Día 7 en Nueva York: Naciones Unidas y Coney Island
¡Hola de nuevo y bienvenidos un día más a mi blog! Parece mentira pero ya es mi séptimo día en Nueva York… Aún no me lo creo. Ya se va notando el cansancio pero nada nos para y hoy el día ha vuelto a estar súper bien. Voy a empezar por el principio, y lo primero que hemos hecho ha sido visitar las Naciones Unidas.
Pues bien, lo que hicimos fue comprar los tickets con antelación ya que si no corres el riesgo de quedarte sin poder entrar. Se comprar a través de la página web oficial de las Naciones Unidas, y el precio para estudiantes es de trece dólares más los impuestos que siempre ponen, por lo que en total pagas quince dólares por la visita guiada (en este caso hay que coger visita guiada porque sino no te dejan ver todas las salas…).
Una vez tienes las entradas, lo que tienes que hacer es llegar unos quince o veinte minutos antes a la sede de las Naciones Unidas para poder identificarte y que te den la pulserita con la que puedes acceder al recinto. Como siempre pasa en este tipo de sitios tienes que pasar un control, y ya después puedes empezar a visitar con tu guía.
Nosotras teníamos la cita a las nueve y media de la mañana, por lo que os podéis imaginar lo muchísimo que tuvimos que madrugar. Sin embargo, mereció muchísimo la pena.
Antes de nada, las Naciones Unidas se fundaron en 1945 por cincuenta y un países para promover así la defensa por los derechos humanos, seguridad y economía del mundo. Aunque empezaron siendo pocos países, actualmente hay ciento noventa y tres países que forman parte de esta organización, siendo Sudán del Sur el último en entrar en el año 2011.
La sede internacional de las Naciones Unidas, como podréis imaginar, se encuentra en Nueva York y la visita guiada te permite ver las salas más importantes que hay en la misma. La sede está compuesta por cuatro edificios y es enorme. Además, tiene un gran valor arquitectónico y fue diseñada por un diseñador americano llamado Wallace Harrison.
En primer lugar, cuando ves la sede por fuera impacta de lo bonita que es. Los edificios molan un montón y además el conjunto está rodeado por todas las banderas de los ciento noventa y tres países que forman parte de esta organización. Aquí os dejo un par de fotos:
A parte de hacer unas cuantas fotos en la entrada, lo que hicimos rápidamente fue buscar dónde estaba la bandera de España. Como truquito por si vais, las banderas están colocadas alfabéticamente así que sabiendo eso os será más fácil buscar la vuestra.
Pues bien, en cuanto al interior, nada más entrar al recinto se puede ver una escultura de una bola del mundo dorada, y si te diriges hacia el mirador del final (algo que recomiendo totalmente) se tienen unas vistas increíbles de Brooklyn.
Después de ver la especie de patio interior ya toca entrar al edificio para empezar con el tour y lo primero que ves es una exposición de fotos súper chula y un conjunto de cuadros con los retratos de los distintos secretarios generales de la historia de las Naciones Unidas.
Después de ver el hall principal comienza propiamente la visita, y la mayoría del tiempo transcurre en la llamada Torre de la Secretaría. Allí se puede observar lo siguiente:
a) Security Council: este Consejo se encarga de mantener la paz y seguridad en el mundo. Aquí os dejo una foto:
b) Economic and Social Council: este consejo promociona la cooperación y el desarrollo económico y social. Por aquí os dejo otra foto:
c) Trusteeship Council: este Consejo se encarga de supervisar la administración de los territorios que forman parte de las Naciones Unidas. Como curiosidad os digo que igual esta sala os suena porque en ella han dado discursos personajes importantes. Por aquí os dejo una fotillo:
Según vas andando de una sala a otra puedes ir viendo por los pasillos distintos cuadros, objetos... Esta colección de dibujos explicando los derechos humanos me pareció súper bonita y por eso os dejo su foto por aquí:
Después se pasa a otro edificio para visitar el enorme hemiciclo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que es el órgano oficial de la organización. Sin embargo, antes de llegar nos enseñaron este mural que os dejo por aquí:
Como véis es una forma muy original de presentar los distintos objetivos que tiene actualmente la Organización de las Naciones Unidas.
