Mis cinco lugares favoritos en París, Francia

Mis cinco lugares favoritos en París, Francia

¡Hola a todo el mundo! ¿Qué tal? Hoy os traigo el último post de París. Os recuerdo que anteriormente os conté los lugares imprescindibles que debéis visitar y conocer para tener una idea plena de la capital francesa. Los podéis leer haciendo click aquí (para la primera parte) o aquí (para la segunda). Hoy, finalmente, os quiero enseñar mis cinco lugares favoritos de esta ciudad, a ver qué os parecen. ¡Empezamos!

Le Marais

Tuve la suerte de poder ver y sentir este barrio parisino la última vez que estuve en la ciudad, hace tres años ya. Este barrio es especial y destaca porque tiene toda la estética perfectamente cuidada. Está lleno de cafeterías donde te atrae el olor a croissant caliente, también tiendas de ropa vintage, pequeños callejones con tienditas, o también algunos museos interesantes como el Museo Picasso.

Justamente aquí se encuentra la Place de Vosges, de la que os hablé en el post anterior, y que sin duda es una de las protagonistas de este lugar. Aquí está situada también la antigua casa del escritor Victor Hugo, autor de obras conocidísimas como Los Miserables o Le Bossu de Notre Dame. Aun así, lo mejor para conocer bien Le Marais es un largo y tendido paseo por sus calles.

Este barrio tiene tanto encanto porque en el pasado, la clase alta de la sociedad se asentó en estos edificios y los adaptó al más estilo burgués. Al tener esta fama, no es de extrañar que todo el barrio esté lleno de tiendas de ropa de las más famosas boutiques. También, si visitáis este barrio es obligatorio probar uno de sus restaurantes o tomarse un café en la terraza de alguna cafetería, donde destacan sus sillas de mimbre en cada terraza. Desde estas cafeterías y bares, puedes sentir el París auténtico, ya que por sus calles pasean y montan en bici parisinos con sus baguettes recién compradas. Realmente, Le Marais es un museo al aire libre. Cada local gastronómico y cada casita son tan especiales que no es de extrañar que las fotos más bonitas de París se saquen aquí.

Le mur des je t'aime

Literalmente, “el muro de los te quiero”. Está localizado en el pintoresco barrio de Montmartre (concretamente en la plaza de Abbesses) y se trata de un muro que mide 40 metros de largo.

Es especial porque en él hay muchísimas frases que todas significan “te quiero”. Lo bonito es que están escritas en diferentes idiomas y es muy divertido porque todos los turistas están buscando el suyo. Me encanta Le mur de je t’aime porque es un espacio dedicado solamente al amor. Además, el hecho de que “te quiero” esté escrito en más de 300 lenguas nos hace recordar a las que lo visitamos que el amor es algo universal, y que no entiende de cultura, sexo o religión. En los azulejos que forman el muro aparecen pequeñas piezas de color rojo que representan un corazón roto, simbolizando una sociedad rota que está dominada por el individualismo. En cambio, el muro trata de recomponer este corazón, pieza por pieza, reuniéndolos todos en este lugar, representando al amor y a la paz. En definitiva, se podría decir que este muro es un nexo.

París, precisamente la ciudad del amor por excelencia… así que no podría ser otra la que tuviera esta atracción. Es el lugar perfecto para decir “te quiero” a la persona que amas en diferentes idiomas. No es raro ver a parejas de enamorados sacarse una romántica foto con el muro detrás. Aquí os dejo esta foto tan bonita que nos sacamos mi amiga Sandra y yo cuando estuvimos allí.

Sacré Coeur

Muy cerca de aquí, la basílica más famosa de París, el “Sagrado Corazón”. Este templo religioso está situado en la colina del barrio, presidiéndola, así que desde aquí se puede ver la ciudad al completo, una bonita panorámica.

He visto fotos de la basílica en pleno invierno, cuando nieva, y es precioso. Una pena que todas las veces que yo la he visitado hacía un calor abrasador o no el frío suficiente para que nevase. Su arquitectura se inspira en el estilo románico pero también en la arquitectura propia de Bizancio. Enfrente de la entrada al Sagrado Corazón, están situados las zonas verdes, unos pequeños jardines donde la gente se sienta para charlar, hacer un picnic o descansar.

