El tiempo en Padova, ¿qué llevo en la maleta?
Estaciones, ¿son un mito?
A decir verdad, el tiempo en Padova es bastante extremo en el sentido de que no te das cuenta de que ha pasado el otoño o la primavera, un día sales con un plumífero y al siguiente estás sacando las camisetas de manga corta del armario. No es que las temperaturas en sí sean extremadamente altas o extremadamente bajas, pero sí suelen tender a subir o bajar bastante bruscamente sin previo aviso.
Fotografía de febrero a unos 13ºC:
Por otro lado, la primavera sí que se nota en el sentido de que cuando llega se llena de mosquitos, la superficie de los ríos y canales se convierte en su hogar y por la noche les suele entrar el hambre. Dicho esto, si eres de las personas por las cuales los mosquitos muestran mayor interés, la idea de traerse una mosquitera no está nada mal. En mi caso tengo suerte de que mi sangre no debe estar muy apetecible y no me suelen picar, pero aún así no es raro que me despierte de vez en cuando con alguna que otra picadura. Además, cuando suben las temperaturas es inevitable tener que dormir con la ventana abierta, y ahí es cuando te vienen a hacer una visita nocturna.
Por otro lado, para las personas alérgicas al polen Padova puede ser realmente un infierno en primavera si no se tiene bote de colirio en la mochila, es absolutamente necesario.
¿Llueve mucho en Padova?
Pues... como buena gallega que soy, ¡depende! Si vienes de Galicia, no, en Padova no llueve prácticamente nada. Sin embargo, si eres de Barcelona (donde estudio) ¡en Padova llueve un montón! Volviendo a la seriedad, hablando en términos generales, en Padova llueve bastante a menudo, pero suele durar poco tiempo. Además, tiene la gran ventaja de ser la segunda ciudad de Europa con el recorrido más largo de soportales uno detrás del otro, por lo tanto, siempre tienes un lugar donde cubrirte, ¡qué listos los Padovanos! A pesar de ello, el paragüas fue algo que a mí se me quedó atrás en España y que, desde luego, hace falta.
¿Nieva?
La respuesta correcta es... puede, no siempre nieva en la ciudad, pero justo el año en el que he estado (2018) ha nevado 2 días durante el mes de marzo a una temperatura de -3ºC. La ciudad se cubrió de blanco y yo, por supuesto, estaba preparada con la cámara en mano para inmortalizarlo todo:
Actualmente (18 de mayo) estamos a una temperatura de 22ºC, pero en abril ha llegado a los 30ºC, así que, como he comentado anteriormente, la temperatura tiende a variar rápidamente.
Conclusión.
Aconsejo llevar pocas cosas de invierno, pero que protejan del frío (un abrigo grueso, unas botas, bufanda, guantes, gorro, jerseys...) y el resto llenarlo con ropa de verano, que ocupa poco y seguro que hará falta. Al haber tanta variación de la temperatura no podemos tirar más hacia un lado que hacia otro, lo ideal sería tener en mano un poco de ropa de cada estación (verano e invierno) evitando cazadoras vaqueras o gabardinas, por ejemplo, que ocupan bastante espacio y solo podremos ponérnoslas un par de veces al año. Es importante no olvidarse de la mosquitera en caso de ser una persona alérgica a los mosquitos y colirio para las personas alérgicas al polen. Por último, es imprescindible meter en la maleta un paraguas pequeño (o comprarlo aquí), ¡a no ser que te enamores de los soportales como yo!
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