Portugal, Día 2

Nuestro segundo día en Portugal fue un "tour" de Oporto. Nos levantamos pronto por la mañana para tener bastante tiempo a ver muchas cosas. Primero, desayunamos en nuestro hostel. El desayuno era muy rico. Todos los platos, vasos etc. parecían de India, como la decoración del hostel en general. Había varias cosas para desayunar, entonces comimos bastante y luego ya salimos. Caminamos hasta el centro de Oporto, mientras estábamos mirando la arquitectura de los edificios en nuestro alrededor. Los edificios en Portugal son muy originales -son grandes de estilo clásico, pero en el mismo tiempo hay una variedad de colores y también hay muchos grafitis y tal. Dicen que Portugal es un de los países más importantes para la cultura del street art y eso se ve por la calle: hay frases, versos de poemas y hasta pinturas increíbles.

Fuimos al Centro de Oporto y visitamos algunos castillos históricos. Luego fuimos a la oficina turística, donde nos registramos en un tour esa misma tarde. El tour era para ver como se produce el famoso vino de Oporto y sería en español. Era muy interesante, porque la guía nos habló en detalle sobre la producción del vino Oporto, las maneras de conservarlo y los detalles que lo hacen tan especiál e importante. Las botellas más viejas de Oporto cuestan miles de euros y hay un entero proceso de mantenerlas en la misma alta calidad desde el día de su producción hasta ahora. Al final del tour, nos sentamos en una aula muy grande, con mesas de madera, donde había un bar y nos ofrecieron dos copas de vino Oporto a cada uno: una copa de vino blanco y una de vino tinto. Su sabor es muy buena, aunque es un vino dulce y yo en general prefiero el vino seco. Así, me ha gustado más el vino tinto, porque era menos dulce que el blanco. En todo caso, fue una experiencia muy bonita. También compramos una botella de vino Oporto (pero el tinto) para beber una noche en el hostel o algo así. Al final no lo pudimos hacer y abrimos la botella en el aeropuerto! Pero hablaré en detalle sobre la historia esa en otra entrada.

Después de nuestro tour, fuimos a comer en un restaurante que se encontraba cerca del centro de Oporto, pero en el mismo tiempo un poco fuera de la zona "turística", porque preferíamos comer en algún lugar tradicional, pero sin demasiada gente y el ambiente del "automático" de las zonas turísticas. Después de comer, fuimos a caminar cerca de un puerto pequeño (no el puerto "principal" sino uno que se encontraba fuera del Centro de Oporto) y luego buscamos un parque que nos habían dicho que era bonito. Al final, encontramos el parque ese, pero permanecería abierto media hora más, entonces no nos daba tiempo explorarlo. Hemos caminado un poco dentro del parque, solo para ver el ambiente y luego ya nos fuimos.

Volvimos al hostel y me acuerdo de que el día siguiente nos iríamos a Lisboa (pero primero pasaríamos de otros pueblos -lo voy a explicar en la siguiente entrada) y por eso no queríamos salir de fiesta. Yo seguro que me quedé a dormir, pero no recuerdo bien si nos quedamos todos al hostel o si la mitad del grupo salió. Lo seguro es que el segundo día en Oporto era tan interesante como el primero -o quizás aún más. Oporto es una ciudad bonita, con su propio caracter. Me pareció un poco como si fuera a Hydra, mi isla griega de preferencia, no tanto por su paisaje, sino por el ambiente en general: el mar, el puerto con los barcos y las luces y esa tranquilidad que te hace querer ver más de ese país misteriosa e increíble.



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