París en tres días | Parte I

¡Hola a todxs!

El verano pasado me hice un super viaje con mis amigas a Disneyland y a París y fue uno de los mejores viajes que he hecho. Pasamos tres días en Disney y tres días por la capital francesa. De Disney os hablaré más adelante, hoy vengo a hablaros de cómo fueron esos tres días y de cómo podéis disfrutar de lo más turístico de París en poco tiempo, como nos pasaba a nosotras.

Realmente París es una ciudad enorme y preciosa. He tenido la suerte de estar allí dos veces y todavía no he podido descubrir todo lo que tiene. Además, tiene gran cantidad de museos que hay que visitar con mucho tiempo. Aún así, para tener un primer contacto con la ciudad, tres días son suficientes. Nosotras vimos todo lo que quisimos ver, por lo que no puedo quejarme de nada de ese viaje.

Cómo llegar

La mejor manera y la más barata desde mi punto de vista es ir en avión. Casi todas las compañías operan en al menos uno de los tres aeropuertos que tiene la ciudad, por lo que encontrareis un vuelo con el día y la hora que mejor os venga, casi a medida. También operan las de bajo coste, así que no hay problema.

Si no queréis ir en avión, también salen trenes cama. Son trenes nocturnos que salen de Barcelona, aunque antes también lo hacían desde Madrid. Van por la noche y vas en unas cabinas con literas, por lo que es bastante cómodo y está bastante bien. Esta opción sin embargo es más cara que la anterior (con diferencia).

Una última opción es viajar en autobús o coche. Hay muchos circuitos que te llevan a París, pero te pararán antes en alguna otra ciudad, pues son muchísimas horas de viaje.

Día 1

Nuestro alojamiento estaba cerca de Disneyland París, pues era lo principal de nuestro viaje. Estaba más o menos a una hora de París en cercanías, un poco menos. Aunque parezca mucho de primeras, no es tanto. Además, en Madrid estamos acostumbradas a esas distancias para ir a la universidad todos los días, por lo que no nos parecía mucho trayecto.

El primer día, en vez de ir directamente al hotel, lo que hicimos fue visitar la capital para intentar aprovechar el día al máximo.

Nosotras viajamos con Ryanair. El aeropuerto con el que operan es con Beauvais, que es el que más lejos está del centro. Sin embargo, hay unos autobuses lanzadera que no eran muy caros que nos llevaron directamente hasta allí.

Lo primero que hicimos al llegar a la capital fue coger el metro para poder dejar en una de las estaciones principales las maletas y empezar a hacer turismo.

El transporte público es casi obligado para visitar la ciudad. Si hacéis todo andando no podréis aprovechar el tiempo al máximo, pues como ya os he dicho las distancias son muy largas y la ciudad muy grande. El transporte va por zonas, por lo que si os alojáis en el centro con coger simplemente las primeras zonas (las más baratas) será suficiente. Nunca recomiendo coger tarjetas turísticas, solo las de día que cogen también la gente de allí. Normalmente en las turísticas te cobran un precio más elevado por hacerte unos descuentos en monumentos que, si sois estudiantes os saldrán prácticamente gratis.

Antes de empezar os voy a decir que para los jóvenes y los estudiantes casi todas las atracciones turísticas son gratuitas, menos la Torre Eiffel y las catacumbas, por el resto no tuvimos que pagar.

Dejamos todo en unas taquillas que hay en la Gare du Lyon. La estación es preciosa, merece la pena visitarla y es de donde salen los trenes de larga distancia. La otra vez que fui a París fue en tren y nos dejó aquí.

Desde allí cogimos el tren de cercanías y nos acercamos lo máximo posible a la torre Eiffel. Ya desde que sales del metro se puede ver perfectamente.

Fuimos paseando por la orilla del río Sena hasta que llegamos a la altura de la torre. Todo estaba lleno de turistas y es que desde aquí se ve perfectamente la torre y se pueden hacer unas fotos preciosas con ella. Yo hice esta foto en la que se me coló un pájaro y me parece de revista (solo por la localización). 

Después ya nos acercamos a la Torre. Para subir hay muchísima seguridad. Solo para acercarte tienes que pasar por unas cabinas de cristal donde pasas un arco de seguridad para asegurarse de que no llevas nada peligroso.

La otra vez que estuve aquí no recuerdo haber hecho esto, supongo que ha sido a raíz de todos los atentados que ha habido en Europa (París incluida).

Después de pasar este arco te puedes acercar hasta los pies de la torre. Aquí se forman cuatro colas, pues hay cuatro sitios por los que subir. Hay dos tipos de colas, las de ascensor y las de subir a pie. Nosotras no nos lo pensamos y subimos por el ascensor. 

