Sognsvann, el lago perfecto

Hoy vengo a hablaros de Sognsvann, el lago del que disfruté durante mi erasmus por estar a 5 minutos de mi casa andando. Lo de perfecto es porque hasta la fecha no he visitado ninguno que haya gozado tanto.

Primero de todo, debo deciros que hoy es un día muy especial para mí porque hace exactamente un año que partía hacia Oslo, sola, con dos chaquetas y unas botas que entonces me parecían algo rígidas (se hicieron blandicas, vaya que sí... ). Como es el aniversario, he decidido escribir de lo que más me gustaba: el lago.

Sognsvann es un lago de tantos de los que hay por allí. Como es normal, en invierno se hiela. La capa de hielo sobrepasa el metro de grosor y al nevar encima, parece que no hay lago. La gente camina por encima y hace esquí de fondo (cross country, odioso para mí). Alrededor del lago hay un camino de tierra, completamente natural, a la que la gente va a correr o a pasear. Está habilitado para minusválidos a pesar de ser de tierra. En invierno es... algo traicionero porque hay alguna subidita y se hacen mega placas de hielo.

NOTA: aprende a deslizarte en el hielo. Evitarás caídas.

Además, todo alrededor del lago está lleno de árboles. La naturaleza es brutal, vaya.

En invierno, con las condiciones adecuadas puedes ir a Sognsvann y ver la aurora boreal. Condiciones adecuadas que puedes consultar aquí: http://www.gi.alaska.edu/AuroraForecast/Europe/2014/01/18

Yo me enteré tarde del asunto por lo que no pude verla... ¡Pero volveré!

Como ya he dicho en otro post, también puedes ir a hacer barbacoas porque el lugar está habiltado con mesas y sillas. Hay incluso baños públicos.

En invierno, los más valientes van a correr (valientes por lo del hielo, porque el frío al final acaba siendo lo de menos) y los menos, pues nos dedicábamos a pasear. Darle la vuelta al lago son unos 5 kilómetros más o menos.

En primavera y verano los corredores se multiplican. Yo fui una de ellas, toda orgullosa. La verdad es que es perfecto porque al ser el suelo de tierra, tener algunas subidas y bajadas y la distancia... Perfecto. Y para el que quiera más y no se quiera ir demasiado lejos pues siempre le puede dar un par de vueltas. De hecho, participé en una carrera de 5 kilómetros que se hizo en el lago, allá por mayo. El acontecimiento fue organizado por el supermercado Meny, lo cual significó que había stands con todo tipo de productos GRATIS. Y si en España aprecias la palabras GRATIS imagínate en Oslo...

También hay un campo de volley playa por lo que puedes jugar si está vacío o preguntar si puedes unirte. Por supuesto, los domingos si hace sol se llena de gente haciendo barbacoas. Familias enteras, perro incluido, se hacen sitio en el césped (oh maravilloso césped y no como el de España que es amarillo feo feo). Te cruzas con niños correteando desnudos que se bañan en el lago. Los padres parece que se lo piensan algo más...

En verano, las dos pasarelas que hay en el lago quedan para uso de la gente. Una de ellas está pegada a la orilla y la otra algo alejada para que si te cansas puedas subirte a descansar. En caso de que seas un motivado y te bañes, claro.

Y como no podía ser de otra manera, el lago es un sitio genial para hacer fotos. En todas las épocas del año.

Cuando vino el buen tiempo me dedicaba a irme en bikini a tomar el sol. Es cómodo porque alrededor hay colinas y césped, así que puedes plantar tu toalla en una de ellas y llevarte un libro. Y sí, el sol de Noruega broncea aunque no lo creáis.

De Sognsvann salen también rutas de senderismo y esquí de fondo. Así que no lo dudes (al menos en la primera opción, porque a mí la segunda me salió un poco mal). Las rutas salen de... conforme llegas al lago desde Kringsjå a la derecha. Sino, siempre puedes preguntar, pero están muy bien indicadas. En otro post os comento... :P

Ha det bra, como se dice en Noruega.

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