Negación a San Valentín, pero amor en Oslo

Buenos y soleados días desde Valencia, erasmusitos:

Aprovechando que hoy es este aberrante día de los "enamorados" me gustaría comentar muy brevemente cómo se vive ese día en Oslo, bueno o cómo lo viví yo.

Hay que decir que soy una negada de este día de los pies a la cabeza. Nunca me ha gustado. Si eres romántico y detallista lo eres todo el año. Punto. Si no lo eres, ¿para qué obligar a alguien a fingir algo que no es porque el contexto consumista se lo obligue? No, no es necesario...

Allí en Noruega los supermercados también se vistieron de colores, bombones y corazones. Todo se volvió amor. Menuda semanita, por dios. Pero bueno, con humor todo se pasa.

[Ale, como no me deja girar las fotos, se queda de lado, pero véis cuan amorosas éramos entre nosotras xD]

Por mi parte, yo decidí comenzar el día con humor, así que antes de salir de casa decidí llenarle la puerta de posts - its a mi querida Flavie, ya que como ya comentado en múltiples ocasiones estábamos en el mismo pasillo. Recuerdo que en uno preguntaba que si quería ser "mi San Valentín". En otro le puse que la quería mucho y ocsas por el estilo, todo muy gracioso y con toque burlesco, pero en realidad, era cierto que la apreciaba mucho y a falta de maromo, buena es una amiga.

Y me fui a clase. Ella no sé si estaba durmiendo o se había ido, pero me daba igual. Con imaginarme su sonrisa tenía suficiente. Luego, a la hora de comer, tocó a mi puerta toda riéndose y risueña dándome las gracias y besándome. Dijo que se había alegrado mucho y que la había hecho sonreír. Los posts - its permanecieron allí todo el erasmus restante, eso es: mucho. 

[My Valentine's :P]

Yo sonreía tontamente cada vez que los veía :)

Como el año pasado caía en jueves, ese día el pub no abrió, pero aprovechó el viernes e hizo una fiesta de San Valentín súper graciosa en la que el pub se petó de gente. Increíble. Pusieron música hasta las 3 de la noche y llenaron los cristales y ventanas con corazones de purpurina y corazoncitos colgando. Yo me traje un par de corazones de purpurina a casa y luego un corazoncito colgante se quedó en la puerta de Kringsjå. Realmente, los adoronos de mi cuarto allí estaban hechos con las cosas que iba recogiendo más las que me llevé. Era una mezcla chula.

Como véis, no hice nada del otro mundo, pero el resto del mundo sí que hizo algo de la nada. Pasad un buen viernes mis erasmusitos.

Muá & love.

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