Todas las veces que he ido lo he hecho a pie, pero también podéis un funicular que asciende por toda la colina. Es imponente caminar por las diminutas callejuelas de Montmartre y de repente, al girar en la esquina, encontrarte la basílica, inmensa ante ti, que incluso parece que va a caerse encima.

Esta basílica es la guinda del pastel, pues todo el barrio de Montmartre es precioso: los pintores, las cafeterías, le mur des je t’aime… Pero el Sacré Coeur es lo que completa esta zona de París. Visita obligatoria.

Museo de Orsay

Situado al lado del río, no pasa desapercibido por su bella arquitectura. Visité este museo solamente la última vez que estuve en París. Hicimos una visita rápida al Louvre porque queríamos invertir nuestro tiempo en el Museo de Orsay. Tuvimos que esperar una cola bastante larga, bien entrada la mañana, pero vale la pena por todas las magníficas obras de arte que guarda en su interior. Cuando entramos, nos quedamos maravilladas por la decoración interior, muy elegante. Después, fuimos a tiro fijo pues lo que más nos interesaba eran sus obras impresionistas.

Las más famosas son las obras de Vincent Van Gogh como “La noche estrellada”, “La Habitación” o “El Autorretrato”. Aun así, yo tenía un gran interés por los cuadros que había estudiado en Historia del Arte como “Clase de Ballet” de Degas o “Desayuno sobre la hierba”, del que tuve que hacer un extenso trabajo y una exposición cuando cursaba Segundo de Bachillerato. También pudimos ver “Impresión. Sol naciente”, de Monet. Además, había bastantes cuadros de Cézanne, autor que nos conocíamos perfectamente porque vivió durante mucho tiempo en Aix-en-Provence, ciudad donde estábamos de Erasmus. En este museo pudimos ver los cuadros que pintó y muchos de ellos nos recordaban a Aix-en-Provence: los árboles, la geografía, los paisajes típicos de la Provenza francesa... Pero el que más nos gustó fue donde aparece la montaña Sainte Victoire, la misma que un día decidimos escalar hasta llegar a la cima y la misma que veíamos desde nuestra residencia de estudiantes cada mañana.

Fue muy enriquecedor poder pasear por las galerías de este museo y ver con mis propios ojos las pinceladas impresionistas tan bien marcadas, que vistas de cerca parece que son un sinsentido, pero ya de lejos una puede apreciar el precioso paisaje que forman. Si os gusta la pintura, la visita a este museo vale la pena.

La Bossue

Por último, ya que no os he hablado de cafeterías en concreto en estas entradas sobre París, quería recomendaros La Bossue. Es una cafetería muy pequeña pero bastante concurrida, localizada también en el barrio de Montmartre. “La bossue” significa “la jorobada” en francés, inspirado en el Jorobado de Notre Dame, imagino.

Al estar en Montmartre, es mejor que reservéis en el caso de que queráis ir a horas punta. Nosotras tuvimos suerte porque había una pequeña mesita con cuatro sillas. Fuimos ya al final del día, para tomar un buen café con leche acompañado de la patisserie francesa. Tienen todo lo que os podáis imaginar: croissants, bombones, pain au chocolat, panecillos calientes… Hay opción de desayuno, el ahora conocido brunch, comida, y café hasta el final de la tarde. Lo mejor: ¡todo casero! Aquí os dejo las fotos para que valoréis vosotras mismas. Podéis sentaros justo enfrente de su gran cristalera y ver a los parisinos pasar por las calles de Montmartre.

Y esto es todo lo que os quería contar. Espero que os hayan gustado estos cinco lugares de París, muy variados, de museos conocidísimos a cafeterías no tan famosas… A mí París me encanta y creo que es mi ciudad favorita de toda Europa. Sin duda, creo que todas las personas deberían visitar esta ciudad antes de morir. Es polifacética y tiene mucho que ofrecer y enseñar. Y aquí ya os dejo. Muchas gracias por leerme, espero que os hayan gustado las fotos y nos vemos en el siguiente post con más contenido. Un saludo.

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