Paseo en barco y cena en la Ribeira

Hace algunos meses decidí comprar un billete para visitar en barco rabelo el río Duero.

Fui hasta Oporto. Por doce euros y medio, pude coger un crucero que atravesaba los seis puentes de la ciudad a través de sus aguas durante unos cincuenta minutos. El barco estaba lleno de turistas y había pocos portugueses.

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• Había un área especial en la cubierta, donde servían copas del espumoso vino de Oporto portugués. También vendían algunos bocadillos y otros dulces.

Entré y me sorprendí cuando vi a un dueño entrar con su perro. El pobre animal estaba desconfiado e intentaba salir del barco, pero finalmente acabó por estar contento durante todo el viaje.

El clima fue muy agradable, incluso cálido. La fresca brisa del río era muy acogedora. Era imposible no dejarse llevar por el deslumbrante paisaje, por aquellas vistas que transmiten tanta tranquilidad.

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El tiempo pasó volando y me di cuenta de que era casi la hora de mi reserva en el restaurante Fish Fixe. Afortunadamente, estaba a diez minutos de distancia. Justo ahí, en la orilla del río de Oporto, en un lugar muy conocido.

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Eran las ocho y media de la noche. Como el interior del pequeño restaurante estaba lleno, decidí quedarme fuera, con una vista privilegiada sobre el río, el puente y los alrededores.

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Los empleados, aunque eran muy agradables, parecían un poco torpes, pero nada exagerado. He de reconocer que fue una noche muy especial. El puerto es particularmente hermoso en verano... y sus noches son realmente cautivadoras. Portugal es un país rico en escenarios idílicos como este.

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La comida era magnífica y me salió a muy buen precio, considerando la calidad que ofrecían.

Yo me pedí bacalao con patatas asadas y arroz, acompañada de ensalada. Para beber me pedí un zumo natural y de postre una mousse de chocolate, que vino muy bien presentada.

• En caso de duda, siempre es mejor elegir otra zona de la ciudad para disfrutar de una comida más barata. La zona de la Ribeira do Oporto es famosa por tener restaurantes que se benefician de los turistas, así que tened cuidado

De fondo, había un músico tacando el violín. Los mejores ingredientes se juntaron e hicieron de estas horas, un momento inolvidable.

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