Visita Familiar

Desde el jueves he estado completamente ausente. Mi familia vino a visitarme y no hemos parado ni un segundo (creo que he andado más este fin de semana que durante toda mi vida junta). Os cuento lo que hemos hecho, que a lo mejor os mola como planning y lo usáis si vuestros padres/amigos/whatever vienen a visitaros.

Mis padres llegaron el jueves al mediodía. Se quedaron en un hotel cerca de Jean Medecin, se llama "Hotel New York", es de tres estrellas, y no está del todo mal. Si vivís en el centro, este es un buen hotel, ya que está a una distancia bastante buena de la playa, de la parte antigua de la ciudad, y se sitúa en una zona bastante comercial. Mi hermana, por otra parte, se quedó en mi casa, así se ahorran una habitación de hotel.

Esa primera tarde, en la que tampoco teníamos mucho tiempo, paseamos hasta Place Massena, por el parque y hasta el paseo marítimo. Anduvimos hasta el Negresco, parada obligatoria cuando vienes a Niza, aunque sea sólo para hacerte una foto fuera, y luego caminamos a lo largo del paseo marítimo y hasta la vieille ville. Para cenar, fuimos a un pequeño restaurante hindú que hay en los soportales de Massena. Habíamos ido antes, y la verdad es que está bastante bien. No es excesivamente caro, y si os gusta explorar gastronómicamente hablando, es un buen lugar para ir. Además, una de las camareras, que es un encanto, habla algo de español y es de lo más risueña, así que os lo pasaréis pipa con ella. Por la noche, lo de siempre: Check Point (para que mi hermana conociera un poco más las soirées niçoises).

Al día siguiente fuimos a Cannes. Como expliqué en la entrada que dediqué a esta ciudad, cogimos el tren. Los billetes se pueden comprar en la estación, pero atención: hay unas máquinas en las que te deja pagar con monedas O con tarjeta. Nada de billetes (lo que es una jodienda, porque no sueles tener 9 euros en suelto... ). Así que, o pagáis con una tarjeta francesa (y no os garantizo que funcione), o tenéis suelto, o, como última opción, os tragáis la cola y compráis en una taquilla normal y corriente, donde podéis pagar como os de la real gana.

El día en Cannes se presentaba nublado, frío y bastante desagradable. De hecho, mientras paseábamos hacia la playa, nos cayeron algunas gotas y empezamos a sospechar que iba a caer una buena. Y, efectivamente, mientras comíamos (por suerte, en un lugar cerrado), empezó a caer el diluvio universal.

No cogimos el barco hasta la isla, porque mi madre tenía miedo de marearse debido al temporal (hacía viento, había estado lloviendo hasta hacía escasos minutos... ), y preferimos no arriesgarnos. Así que caminamos hasta la parte antigua, que está en lo alto de una pequeña montaña. Subimos escaleras y más escaleras, y por fin llegamos a una pequeña iglesia desde la que hay unas vistas bastante bonitas de Cannes.

Al volver a Niza, dormimos una siesta cortita, y salimos a cenar. En la parte vieja, donde suele estar el mercado durante el día, cenamos en un restaurante italiano.

Al día siguiente, aunque teníamos planeado ir a Èze, decidimos quedarnos en Niza. Esto se debió a que Èze es un pueblo bastante empinado, con escaleras, cuestas, etc., y todos estábamos bastante cansados, además de que algunos ya no tienen edad para estos trotes. Otra opción es también ir a Mónaco, lo que pasa es que mi madre ya había estado y prefería ver otro lugar que no conociera. Así que nos quedamos aquí y subimos a la montaña de la que hablé en otra entrada, la de la cascada.

Caminamos de nuevo por la promenade. Como podéis ver por la gente de la foto, no hacía mucho frío, sino que se estaba bastante a gusto al sol. Incluso hacía un poco de calor. Subimos hasta la montaña, fuimos al parque, estuvimos un rato mirando y admirando las vistas, y luego fuimos hasta la cascada.

Después fuimos hasta lo alto del mirador, desde el que se pueden sacar unas fotos increíbles. Además, el mar tenía un color azul intenso que no pude evitar fotografiar una y otra vez.

Después fuimos a comer a un restaurante cerca del pueblo en el que se come la socca, una comida típica de aquí de Niza. El sitio se llama Chez Pipo, o algo así, y está cerca de la Plaza Garibaldi. No sé bien cómo describiros la socca, sólo puedo deciros que es como si comieras pan. Es como una tortilla de harina, y está buena, el problema es que la ponen sola, sin acompañamiento alguno, y es como comer pan sin nada. Y ya se sabe lo que se dice; "pan con pan, comida de tontos". Pero aquí les gusta, así que allá ellos...

Después fuimos caminando hasta la Plaza Garibaldi para coger el tranvía de vuelta al hotel, y cuál fue nuestra sorpresa al encontrarnos un pequeño mercadillo de antigüedades (y trastos viejos también... ) en plena plaza. Así que, para finalizar la entrada, os dejo con un self-portrait muy singular.

¡Espero que os haya servido/gustado y que lo hayáis disfrutado!