Como visitar los países escandinavos a precio de caramelo

El viaje a Escandinavia siempre se asocia a un gran gasto. Los países nórdicos son increíblemente caros para un europeo medio, sin mencionar un pobre polaquito. Entretanto, es coser y cantar para el que quiera. Mi amiga y you, nos hicimos una corta escapada a Noruega y era una de mis excursiones más baratas.

La espontaneidad es mi segundo nombre

Todo empezó por una llamada de Pati por la noche: "Milka, hay billetes en oferta para el puente de mayo, para Rygge. Nos vamos? ".

Podéis adivinar cual era mi respuesta. Al principio decidimos que aunque no hubieramos llegado a organizarlo, habríamos perdido solo 40 PLN, nada. Pero yo no me rendé y al fin y a cabo me lo planifiqué todo. Solo mi madre se vino destrozada. Me acuerdo de que elle se quejaba a una amiga:

-Cariño, que tendría que hacer? Mi Justyna está para nada, solo sigue viajando!

-Es fácil: deja darle el dinero.

-Pero ella se ha inventado un viaje para el cual no necesita dinero!

Planificación del viaje

Nuestra escapada era prevista para 4 días y 4 noches. La planeamos de manera que nos permitiera ver un poco (nos orientamos sobre todo a atracciones gratuitas) sin mucho esfuerzo. Decidimos no correr riesgo de un viaje más largo, como hasta los fiordos, porque no queríamos perder el vuelo de vuelta.

Salimos a las 6 de la mañana. Aterrizamos al aeropuerto de Oslo Rygge más o menos a las 8. Optamos por hacer dedo a Drammen que es un pueblo pequeño cerca de Oslo y sobre el cual oímos que era muy pintoresco. Al inicio no era fácil, ya que nadie no quería cogernos directamente del aeropuerto, por eso tuvimos que caminar a la carretera más cercana, es decir por 2 km. Después todo salió a pedir de boca, que se paró el primer coche que pasaba. Resultó que el conductor era... polaco! Nos contó un poco sobre como se trabajaba en Noruega, como era la vida de emigrante. Nos dio un aventón justo al centro de Drammen.

El pueblo pareció de verdad maravilloso: casas bonitas, el orden, preciosa vista al agua... Nuestra primera misión era encontrar un lugar para pernoctar. Antes comprobé por Internet que en Drammen se hallaba algún parque el cual rápidamente encontramos. Era bonitisimo, pero estaba en una colina con ladera bastante inclinada. Maldecíamos todos estos momentos cuando en vez de hacer abdominales tumbadas en el suelo y correr pasábamos el tiempo con series y galletas. Sobre todo, cuando rojas como tomates, sin aliento, como una sopa por el sudor, apenas subiendo bajo nuestras mochilas mirábamos a unas contentas abuelitas que nos pasaban al trote; no solo que parecían tener 70 años y la marcha no le daba ningún esfuerzo, sino que también charlaban al mismo tiempo!

Finalmente conseguimos llegar al sitio. En el parque (que en realidad era un bosque con sendas indicadas) había vario equipamiento de fitness, unos bancos orientados a la vista panorámica por la ciudad y aseos, limpidisimos y gratuitos. Nos alejamos un poco de edificios y allí plantamos nuestra tienda. En Escandinavia se puede pasar la noche en tienda en cualquier sitio, incluso los parques municipales o territorios privados. Hay dos condiciones: la tienda debe plantearse al menos 100 m. del más cercano edificio (en otro caso hay que pedir el dueño por permisión) y, la segunda, saliendo hay que dejar el sitio limpio. Muy contentas dejamos nuestras cosas en la tienda y fuimos a dar un paseo por el pueblo. Los noruegos son muy proba nación y no os robarán nada. En ciudades mas grandes hay más riesgo de la parte de variadas minoritarias culturales afluidas allí que tienen otros costumbres.

Ya dado el paseo, volvimos a nuestro campito y queríamos hacer fuego. Desgraciadamente nos enteramos de que se lo puede hacer únicamente hasta mitades de abril (según algunos fuentes sería el fin de este mes, pero no os fiáis de ellos! ). No obstante, seguimos teniendo suerte, ya que el agua en aseos estaba tan caliente que sin problema se podía hacer un té o una sopa china instantánea (por lo contrario, no lo probéis con jalea, que no está caliente hasta el tal punto- lo comprobé! ). Nos lavamos un poco, nos vestimos con pijamas y fuimos a dormir absolutamente contentas. La noche, al igual como dos siguientes, era muy dura por la causa de bajas temperaturas. No quiero asustaros o desanimaros, pero la verdad es que nos pusimos toda la ropa que teníamos y aún así nos temblábamos de frío. La mayor causa de esta situación era la falta de apropiados sacos de dormir. Si invertís o prestáis de alguien un saco adaptado a temperaturas realmente bajas (bajo cero), no tendréis este tipo de problemas.

Por la mañana nos calentamos gracias a té, desmontamos la tienda y nos fuimos en camino para pedir botella hasta Oslo. De nuevo, cuando encontramos un buen lugar donde el coche podía pararse sin riesgo, todo fui pronto. Esta vez nos cruzamos con un bastante adinerado noruego nativo que nos contó como se había enriquecido y construido una quinta de 10 dormitorios y nos llevó no solamente al Oslo, sino también nos dio una vuelta en coche por la ciudad, comentándonos la historia y los monumentos. Nos dejó al lado del parque Vigeland. El sitio era bello, pero no encontramos allí un lugar para acamparse a nuestro gusto. Era que ya entendíamos la importancia de té caliente y allí no había acceso al agua caliente. Eso no significa que el parque completamente no podía servir para pernoctar. Creo que se puede escoger allí un rincón agradable. Después de haber considerado los pros y los contras, optamos por pasar al menos primera noche en un acampamento situado un poco a las afueras. Finalmente nos quedamos allí por dos noches. En la temporada alta está abierto también un camping en el centro de la ciudad que sería muchisimo mejor si quisierais ir a Oslo en verano.

