Mi segunda casa (III)

Para ser un verdadero/a italiano/a, tienes que seguir sus buenas costumbres. L’aperitivo es indispensable para sobrellevar los exámenes y las tardes calurosas del verano. Lo que para nosotros sería una merienda dulce, para ellos es algo más acompañado de un buen Spritz y aperitivos salados. El Spritz es una bebida típica, con unos cuantos grados de alcohol, hecha con una base de vino y el seltz, Campari (más amargo) o Aperol (más dulce) añadiendo una rodaja de naranja y una aceituna. L’aperitivo, normalmente, comienza sobre las 18.00 – 18.30 de la tarde y, dependiendo del establecimiento, dura hasta las 20.00 – 20.30, e incluso 21.00.

En Padova, durante la época de primavera y verano, estos aperitivos pueden realizarse junto al río, en una zona universitaria conocida como Portello. Esta zona está muy concurrida por los universitarios. El paseo que esta entre las facultades y el río se llama Navigli, es ahí donde montan los diferentes "chiringuitos". Además, cada puesto tiene diferentes terrazas con mesas y buena música para acompañar la velada. Si tienes la oportunidad de vivir en Padova hasta la llegada del buen tiempo, os recomiendo vivir estas tardes de verano. Igualmente, si la economía del estudiante es muy justa hasta que no os llegue la beca, pásaros por el FLY, pizzería/segundo lugar más común de encuentro entre estudiantes y Erasmus. El Spritz sólo cuesta 1,50€, aprovechad.

Éste es un aperitivo típico que puedes encontrar en los bares de Padova. Mis amigos y yo, a veces, aprovechábamos estos aperitivos para ahorrarnos la cena... (secreto :P)

Así es Navigli durante las tardes y noches primaverales y veraniegas. Todo muy tipo chill out.

Otra cosa que no puede faltar sin duda durante tu Erasmus, y que siempre es bien recibida, no importa el momento del día que sea, es pasarte por la Gelateria La Romana. Es una de las heladerías más antiguas de Italia (1947). Sus helados son artesanales y tienen un sabor auténtico. Además, hacen crêpes, yogur natural… Incluso en invierno te apetecerá ir a comer un helado de la romana. En Padova, concretamente, hay dos establecimientos: uno cerca de la iglesia “Santa Giustina” al lado de Prato della Valle y otro en el centro, en la avenida Corso Milano, 83. Os recomiendo sin duda hacer una merienda allí, volveréis.

Mi sabor favorito es el "Biscotto della Nonna", es de chocolate y galleta. Y normalmente, suelen tener algún sabor especial de la semana. 

Y así, ya sabéis un poquito más acerca de esta ciudad que yo adoro. Ahora que tengo la oportunidad de volver a caminar por sus calles, estoy emocionadísima. A pesar de las clases y tener que estudiar, allí la rutina es menos rutina, y más si estás rodeada de buenos amigos.

En los próximos post, os seguiré contando mis aventurillas, incluyendo también viajes y nuevos lugares que he descubierto. ¡No os lo perdáis!

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