Un día en Disneyland
¡Buenas a todos! Hoy vengo a hablarlos de una experiencia gracias a la cual volví a mi niñez ayer sábado, 30 de noviembre: ¡un día en Disneyland París! Para todos aquellos amantes de las películas Disney entenderéis la ilusión que provoca visitar este parque. Por eso, no podía dejar de contaros mi día por Disney y comentaros algunos consejos, siempre desde mi experiencia personal.
La ESN (Erasmus Student Network) de Amiens, mi ciudad Erasmus, organizó este viaje de un día al parque de atracciones más famoso de Europa, así que a nosotros solo nos bastó con apuntarnos al evento puesto que ellos se encargaron de comprar las entradas y alquilar el bus. La entrada, incluyendo el transporte, nos costó 85 euros, un precio bastante asequible teniendo en cuenta que una entrada individual a Disney ya cuesta 87 euros.
De todas formas, si queréis informaros bien sobre precios y tarifas os recomiendo que os metáis en la página web de Disneyland para poder verlo todo más detalladamente.
Por otro lado, si estáis por París y os gustaría pasar un día en el parque, podéis llegar de manera rápida y sencilla cogiendo la línea A del RER (tren de cercanías) hasta la estación Marne-la-Vallée Chessy, que se encuentra justo al lado de la entrada a Disneyland. Por tan solo 7,60 euros y en 45 minutos, podéis llegar al parque desde estaciones de París como la Gare de Lyon o Charles de Gaulle - Étoile.
Nuestro día de ensueño comenzó a las siete y media de la mañana, desde que cogimos el autobús rumbo a Disneyland. Después de pasar los controles reglamentarios, presentar la entrada y demás, sobre las diez y media de la mañana pudimos entrar al parque.
Una vez hechas las típicas fotos delante del Castillo de la Bella Durmiente, empezamos a sacar el máximo partido del día para montarnos en todas las atracciones que pudiéramos. Como es imposible subirte en todas en un solo día debido a las interminables colas y la falta de tiempo, decidimos guiarnos por aquellas que tienen más fama, entre ellas Peter Pan’s Flight, la atracción de los Piratas del Caribe, la casa del terror o It’s a small world, una atracción en la que, montado en una barca, ves a muñecas de los siete continentes cantando y bailando. Si sois de emociones fuertes, no podéis iros del parque sin subiros a la montaña rusa de Indiana Jones, al Big Thunder Mountain, o la de Star Wars (Hyperspace Mountain), ¡esta última mi favorita sin duda!
Aunque el frío que pasamos ayer esperando a entrar en las atracciones o caminando de un lado del parque a otro era helador, tengo que decir que vale muchísimo la pena venir por estas fechas, ya que si Disney impresiona en cualquier época del año, con la decoración navideña tiene un encanto muchísimo más especial, ¡aún si cabe! Cada casa, árbol, tienda de recuerdos, o restaurante están ambientados con detalles de Navidad preciosos y elegantes que te hacen ir con la boca abierta todo el rato.
Además, cada día durante los meses de Navidad tiene lugar un desfile especial en el que algunos de los personajes más queridos de Disney, desde el ratón Mickey hasta Buzz Lightyear, se montan en cabalgatas navideñas para dar la bienvenida a esta época tan especial del año. Este desfile se realiza varias veces al día, así que puedes elegir cómo organizarte para ver uno u otro, pero sin embargo el general solo se hace una vez a las cinco de la tarde.
El día no pudo acabar de mejor forma que con el espectáculo de luces y fuegos artificiales que se realiza cada noche en la fachada del Castillo. Para mi, este momento en el que se proyectan fragmentos de algunas de las películas Disney más importantes, fue sin ninguna duda el más especial del día.
Un consejo que os doy es que si no os importa gastar algo más de dinero en comer dentro del parque lo hagáis, ya que hay cientos de restaurantes preciosos donde puedes ver espectáculos o simplemente disfrutar del ambiente Disney mientras comes. De todas formas, si preferís traeros de casa cualquier tupper con comida o algún bocadillo es una buena opción también, ya que está totalmente permitido entrar bebida y comida al parque.
Otra recomendación es que visitéis el Castillo en su interior, descubriendo la mazmorra del dragón, que se encuentra en el subsuelo, o subiendo por las escaleras de ensueño al piso superior donde os enamoraréis de las vidrieras de la Bella Durmiente o con las vistas desde los balcones al parque.
Por último, os aconsejo que si tenéis la oportunidad de ir a Disneyland no lo dudéis ni un segundo, ¡ya que os veréis teletransportados a vuestra niñez nada más entrar al parque!
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