"Troula na banda" en París

Publicado por flag- Claudia Costas — hace 8 años

Blog: París: la ciudad del amor.
Etiquetas: flag-fr Blog Erasmus París, París, Francia

 ¡Hola a todos otro día más! Son las 11:07 de la mañana y estoy en mi casa tecleando lo más rápido que puedo de la ilusión que tengo. Hoy, hace una hora, me han dado mi próximo destino Erasmus: Aix-en-Provence. Estoy emocionadísima de poder repetir esta magnífica experiencia de nuevo y más todavía, de hacerlo en la que era mi primera opción como destino. ¿Hay alguien por aquí que pueda ofrecerme información sobre este lugar? ¿Alojamiento? ¿Sitios turísticos cruciales? ¡Qué emoción!

Aix-en-Provence está en Francia y lo escogí como primera opción porque quiero mejorar mi nivel de francés, está al lado de casa y tiene clima mediterráneo. Supongo que cuando ya esté instalada en esta zona de la Provenza francesa, iré a visitar París, por tercera vez. Es por eso que la entrada de hoy voy a dedicarla a la gran capital de Francia y ciudad del amor. ¡Empezamos!

La primera vez que fui a París tenía siete años y fui con mis padres y sus amigos. Era la primera vez que viajaba en avión, pero no me dio miedo en absoluto. Todavía conservo la tarjeta de embarque, con Iberia, asiento 6D. Salíamos de Vigo.

Llegamos a París, el hotel donde nos alejamos se llamaba Newport Bay Cluby era precioso. Tenía una piscina enorme y como era septiembre, me bañé, claro que me bañé. Por la mañana, nos levantábamos muy temprano, desayunábamos muchísimo para coger fuerzas para todo el día y nos fuimos a Disneyland.

Disney es el sueño de cualquier niño o niña, y el mío lo era mucho más, porque era súper fan de Disney y de todas sus películas. Mi preferida desde siempre y para siempre será Pocahontas. Cuando estás en Disney, estás rodeado de todos los personajes que siempre veías en las películas: Mickey, Minnie, Goofy y toda la tropa. Recuerdo que en el hall de nuestro hotel, siempre estaban varios personajes de Disney paseando y yo me acercaba para pedirles un autógrafo. Una vez me encontré con el Capitán Garfio, quien me rechazó la firma porque claro, le resultaba imposible coger un bolígrafo con ese gancho de metal.

También recuerdo que una tarde hubo un gran desfile de carrozas, fue increíble. Eran enormes y el decorado estaba muy logrado. Recuerdo por ejemplo, a La Bella (de La Bella y La Bestia) que me gustó tanto, que mi madre me compró un vestido igual que el suyo (de disfraz). Qué mona. Me acuerdo de montar en muchísimas atracciones en Disneyland… Ya de aquella no era muy fan de las atracciones, así que no me monté en las que me parecían más peligrosas. Recuerdo que todo el mundo montaba y a mí me dejaban casi sola esperando en la taquilla de billetes, enfurruñada de morros, ja, ja.

Después de visitar Disneyland, alucinante para críos como yo lo era, visitamos la Torre Eiffel. Esta torre de 318 metros empezó siendo un monstruo de hierro para los ciudadanos de París. Es increíble que ahora sea lo que representa a esta ciudad del amor. Cuando fui con mis padres, solo la contemplamos desde lejos. Pero la segunda vez que fui a París, de Interrail, sí subí hasta arriba del todo. Creo que la entrada costaba 14 euros y no tuve que esperar mucha cola. Creo recordar que hay ascensor para subir, pero yo subí por las escaleras, parando en los diferentes pisos que tiene, hasta llegar a la cima, con las vistas a todo París. Es interesante subir a la Torre Eiffel cuando ya has visitado toda la ciudad, ya que ves todos los puntos de interés turístico y de repente, esas vistas son tu mejor mapa. Además, recuerdo que nos quedamos hasta tarde paseando cerca de la Torre y por la noche, es impresionante. Fue una imagen que no pude contemplar la primera vez que fui a París, pero sí la segunda. Con todas sus luces alumbrando por la noche, impresiona todavía es. No hace falta que os diga que si vais a París, tenéis que visitarla, porque es obvio que lo haréis.

Anécdota: cuidado por estos lares, hay que tener cuidado con vuestras carteras. Cuando nosotros estábamos paseando, se acercaron a nosotros una madre y dos niños recogiendo firmas para ayudar a los más desfavorecidos y diciendo que teníamos que darles dinero. Ya os imagináis el resto. Se dedican a ir en grupo y a meter en presión a los turistas, nos ponían los papeles para firmar casi delante de la cara… Así que ya sabéis, si se acercan, vigilad vuestros bolsos.