Estuvimos poco menos de media hora haciendo cola hasta que ya pudimos subir (incluso medio comimos en la cola). Después de coger las entradas tuvimos que volver a pasar por un arco de seguridad hasta llegar al ascensor que nos dejó en la primera planta.

También se pueden coger las entradas por internet y así evitarte esta cola, sin embargo, lo tienes que saber con mucha antelación, pues se agotan uno o dos meses antes, sobre todo si es verano. Tienes dos ventajas y es que te evitas la cola y además las entradas son un poco más baratas.

Como os podéis imaginar la torre estaba llena de gente. En la primera planta había una exposición sobre París y cómo se fue construyendo la torre, además de construcciones similares. También es donde están todas las tiendas y restaurantes.

La segunda plantaes mucho más alta y estrecha. No tiene más que el mirador, una tienda y los aseos. Las vistas son espectaculares desde ambas plantas, se ve todo París a vista de pájaro, los 365 grados. Para mí son las mejores vistas de la ciudad. Se puede ver lo más característico como Notre Dame. 

A la última planta no sube todo el mundo. Puedes coger tu entrada con o sin ella. Yo no había subido pues la otra ves que fui hacía mucho viento y habían prohibido la subida. Esta vez sí que subimos hasta arriba.

Aquí el ascensor va por el centro de la torre, ya no por los lados como iba antes. La zona alta es muy estrecha. En el centro hay una sala cerrada con unas figuras de Eiffel y otro hombre y los planos de la torre. También hay aquí una cosa que me pareció muy curiosa, y es que hay un pequeño puesto en el que te venden copas de champagne. Había tanta gente y estaba tan saturado que no veo lo bonito o romántico de tomarte una copa de champagne allí arriba. Además, los precios son tan altos como la torre, me pareció algo innecesario, sin embargo, había incluso cola para pedir. 

Para bajar, bajamos de nuevo a la segunda planta y de allí cogimos el otro ascensor a la primera. Después convencí a mis amigas (que creo que todavía me odian por ello) de bajar hasta el suelo andando por las escaleras. No fue duro, pero luego me temblaban las piernas pues es una bajada muy larga, no sé cuantos escalones llegaron a ser.

Después de esto nos acercamos al Sena, que está casi al lado. En el aeropuerto, al coger el autobús lanzadera hasta París nos dieron un descuento para hacernos el típico crucero por el Sena.

Como ya llevábamos las entradas no tuvimos que hacer la cola para comprarlas, simplemente esperamos a que llegara el siguiente barco para subirnos. Como casi todo lo turístico en esta ciudad, había grandes colas para subir. Se llenó al momento.

Nosotras cogimos uno que ibas fuera, en la cubierta, aunque también tenías la opción de ir dentro, nadie lo hizo.

Lo mejor de todo es intentar entrar de los primeros y coger los asientos lo más alto posible. Si coges los asientos a un lado y relativamente bajos, solo vas a poder ver una orilla del río, luego te vas a perder todos los monumentos que aparezcan al otro lado.

El principio es lo mejor, las mejores vistas, con la Torre Eiffel a un lado y la plaza del Trocadero al otro. Luego también son muy bonitas de ver las iglesias y la Catedral de Notre Dame y la isla que hay en medio del Sena, donde está la estatua de la libertad. Tenéis que fijaros mucho para poder verla desde el barco, yo, aunque lo intenté, no conseguí encontrarla.

Todo el camino estaba lleno de gente a ambas orillas del río tomando el sol. Había muchísima gente, algunos incluso con un picnic montado. No me imagino yo a la gente en Madrid montándose el picnic en la orilla del río Manzanares, la verdad.

Después llega un punto en el que el barco da la vuelta y acaba, de nuevo, donde comenzó. Luego sí, te sientes donde te sientes acabarás viendo todo, así que no hay problema, simplemente de la otra manera tienes cierta libertad para ver todo durante todo el recorrido.

Después de esto, fuimos a recoger las maletas a la Gare du Lyon para coger el tren de cercanías hasta nuestro hotel. Aunque parezca que no hicimos gran cosa, ese día es el que habíamos llegado a la ciudad, luego nuestro día comenzó más tarde de las once. La Torre Eiffel se tarda bastante tiempo en ver, entre colas y el tiempo que está uno arriba y, por último, el paseo en barco por el Sena es cerca de una hora y quince minutos. Con todo esto, más la hora de tren, acabamos haciendo la facturación en el apartamento cerca de las once de la noche (y sin haber cenado aún).

Con esto acabó nuestro primer día y acabo yo esta entrada para no pasarme de largo. En poco tiempo publicaré cómo fueron los otros dos días en la capital francesa y qué más podéis ver si tenéis algo más de tiempo.

¡Gracias por leerme!

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