VIAJE A PARÍS – DÍA 1: Perdida de noche por París

Publicado por flag-es Noelia Correa — hace 5 años

Blog: Viajes de mi Erasmus
Etiquetas: flag-fr Blog Erasmus París, París, Francia

Durante mi Erasmus pude viajar a diferentes ciudades cercanas a mi ciudad de destino, Dunkerque. Sin embargo, el viaje a París con los amigos de España que me vinieron a visitar fue el mejor viaje, ya que pudimos pasar las navidades juntos mientras visitábamos varias ciudades.

Empezamos por nuestro principal destino, París, ciudad que ya habíamos visitado la mayoría y que pudimos redescubrir, y seguimos por mi ciudad de destino Erasmus, Dunkerque, donde pasamos los días de Nochebuena y Navidad. Nuestro último destino fue Lille, donde pude enseñarles la segunda ciudad donde pasé más tiempo durante mi Erasmus, y desde allí pudimos también hacer un rápido viaje a Gante, donde pudimos visitar un poco la ciudad y disfrutar del mercadillo de Navidad.

Con esta entrada empiezo una serie de posts en los que relataré este viaje y describiré los diferentes sitios que visitamos. A pesar de que lo llamaré Viaje a París, ya que fue nuestro principal destino, en cada entrada describiré cada día y cada sitio que visitamos.

Día 1

El día había llegado. Mientras mis amigos esperaban para coger el avión, yo me dirigía a la estación de Dunkerque para coger el tren que me llevaría a París. La verdad es que tenía bastante miedo porque la única vez que había cogido el tren sola fuera en el trayecto Dunkerque-Lille, en el que no había tenido gran complicación ya que conocía perfectamente la estación de Lille, lo que no pasaba con la estación de París.

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En cuanto apareció en la pantalla el nombre del trayecto, me dirigí a las vías y monté en el tren que marcaba la pantalla, esperando no haberme equivocado. Por suerte, durante el trayecto no hubo ninguna complicación. Ni siquiera me pidieron el billete de tren, lo que me pareció bastante extraño. Eso sí, por experiencia siempre es mejor (y más legal) comprar el billete y no olvidarse de validarlo, aunque sea un trayecto corto.

El tren salió a las cuatro de la tarde y tardó sobre dos horas en llegar a París. Gracias a mi móvil y a Google Maps, podía ver por donde iba y estar atenta para cuando estuviera cerca de la estación. Así es como llegué a la estación de Paris Norte, donde tenía que esperar a mis amigos. Desafortunadamente, cuando llegué, casi no me quedaba batería en el móvil y aún no tenía noticias de mis amigos.

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Estuve esperando bastante tiempo, dando vueltas por la enorme estación, hasta que tuve noticias de ellos. Habían llegado ya al aeropuerto pero tenían que coger un tren hasta la estación y aún iban a tardar un poco, por lo que lo mejor era que fuera al hotel, llamado Lafayette, y los esperara allí, ya que hacía bastante frío porque estábamos a mediados de diciembre. Así que, con el móvil con poca batería pero con la ayuda de Google Maps, me dirigí hacia el hotel que estaba a 10 minutos. En este momento, ya era noche cerrada, pero el recorrido hasta el hotel era todo recto, por lo que era imposible que me perdiera.

10 minutos más tarde, llegué al hotel. Hacía bastante frío, pero decidí esperar fuera un rato más por si mis amigos aparecían. Mientras esperaba, estuve investigando algunos sitios cerca del hotel y acabé en un puente que atravesaba el Canal Saint-Martin.

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Unos minutos más tarde, tuve noticias de mis amigos. Ya habían llegado al hotel. Busqué por todos los lados, pero no los encontré, así que me empecé a preocupar. Fue ahí cuando me di cuenta de mi error. Me había equivocado de hotel. El hotel al que había llegado se llamaba Hotel Lafayette y se encontraba en la misma calle y a la misma distancia, pero nuestro hotel se encontraba en distinta dirección y se llamaba Hôtel Opera Lafayette.

Llamé a uno de mis amigos, explicándole mi error y diciéndole que no se preocupara, que llegaría sin problema gracias a mi móvil. Mi móvil en ese momento se quedó sin batería, por lo que me encontraba perdida, sin móvil, sin mapa, sola por la noche y en una ciudad grande que no conocía. No me preocupaba todo eso, sino el hecho de preocupar a mis amigos.

Lo primero que hice fue volver por el mismo camino, ya que lo único que sabía era que mi hotel estaba en la dirección contraria. Hice otra vez el camino hasta que vi la estación de tren. Una vez llegué allí, empecé a entrar en pánico, ya que no sabía a dónde dirigirme.

Se me ocurrir preguntar en algún local cerca. Entré en el primer restaurante de comida rápida que vi, y hablando francés lo mejor que podía, les pregunté por el hotel. El restaurante ya estaba cerrando y no fueron de gran ayuda, ya que me dijeron simplemente que no sabían.

Seguí caminando hasta que vi un hotel y decidí volver a probar suerte y preguntar. Por suerte, esta vez me ayudaron más y me explicaron que tenía que seguir recto por la calle en la que estaba. Aunque seguía sin saber si estaba cerca o no, al menos sabía que no me lo había pasado.

Seguí caminando durante unos minutos más, y presa del pánico al no ver por ningún lado el nombre del hotel, decidí preguntar otra vez. Esta vez, entré en un supermercado de la marca Monoprix que también estaba cerrando. Les expliqué a los dos cajeros que estaba perdida y que necesitaba saber dónde estaba el dichoso hotel, o por lo menos, necesitaba que me dejaran cargar un momento el móvil para buscarlo yo misma. Por suerte, tuvieron compasión de mí y la chica buscó el hotel que les decía en Google Maps. ¡Estaba a unos pasos de él! Salí del supermercado repitiendo una y otra vez “Merci beaucoup”, y seguí por la calle hasta que vi el cartel que señalaba el nombre del hotel. ¡Por fin había llegado!

Pregunté en recepción por la habitación que habíamos reservado y fui corriendo hacia ella. Al llegar, solo estaban dos de mis amigos. Faltaban otros dos; como tardaba y no respondía, habían salido a buscarme. Intentamos contactarlos para decirles que ya había llegado pero tardaron un rato en contestar. Por suerte, finalmente contestaron y volvieron al hotel. Al fin estábamos todos reunidos.

Para acabar este día desastroso, fuimos a cenar al primer kebab que encontramos, ya que era tarde para cenar en otro sitio y tampoco queríamos gastar todo nuestro presupuesto el primer día. Después de horas agobiados por estar perdidos, esa cena nos supo a gloria.

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Después de cenar, nos fuimos pronto a dormir, porque al día siguiente nos tocaba caminar bastante.

Y así es como se acaba este primer día de nuestro viaje. En la próxima entrada os relataré el segundo día de nuestro viaje, donde visitamos algunos de los puntos más famosos de París.

¡Hasta la próxima!


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