Descubriendo el mejor destino europeo de 2017

Lamento decirte que no importa cuántos días te quedes en esta ciudad, ¡nunca será suficiente para conocerla a fondo! Y créeme, llevo toda mi vida viviendo aquí y sigo descubriendo cosas nuevas de vez en cuando.

En este post, junto con las fotografías, os comparto algunas de nuestras mejores características.

Para empezar, no puedes irte de Oporto sin visitar la famosa y preciosa estación de ferrocarril São Bento. Miles de personas llegan y acuden a este lugar a diario, ya sean residentes o turistas. No pasa un minuto sin que alguien saque una foto a la que es una de las estaciones de ferrocarril más antiguas de Europa. (¡Si quieres, puedes comentarme qué te parece la foto y pedirme más!).

Una vez sales de São Bento, sigue recto y llegarás a Avenida dos Aliados. Desde aquí puedes ver el ayuntamiento de Oporto (el edificio que se ve en la foto). Además, a tu derecha encontrarás un McDonald's, el cual está considerado como el más bonito de Europa. Si te pierdes, no te preocupes, pregúntale a alguien; ¡aquí en Oporto todo el mundo intenta ayudar a los demás!

Seguimos, ¡no te voy a hacer bajar! ¿Ves Ribeira? Podría apostar que ya la has visto en fotos, los botes de madera que te llevan de una punta a la otra del río para echar un vistazo a los cinco puentes, la otra vista hacia Cais de Gaia. Bueno, pues ¿cómo olvidar el increíble puente de D. Luís I? ¡Puedes cruzarlo no solo por la parte inferior, sino también por la superior! A mí me encanta este puente. Cuando lo cruzamos en la noche de San Juan, ¡se mueve! Hay tanta gente cruzándolo que literalmente se mueve solo, ¡es increíble! ¡Tenéis que verlo!

No puedo comentarte todos los sitios a los que deberías ir, ¡debes descubrirlo por ti misma/o! Solo hazme un favor: tienes que contemplar el atardecer desde el puente D. Luís I, te dejo una foto para que descubras cómo se ve. ¿Conoces la palabra «serenidad»? Es lo que se siente; simple, pero fascinante.

¡Yo no puedo evitar enamorarme una y otra vez de esta ciudad! Y espero que tú tampoco...