Viviendo un año en el estado del sol

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Para contaros un poco sobre mí y sobre las razones que me llevaron a viajar y explorar tantos sitios y culturas, tengo que remontarme al 2010, donde empezó todo.

Al acabar el instituto tuve la suerte de pasar un año como estudiante de intercambio en Estados Unidos, más concretamente, en Orlando, Florida.

Orlando es una de las ciudades más visitadas de los Estados Unidos, pero muy poca gente ha llegado a explorar la ciudad de verdad, más que nada porque la gente viene por sus parques de atracciones: Disney World, Universal studios, SeaWorld, etc. Estos son solo unos pocos de todos los parques que hay.

Como estudiante de intercambio que era, pude experimentar la vida en la ciudad desde una perspectiva completamente diferente. Solía ir a la ciudad de Orlando de verdad, iba a clase en una zona muy bonita de las afueras y caminaba por calles que los turistas normalmente ni llegaban a pisar. Orlando, más que un lugar que atrae a millones de turistas al año, me parece más buen un pueblecito tranquilo del cual me conozco todas las calles.

Estuve viviendo con cuatro familias diferentes el tiempo que estuve allí, así que pude experimentar el estilo de vida americano de cuatro formas diferentes. Todavía mantengo el contacto con alguno de ellos, y ya son como una familia para mí. Gracias al programa, también conocí a estudiantes de intercambio de todas partes del mundo, a los que ahora, casi cinco años después, puedo llamar mejores amigos.

La gente que conocí, la cultura que descubrí y todos los sitios preciosos a los que fui me cambiaron, y me volvieron una persona con una gran curiosidad sobre el mundo y su gente. Desde entonces, he viajado a muchos sitios emocionantes, y he visitado a viejos amigos que hice durante el intercambio. No he parado de buscar nuevos lugares, de ahorrar para los viajes y de hacer mis sueños realidad. Para mí, Orlando es y siempre será el sitio especial en el que todo comenzó.