay una extensísima carta de cócteles.

Lo que más me gusta del sitio es el aperitivo que ofrecen. Llenan la barra de grandes fuentes con todo tipo de comida, sea fría o caliente: risotto, pasta, ensaladas, cuscús, bocaditos, embutido, verdura… y si eres afortunado hasta puedes ir un día en el que pongan postre. Es un buffet libre así que puedes repetir tantas veces como quieras.

¿El precio? Muy económico: 7€ con una bebida; 10€ si coges coctel grande o cerveza de un litro.

Por último decir que es un local muy concurrido, sobretodo los miércoles y los viernes, así que conviene reservar antes, especialmente si se trata de grupos grandes.

Aperitivo en Minerva

Otro local que recomiendo para hacer un buen aperitivo, aunque más alejado del centro, es el Bar Minerva, en Piazza della Minerva.

Esta vez se trata de un local, que a diferencia de Maná, es muy luminoso y la música, aunque animada, es algo anticuada.

Tiene un interior con mesas y sillas de madera y una terraza con cómodos sofás que rodean pequeñas mesas de baja altura.

Los camareros son muy amables y, si notan que vas bastante a menudo, te suelen invitar a algún chupito.

Es también un buffet libre, del que recomiendo especialmente el risotto, pero que también tiene pasta, bocaditos y fruta.

También cuenta con muchos cócteles, que preparan con mucho esmero. Uno de los que más recomiendo es el invisibili fragola (invisible de fresa). ¡Buenísimo!

El precio es de 8€ por persona. Merece la pena.

Y, por último, añadir que también es preferible reservar con antelación tu mesa.

Aperitivo en kikko sushi

Para los amantes del sushi (yo soy uno de ellos), Pavía también tiene restaurantes de sushi que ofrecen aperitivos. Es verdad que es menos cantidad y más caro, pero de vez en cuando está bien darse un pequeño placer.

El restaurante kkiko sushi es un local muy espacioso, con las típicas tonalidades rojas de los restaurantes japoneses, y a mí personalmente me gusta mucho.

En el aperitivo, sirven un plato de 8 piezas junto con la bebida, y el precio es de 8€.

Una de las cosas que más merecen la pena en este restaurante es la vista al Ponte Coperto, pues se encuentra justo al lado del río Ticino.

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