La gente del acampamento nos miraba como si estuvieramos chifladas. Nuestra tienda era la única en el mar de caravanas. Caravanas y... vestidos con raros uniformes rojos, enloquecidos estudiantes del instituto que estuvieron de jolgorio. Nos enteramos de que en Noruega se empezó Russ, es decir una fiesta de alumnos del último año. Durante esos 3 semanas ellos tienen que cumplir diferentes graciosos (de vez un cuando aún peligrosos) misiones, beben mucho, se divierten, y todo esto sin quitar su vestido especial.

Después de nuestra estancia en Oslo sobre la cual seguro escribiré más, tuvimos que volver al aeropuerto. Esta vez nos echó la mano mi padre quien encontró en linea un sitio perfecto para jalar dedo. Llegamos allí en metro y en realidad en 3 minutos nos encontramos en camino hacía el aeropuerto, donde dormimos la ultima noche. Nos cruzamos allí con unos estudiantes españoles que estuvieron de Erasmus en Cracovia y igualmente pasaron la noche en el aeropuerto después de visitar Oslo. Como en el grupo siempre mejor, nos acostamos al lado de ellos.

Lo más divertido es que finalmente casi perdimos el vuelo. Nos despertamos a las 4, cuando en el aeropuerto ya empezaba el meneo. No nos dimos prisa, que ya estuvimos al sitio. Comimos algo, cambiamos la ropa, lavamos dientes y nos dirigimos al control de equipajes. Allí estaba una larga cola, pero el tiempo nos pasó volando y por eso no nos dimos cuenta de que faltó poco para que perdieramos el vuelo a Polonia más pronto que detrás del control vimos nuestra puerta y una azafata se puso a gritar: "You're going to Warsaw? It's the last call! " (es. "Vaís a Varsovia? Es la ultima llamada! "). Afortunadamente todo acabó bien y volvimos a casas sanas, con bolsillos no completamente vacíos y con fabulosos recuerdos.

Como reducir los costes

Para terminar os doy mi receta sencilla para una barata escapada a la Península Escandinava:

1. Llevados la comida con vosotros.

   La comida tenía que caber a nuestras mochilas, no había otra solución. En Noruega los productos más simples alcanzan precios de esclusa. Por eso empacamos pan, manzanas, salchichas kabanos, paté, sopas chinas, jaleas, galletas, té. Nos llevamos también bocadillos para el primer día. Ya en el lugar de destino teníamos que comprar solo agua, porque se prohíbe transportar en equipaje de mano más que 10 cl. de liquido.

2. Pasad las noches "al estilo ocupa"

   En Noruega, asimismo como en toda la Escandinavia, la tienda de campaña se puede montar en cualquier lugar que se encuentra a 100 m. de edificios más cercanos. Así se puede ahorrar mucho, porque aún los campings cuestan en Noruega bastante caro. Si estáis listos para aventuras, esto es algo para vosotros. El país es seguro y nada de malo no se os debería pasar. Los fogones en la temporada alta están estrictamente prohibidos (el clima es muy seco y de verdad no es difícil causar un incendio), pues respectad esta regla. Solo no olvidéis dejar vuestro acampamento limpio.

   

3. Preparados todas las informaciones necesarias

   Comprobad por Internet con antelación donde podáis plantar la tienda. Leed los foros, imprimid las mapas útiles, sobre todo con carreteras y puntos donde se puede pedir botella marcados. Informados también sobre los horarios de museos, transporte publico, precios de comida y campings por si acaso, a lo mejor vuestro "squatting natural" no saldrá? Aunque no penséis gastar el dinero, llevados por si acaso una cuota que os permita p. ej. pagar por alojamiento y el traslado al aeropuerto.

4. Desplazados en autostop

   Es muy simple! Los noruegos son muy simpáticos y ayudantes. Pati y yo, nos sentíamos muy seguras y el transporte era muy rápido. Recordados de llevar unos cartones y rotuladores para que el nombre de vuestro destino sea bien visible desde lejos. Nunca montéis en coche de alguien que os parezca sospechoso. En estas situaciones fíados de vuestra intuición. Leed también algo sobre los puntos donde el coche puede parar fácilmente cuando el conductor os nota desde lejos (no os pongáis nunca adelante o detrás de curva) y cuales rutas hay que evitar (para no quedarse en algún paraje desolado).

   

5. Pensad bien antes de preparar maletas

   No llevados mucha ropa, pero lo suficiente para no pasar frío. No olvidéis coger unas botellitas de jabón o pasta de dientes. Preparad un cálido saco de dormir, un chaquetón, os pongáis zapatos cómodos. Conoced en detalles los restricciones de la campaña aérea. Si lleváis la tienda de campaña, os aconsejo reemplazar ordinarias estacas de metal con unas de plástico o de madera, p. ej. Al parecer en las aduanas no sean muy estrictos con ellas, pero para que arriesgar?

   

6. Que os lo paséis de maravilla!

   Como ya sabéis como prepararos, os queda solo comprar un billete y venga! Al camino! Buena suerte!

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