Cementerio de Cesar Vallejo

El momento del encuentro esperado

Allí mientras caminaba por las callecitas laterales del cementerio en la parte del centro de dicho cuadrado por fin lo pude encontrar, y fue una conexión que jamás lo podre olvidar ya que a través de ello salía un color rojo y blanco además de flores de dichos colores que representaban los colores de mi patria querida, fue así entonces que me quedé unos momentos frente  a la tumba del gran Cesar Vallejo, la alegría me estaba embargando como nunca por haber llegado aquí además de la dicha de saber que estaba frente a uno de los peruanos más queridos e importantes por su aporte literario a la literatura universal.

Cesar Vallejo un peruano que se aso con una francesa, que pasó por penurias y quien no vio la gloria ni la valoración de su obras estando vivio predijo a través de uno de sus poemas que moriría en París y así sucedió, sus restos siempre han permanecido en París aunque en diferentes lugares o mejor dicho cementerios  siendo este  lugar el último de todo un proceso largo que vivió para poder llegar finalmente a Montparnasse.

Allí se encontraba una placa con el año de nacimiento y el fallecimiento del gran Cesar Vallejo desde  1892 hasta 1938  unos jarrones blancos con unas flores rojas  decoraban su tumba, además de contar con una bandera del Perú que alguien que también había venido a visitarlo había dejado previamente para poder tenerlo en este cementerio, unos guantes que también estaban allí además de algunas notas que se encontraban al pie del mismo para mi buena suerte no había nadie más en aquel momento por lo que de alguna manera me encontraba bastante afortunada de ser la única persona que se encontraba con el gran cesar vallejo en aquel momento.

Estando parada en medio del silencio empecé a recordar los poemarios que llenaron mi infancia y mi adolescencia de rebeldía gracias al aporte que pude recibir de Cesar Vallejo  y de sus obras, además del cuento de Paco Yunque el cual es uno de los más leídos en Perú por su sencillez y calidad que cualquier niño debe de tener el derecho de poder leerlo.

El gran poeta del Perú

Cesar Vallejo ha marcado con tinta las venas de muchos peruanos que a pesar de la distancia y del tiempo hoy se mantiene tan vigente como siempre, Cesar Vallejo es uno de los personajes que han trascendido tiempo y espacio para poder permanecer para todas la vida, es uno de esos poetas que te inspiran tantas cosas buenas y que les recomiendo seguir siempre para poder llevarse una maravillosa experiencia de lo que en vida fue el poeta peruano universal más importante de todos los tiempos.

La tarde estaba llegando y con ello también el momento de tener de despedirme del cementerio de Montparnasse y de Cesar Vallejo,  el sol empezaba a salir un poco por los arboles y de manera sorpresiva la tarde me estaba agarrando de una manera inesperada así que con ello me había dado cuenta de que no había ni siquiera almorzado y que solamente el crepe con nutella había sido lo que había comido antes de venir al cementerio.

A comer comida china

Era entonces el tiempo preciso para partir para seguir con mi recorrido pero esta vez como ya me encontraba un poco cansada por lo que había caminado todo el día, decidí entonces tomar un tren que me llevará nuevamente hasta el centro, de paso que buscaría también un lugar para comer,  luego de salir del tren entre las callecitas de esta ciudad francesa encontré un pequeño puesto de comida china que ofrecían el menú por menos de 10 euros y sin pensarlo dos veces entonces ingresé al lugar para poder comer algo ya que me estaba muriendo de hambre la verdad.

De paso que como ya habrán notado, la comida asiática para mí me fascina y de hecho que una de las últimas cosas que debía de hacer antes de retornar a Italia era pasar por el barrio chino de París para poder así degustar más de la comida que se encontraba en esta zona además de comer rico, pero eso ya lo haría más adelante por el momento en este local chino me pedí algunas cosas para comer en su mesa y comí a la velocidad de la luz pues se notaba que tenía algo de hambre en esta salida que para mi parecer había sido muy productiva.

Allí me detuve entonces viendo mis fotos de la experiencia que estaba viviendo hasta aquel momento además de las cosas fabulosas que había podido probar hasta aquel momento, que bonito me había tratado Paris hasta el momento.

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