Fin de semana en París parte I
Introducción
¡Muy buenas a todos! Al estar realizando mi Erasmus en la ciudad francesa de Amiens, viajar a París lo tengo bastante fácil ya que solo hay una hora de trayecto en coche o en tren. Por lo tanto, he tenido la oportunidad de visitar varias veces la también llamada ciudad de la luz, y a día de hoy ya conozco bastante bien dónde se encuentran los principales monumentos emblemáticos, museos conocidos, o espacios verdes y lugares de interés famosos de París.
Por este motivo, en esta publicación y en la siguiente, me gustaría haceros una guía sobre los sitios imprescindibles que visitar en la capital francesa en dos días, para que a todos aquellos que estén pensando en escaparse un fin de semana a París lo tengan mucho más sencillo.
A continuación, os dejo una propuesta de ruta para un primer día visitando la ciudad parisina.
Itinerario
Primer día
Esta jornada por París la reservo para ver muchos de los monumentos más importantes y famosos de la ciudad, por lo que es necesario madrugar y empezar el día pronto para poder aprovecharlo al máximo y visitar todo lo posible.
En primer lugar, comenzaríamos admirando la elegante y suntuosa fachada de la Ópera Garnier, considerado como el teatro más emblemático de la ciudad, en el cual se realizan espectáculos y obras teatrales. Según dicen, su interior es una maravilla, pero a día de hoy no he entrado a su interior para comprobarlo ya que en ninguno de mis viajes a París hemos tenido tiempo suficiente para verlo por dentro.
A continuación, andaremos por la Avenida de la Ópera, y tras pasar unos diez minutos nos encontraremos con el Museo del Louvre, el conjunto de edificios que reúne muchas de las obras de arte más famosas de todos los tiempos, como la Victoria alada de Samotracia, La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, o la Venus de Milo, entre muchísimas otras más.
Visitar el interior de este museo es una parada obligatoria, ya que se considera como el más importante del mundo, y además, los jóvenes no tendrán excusa, ya que la entrada es gratuita para los menores de 25 años que pertenecen a la Unión Europea. Sin embargo, tendréis que adaptar lo que queréis visitar o no en función de vuestra disponibilidad de tiempo y de cómo os organicéis, ¡aunque yo lo recomiendo 100%!
Tras hacer la típica foto delante de las Pirámides del Louvre, pasamos por debajo del Arco del Triunfo del Carrusel, que conecta el recinto del museo con el Jardín de las Tullerías, un extenso parque lleno de vegetación y naturaleza, con un lago en su centro. Si hace un día soleado, mi consejo es que comáis algo en las zonas verdes de estos jardines, y disfrutéis a fondo de su belleza mientras descansáis y reponéis energías.
Nada más salir del Jardín de las Tullerías, nos encontramos con la Plaza de la Concordia, un punto neurálgico de la ciudad, ubicado al principio de la avenida de los Campos Elíseos y simbolizado por el gran obelisco que hay en el centro de esta plaza.
Luego, nos dirigimos andando unos diez minutos hacia el Puente Alejandro III, uno de los principales de París, del cual destaca su ornamentación y detalles, y desde donde podréis haceros fotos con la Torre Eiffel detrás. Además, este puente se encuentra rodeado de varios monumentos famosos de la ciudad parisina, como el Grand Palais, en español Gran Palacio y el Petit Palais, dos enormes edificios que se construyeron para la Exposición Universal de 1900, celebrada en París.
Puente Alejandro III
Al otro lado del puente, se ubica otro punto de interés, el Palacio Nacional de Los Inválidos, un enorme conjunto de edificios que sirvieron como viviendas para militares, y que a día de hoy se ha convertido en un museo. El acceso al interior de estos edificios es posible, aunque yo todavía no he tenido la oportunidad de entrar. Sin embargo, sí que me impresionó mucho la magnitud de este complejo, y los exteriores que dan a la fachada principal, en los que podemos ver antiguos cañones de guerra.
Tras ver Los Inválidos, os recomendaría que caminarais hacia los Campos Elíseos, mientras disfrutáis de las bellas vistas al río Sena, ya que tendréis que cruzarlo por alguno de los puentes de París para llegar hasta la avenida más famosa de la ciudad, llena de escaparates de lujo o tiendas de marcas internacionales. Un buen plan, sería caminar por los Campos Elíseos, y llegar hasta la guinda del pastel de esta gran avenida, el famoso Arco del Triunfo, ¡uno de los emblemas de París!