Pues bien, volviendo al tema de la Asamblea General, cuando digo que es enorme lo digo de verdad, ya que tiene una capacidad para casi dos mil personas. A mi esta sala me encantó, y de hecho no pude evitar hacerme esta foto que os dejo por aquí:
En total estuvimos aproximadamente una hora con la visita, y al final estuvimos un ratito viendo la tienda oficial en la que vendían un montón de cosas chulísimas. Aún así, me aguanté las ganas y no compré nada…
La verdad es que recomiendo bastante esta visita ya que mola un montón ver las salas y las exposiciones, pero también que el guía te vaya explicando las cosas para poder enterarte de todo. Si venís con tiempo a Nueva York, en mi opinión esta debería ser una parada obligatoria.
Pues bien, después de la visita a las Naciones Unidas no sabíamos muy bien qué hacer, así que pusimos rumbo a Coney Island. Ya para empezar os digo que creo que fue un error irnos hasta allí, pues se tarda una hora para ir y otra para volver, y lo que había allí no valía la pena. Aún así os voy a contar un poco en qué consiste, ya que creo que es una visita que sí que molaría hacerla en verano, y a lo mejor estáis leyendo este blog con idea de viajar en junio...
Coney Island es un barrio de Brooklyn muy particular, ya que lo que le caracteriza es que tiene un parque de atracciones gigante, con grandes montañas rusas y atracciones originales. Por aquí os dejo una foto de una de las montañas rusas que más me sorprendió:
Nada más llegar a la parada de metro de Coney Island te encuentras con una tienda que se llama "It's Sugar", lo que te hace hacerte una idea rápida del sitio al que has llegado. Un lugar con un montón de puestos en los que venden helados, algodón de azúcar... ¡Una feria en toda regla!
Aquí os dejo la foto de la tienda:
Impactante, ¿eh?
Pues bien, cuando andas un poco llegas a la parte más guay de la zona, el gran paseo marítimo llamado “Boardwalk de Coney Island” y en él se puede para pasear al lado del mar hasta llegar hasta Brighton Beach. Por aquí os dejo un par de fotos:
Por el paseo se pueden ver los puestos de los que os hablaba previamente con las sillas y mesas para comer algo, sin embargo, estaba todo un poco muerto ya que ya os he dicho que no es la época para ir... Aún así hice esta foto que me apetece dejar por aquí:
En cuanto a la playa, es una playa bastante larga en la que si quieres tirarte un buen rato caminando, puedes hacerlo. Además, al final de la playa se puede encontrar su correspondiente muelle desde el que se tienen unas vistas muy bonitas (salvando las distancias con un cierto parecido a los muelles que he visto en California...). Por aquí os dejo una foto de las vistas desde este sitio:
Siguiendo con las cosas que se pueden ver en Coney Island, el New York Aquarium también se encuentra por aquí y es el acuario más antiguo de Estados Unidos.
Muy cerca del acuario se puede ver también el Luna Park, aunque solo en verano porque el resto del año está cerrado. Es un parque de atracciones súper original porque se pueden ver juegos de feria como los de hace años. Por tanto, aunque no se puede comparar con los grandes parques temáticos del país como Disneyland o Universal Studios, el toque especial del Luna Park hace que sea interesante ir. Además, por los alrededores se puede disfrutar de algunos “shows de freaks”.
Finalmente, como datos curiosos, algo que se celebra en Coney Island es el concurso para ver quien es capaz de comer más perritos calientes. Este concurso se celebra en el famoso Nathan’s cada cuatro de julio. El récord está en sesenta y dos perritos calientes en diez minutos… ¡Increíble pero cierto!
Otro dato interesante es que mucha gente celebra el inicio del año en Coney Island dándose un baño en esta enorme playa, algo que me parece alucinante porque os podéis imaginar lo fría que está el agua en esta temporada del año… Para mi sería impensable pero hubiese estado guay ver a toda la gente hacer esta locura.
Pues bien, he empezado diciendo que es una visita que no merece la pena hacer en invierno, ya que es cierto que es un sitio que en verano debe estar súper chulo pero desde luego visitar Coney Island no es un plan para hacer en pleno mes de enero… Por tanto, creo que esto sí que es una buena excusa para sumar a la lista de razones por las que tengo que volver a Nueva York pronto (en concreto en verano y, a poder ser, un verano de dentro de poco…).
Dicho esto, me despido por hoy y volveré el próximo día para hablaros sobre la segunda parte del día. ¡Hasta la próxima!
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