Después de visitar la Torre, cogimos el metro e hicimos el ganso por las calles de París (hablo del viaje con mis padres). Había músicos por todas partes: tocaban el saxo o el acordeón, la mayoría. Visité el Museo de Louvre, pero claro, era pequeña y no le di importancia. Es por eso que cuando volví a ir, ya tenía muchos conocimientos sobre Arte e Historia, así que sí lo supe apreciar. La Gioconda (La Mona Lisa) casi torcía su sonrisa por los insistentes disparos de fotos y unas cien personas alargando el cuello para poder verla. Aquí mi humilde opinión: La Gioconda del Louvre no le tiene nada que envidiar a La Gioconda de El Museo del Prado. Quien la haya visto y tenga unos conocimientos básicos de pintura, estará de acuerdo conmigo.

Después vi la catedral de Notre Dame, de estilo gótico, mi preferido ahora. También me pateé el Barrio de los pintores, lo más bohemio de París, Montmartre. Cuando vuelva de nuevo a París, volveré a ir porque quiero volver a ver el Moulin Rouge, ya que ahora tengo un vago recuerdo del cabaret más famoso de todo París. Qué pena. Además, “Moulin Rouge” es una de mis películas preferidas, protagonizada por Ewan McGregor y Nicole Kidman… Me sé todas las canciones y la he visto más de veinte veces. Mi mamá también me fotografió delante de la iglesia “Sacré Coeur”, Sagrado Corazón, en español. Aquí os dejo esta foto: yo, criaturilla de 1’20m frente a esta inmensidad arquitectónica, me encanta.

Las fotos que tengo de París con mis padres me hacen mucha gracia. Mi madre con el pantalón de pijama por ahí y yo con una camiseta de “Troula na banda”, un festival de música que se celebra en mi pueblo cada año. Demasiado glamour junto para París en nuestra indumentaria.

También visité con mis padres y sus amigos el Barrio Latino de París, que rodea la Sorbona, la uni de París. Es uno de los barrios con más movimiento y vida de París. Esa noche cenamos allí y yo me tomé un bocadillo, tan simple.

Algo que también me encantó fue la Plaza de la Bastilla. La Revolución Francesa es uno de mis temas preferidos de Historia… y como sabéis, la Bastilla fue tomada por el pueblo francés y este, es considerado el primer acto que desencadenó la revolución. Fue también aquí donde más adelante se “instalaría” la famosa guillotina, protagonista de muchísimas muertes de esta revolución. Aunque si de plazas hablamos en lo que se refiere a esta famosa Revolución, tengo que citar también a la Plaza de la Concordia, aquí también la guillotina jugó un papel fuerte. María Antonieta y su marido Luis XVI fueron ejecutados aquí mismo. Y hasta aquí la lección de historia de hoy, que ya es suficiente.

Y ahora ya sí, os presento el lugar que más me gustó (¡por ahora!) de toda la ciudad de París: los Campos Elíseos, “Champs Élysées” en francés. Es una avenida enorme, sería como la Avenida de los Aliados en Oporto, jajajaja, pero ochenta veces más grande y ochenta veces más lujosa y ostentosa. Creo que mide casi dos kilómetros, madre mía, de largo. Al final, se encuentra el Arco de Triunfo, lo tengo más que memorizado, lo conozco de “pe a pa” porque tuve que estudiarlo en segundo de Bachiller. Sé más de ese Arco que de mí misma, para que veáis.

Y esto, bastante resumido, es todo lo que he visitado de esta ciudad. La próxima vez que vaya (esperemos que pueda hacer alguna escapada cuando me vaya a Aix-en-provence en ¿septiembre?), ya tengo muy claro lo que voy a visitar: el museo de Orsay. Me encanta el arte y uno de mis estilos favoritos es el impresionismo y este museo está repletito de estas. Algunos de mis cuadros preferidos están expuestos aquí y cuando vaya, espero pasarme por lo menos media tarde sumida en sus colores y en su juego de luces. ¡Qué ganas! Y bueno, quizás me vaya un poco más allá y visite Versalles… No hace falta explicar por qué.   


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Comentarios (4 comentarios)

  • flag- Fátima chamadoira hace 8 años

    ¡Pobre capitán Garfio! Se quedaría tristón por estar impedido y no echarte esa firmita. Verte en las fotografías me trae recuerdos preciosos. Este blog Erasmus tuyo está siendo todo un desafío. ¡Enhorabuena!

  • flag- Claudia Costas hace 8 años

    Era un cachiño de pan.

  • flag- José Ramón Núñez Iraola hace 8 años

    París bien vale una misa.

  • flag- Fátima chamadoira hace 8 años

    Después de ver las fotografías con detenimiento, he reparado en tres detalles: la lengua del perro, (¿cómo se llama?), parece una corbata; la dama se parece a ti, como un anticipo de la chica que ibas a ser; el calvo que se ve detrás de ti se parece a Bruce Willis. No sería él, ¿no?

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