Para llegar a los pies de esta impresionante construcción, deberemos pasar por un túnel subterráneo que conduce hasta la rotonda donde se encuentra. En este mismo túnel, podremos comprar los tickets si queremos subir a la terraza del Arco del Triunfo y admirar las increíbles vistas de París desde aquí. Además, los menores de 25 años solo tendrán que esperar cola para subir, ya que no deberán pagar nada al ser la entrada totalmente gratuita.
A continuación, os propongo coger un bus hasta Trocadero, la plaza desde donde podremos ver la Torre Eiffel en todo su esplendor, ya que está situada justo enfrente del Trocadero. Esta zona es bastante turística y está siempre muy animada y llena de vida, repleta de puestos de comida, artistas callejeros, así como gente ganándose la vida vendiendo souvenirs a turistas y locales. Además, desde este lugar podréis conseguir las mejores fotos con la Torre Eiffel, aunque os recomiendo bajar las escaleras del Trocadero para conseguir una foto en la que no salgan apenas turistas, ya que la plaza está siempre abarrotada.
Luego, nos acercaremos a los pies de la Torre Eiffel para admirarla desde todos los ángulos posibles y maravillarnos ante tal monumento tan impresionante. Sin duda alguna, os recomiendo que probéis las crepes del Carrusel de la Torre Eiffel, un puesto de comida a los pies de la torre en los que venden las mejores crepes rellenas de Nutella que he comido en toda mi vida. Además, las hay saladas, y tanto para merendar o cenar son una buenísima opción, y encima a un precio bastante asequible para el lugar donde está ubicado el puesto, ¡justo al lado del monumento más turístico de París! Para que os hagáis una idea, una crepe dulce aquí suele rondar los 4 euros, ¡nada caro y riquísimas!
Para tomaros esta crepe relajadamente y disfrutando de las vistas a la Torre Eiffel, os aconsejo que vayáis al Campo de Marte, un enorme jardín de césped situado enfrente de la torre. La mayoría de los locales, y los turistas también, suelen sentarse a charlar, jugar a las cartas, o tomar algo en una de las parcelas de esta amplia zona verde, así que no dudéis en dedicar un rato de vuestro tiempo a reponer energías en el Champ-de-Mars.
Si hacéis todo este recorrido, ya estará anocheciendo, y será el momento perfecto para contemplar la Torre Eiffel iluminada, ¡un auténtico espectáculo! Además, a cada hora en punto las luces de este monumento parpadean durante cinco minutos, unos instantes mágicos que no podéis perderos ya que es precioso.
Para rematar este día tan ajetreado, os aconsejo que lo deis por finalizado realizando una última actividad que estoy segura que os encantará. ¿A quién no le llama la idea de dar un paseo en barco por el Sena? Mis amigos Erasmus y yo lo disfrutamos muchísimo, ya que nos dio una perspectiva totalmente nueva de la ciudad, a la par que vimos París de noche que es igual de bonita que por el día, pero con un encanto incluso más especial.
Estos paseos en barco son muy frecuentes en esta ciudad, por lo que estaréis constantemente viéndolos pasar por el río. Muchos turistas optan por este plan, ya que es otra forma de ver la ciudad y abarca mucho recorrido en la hora que dura el trayecto. Además, no es muy caro, ya que cuesta quince euros por persona.
Los tickets se pueden comprar por internet, o como hicimos nosotros, adquirirlos directamente en alguna de las taquillas que se encuentran al lado del río, desde donde parte el recorrido en barco, justo debajo del puente de Jena, al lado de la Torre Eiffel.
Sin duda alguna, os recomiendo que hagáis este paseo por la noche, ya que, en nuestro caso, descubrimos una ciudad llena de vida y diversión: gente paseando, pasando el rato con sus amigos o bailando en los muelles que dan al río. Además, ver todos los edificios o monumentos iluminados le dan un aspecto totalmente diferente.
Finalmente, aquí concluiría el primer día visitando París. Si os gustaría seguir este itinerario, sería una jornada bastante frenética y debéis llevarlo todo bien organizarlo para poder aprovechar al máximo el día. Sin embargo, si pensáis que alguno de los monumentos o sitios turísticos que he incluido en la ruta es prescindible, siempre podréis quitarlo de la lista, para así ir más desahogados y no os agobiéis, ya que el propósito final es disfrutar.
En la siguiente publicación, os contaré que podríais hacer durante vuestro segundo día descubriendo una de las ciudades más increíbles del mundo. ¡Muchas gracias a todos por leerme, hasta la próxima!
Galería de fotos
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