Estudiar en el Nazareth College

¡Hola a todos!

En este artículo os hablaré de cómo es estudiar inglés en Nazareth College. El sistema y la construcción de las tres semanas del curso de idiomas nos mantuvieron muy ocupados, pero al terminar nuestras destrezas eran mucho mejores. En el segundo día en el Nazareth College, hicimos un examen de evaluación y nos dividieron en grupos: principiante 1 y 2 y avanzado 1 y 2. El examen de evaluación constaba de una prueba escrita, una de comprensión y una parte oral. Cada grupo estaba formado por 10-12 personas, la cantidad ideal para trabajar bien. Todos los profesores tenían una personalidad fuerte y eran profesionales geniales que derrochaban amabilidad, empatía y humor. Además del estudio como tal, por la tarde los profesores nos invitaban a sus casas y organizaban excursiones. Un grupo de alumnos pasó una tarde en casa de su profesor haciendo tarta de queso, por lo que puedo decir de corazón que nuestra relación con los profesores iba mucho más allá de lo profesional. Incluso ahora, si tengo un problema o quiero compartir algo con mi profesora, sé que puedo contar con ella, lo que es una pasada.

Lo que más me gustó del Nazareth College es que cada clase era distinta y servía para mejorar distintas habilidades. Eran clases interactivas. No penséis en aburridas clases de gramática, sino en trabajo en equipo, proyectos, presentaciones, improvisar, razonar, cantar y con ello, conocer mejor la cultura y la personalidad del resto. Tuvimos horas y horas de debates sobre nuestros países, familias, metas, sobre la sociedad en general, sobre política, calentamiento global, racismo y tradiciones. No progresamos solo como hablantes del idioma, también como filósofos. Las conversaciones que tuvimos abrieron nuestra mente y nos hicieron pensar. No suelo compartir mis pensamientos y opiniones sobre la vida de forma tan sincera como lo hice allí. Sin embargo, el Nazareth College era el sitio perfecto para escuchar a los demás y construir algo precioso juntos.

La evaluación final fue un proyecto: una presentación y un trabajo escrito sobre cualquier tema de nuestros países. La contaminación del aire en China, las condiciones de los trabajadores húngaros en Londres, comparación del sistema sanitario húngaro con la media europea, la educación en Nepal, política de Bélgica, las redes sociales peruanas, emigración mexicana... Mis clases favoritas eran en las que aprendíamos locuciones y expresiones, pero en este proyecto final vi incluido todo lo que habíamos trabajado en las últimas tres semanas.

En la ceremonia de graduación nos dieron un diploma, pero todos sabíamos que lo que nos llevábamos era el conocimiento, las ideas, las charlas y las relaciones entre nosotros, no un papel.

Un dato extra (sobre mi grupo y mi profesor en concreto). Mi profesora, Patricia, era tan amable y se preocupaba tanto por nosotros que nos preguntó qué campo académico nos interesaba e intentó organizarnos excursiones. Llamó a sus conocidos, amigos y parientes para que la ayudaran y consiguió llevarnos a lugares que nos interesaran. Por ejemplo, el estudiante belga de Psicología tuvo la oportunidad de visitar un gabinete de psicología y mi compañera de clase Anna y yo fuimos a un centro de fisioterapia, ya que ambas estudiamos Ciencias de la Salud. Este regalo no tuvo precio y lo único que puedo decir de Patricia, nuestra profesora, ¡es que era la mejor!

Si estudias Fisioterapia, lo que voy a escribir ahora te interesará. En Estados Unidos esa carrera dura 6 años, más que en cualquier universidad de Europa. El curso es muy bueno, lo único malo es que es muy caro. Sin embargo, con ayuda de las becas nada es imposible. El Strong Memorial Hospital de Rochester nos acogió dos días, en concreto su zona ambulatoria. La primera diferencia entre un fisioterapeuta estadounidense y europeo es quitar los puntos. En Hungría, de eso se encarga el médico, pero en Estados Unidos el fisioterapeuta lo puede hacer perfectamente. La otra diferencia es sobre la terapia de movimiento activo. En Hungría, solemos describir y mostrar a los pacientes los ejercicios que queremos que hagan, pero aquí no es tan importante porque hay una máquina de gimnasia para cada tipo de ejercicio y los pacientes saben qué hacer y cuántas repeticiones porque todos saben usar esas máquinas. La gimnasia típica que a nosotras nos enseñaron en la universidad aquí la han sustituido por máquinas y aparatos de gimnasio que consiguen movimientos más precisos y efectivos. De todos modos, me alegro de que nuestro conocimiento teórico y práctico fuera suficiente como para poder discutir distintos casos y métodos con los fisioterapeutas. Y todos eran muy amables e inclusivos con nosotras. ¡Gracias otra vez, unidad de fisioterapia del Strong Memorial Hospital!

Mi próximo artículo será sobre entretenimiento en la escuela de verano del Nazareth College y sobre amigos de todo el mundo.

Gracias por leer. Dóra.

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