Explorando la belleza de Núremberg

A 170 kilómetros del norte de Múnich, Núremberg, la ciudad más grande de toda Franconia, es una de esas ciudades en las que tienes que vivir durante un tiempo para poder apreciarla adecuadamente. Núremberg no solo alberga historia por doquier, sino que también es un claro ejemplo de la cultura alemana y de la cultura bávara (sobre todo de esta última).

Mi aventura en esta ciudad comenzó en el verano de 2015, cuando tuve que mudarme a Núremberg para comenzar mi periodo de prácticas y desde el momento en el que llegué, he estado prendado por el asombroso espíritu de este lugar. Durante mi estancia, pude probar y sentir una pequeña parte de la cocina alemana en algunos restaurantes, como Hütt'n, donde sirven las mejores Bratkartoffeln, salchichas y Sauerbraten. Además, cada sábado tenía lugar un mercado al que me encantaba ir para comerme un buen Brezel mientras me bebía una refrescante Radler. Pero tampoco me disgustaba la comida dulce, por lo que visitaba las tiendecitas de la zona y preguntaba por las Lebkuchen (lo mejor de Alemania). Sin embargo, lo que de verdad le da a esta ciudad ese toque especial son, en mi opinión, los impresionantes edificios situados en el casco antiguo de la ciudad; y, hablando del casco antiguo, no está de más decir que alberga un castillo, una iglesia alucinante y (así es Núremberg) el Museo del Juguete. Además, otra de las señas de identidad de Núremberg es su mercado navideño; y sí, ahora todos me diréis que los mercados navideños están en toda Alemania, en Viena, en Praga y en mil ciudades europeas más, pero os aseguro que no hay ningún otro mercado como el de Núremberg. Es el más famoso y miles de turistas que lo visitan cada año para sentir la magia de la Navidad me avalan. No solo se trata del tentador aroma del Glühwein y del ponche ni de las almendras tostadas, sino que también consiste en estar con tu familia y amigos.

En el mundo, hay muchísimas ciudades impresionantes. Muchas de ellas albergan mucha historia, otras ofrecen la mejor gastronomía del mundo y otras brindan el mejor entretenimiento y diversión. Sin embargo, para mí, Núremberg es una ciudad que combina todo eso y que encima te aporta algo más: el sentirte como en casa.

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