Las mejores cosas para hacer en Neuchâtel
Neuchâtel es considerada una de las mejores ciudades históricas de Suiza. Es increíble como una herencia medieval tan bien conservada puede servir de hogar para una de las universidades líderes de Suiza. Os recomiendo seriamente visitar esta ciudad, y si lo hacéis, aquí tenéis unas cuantas cosas para visitar:
Castillo de Neuchâtel
El castillo de Neuchâtel está construido sobre la colina que corona el lago con el mismo nombre. Fue originalmente acabado en el siglo X, pero continuó sufriendo modificaciones a través de los años. El castillo sufrió la influencia de varios reyes, entre ellos el francés y el habsburgués. En 1707 cayó en las manos del rey de Prusia. Todos estos individuos llevaron a cabo sus propios cambios en el castillo, convirtiéndolo en la maravilla que hoy es. Antaño, el castillo sirvió de hogar para los señores, y hoy en día sirve de lugar para el gobierno cantonal y los tribunales de justicia. Es posible visitar el castillo gratuitamente del 1 de abril al 30 de septiembre.
La colegiata
La colegiata está situada muy cerca del castillo. Es una iglesia protestante que fue construida en el siglo XII, y completada durante el XIII. Pero, en el siglo XIX el edificio sufrió modificaciones a manos del arquitecto Léo Châtelain. Añadió un toque neogótico a lo que previamente era una iglesia de estilo románico y borgoñés. En el interior de la iglesia debéis mirar hacia el techo, que está pintado de tal manera que recuerda a un cielo lleno de estrellas, y un cenotafio que data de 1372 y perteneció a los señores de Neuchâtel. Está muy bien pintado, y en él hay talladas 15 estatuas.
Las cuevas de Neuchâtel
Algo divertido que hacer en Neuchâtel, si queréis saliros de lo común que suponen los museos y el turismo, serían las catas de vino en las maravillosas cuevas de Neuchâtel. Puedes reservar tu visita de lunes a viernes (de 7:30 a 12). Neuchâtel está rodeado de 12 hectáreas de viñedos, lo que significa que tienen un alto nivel de producción de vino. En los años cuarenta, se construyeron bodegas en el Palacio de Alexandre DuPeyrou (conocido a día de hoy como el Hotel DuPeyrou). Alexandre DuPeyrou fue el hombre que publicó los trabajos de Jean-Jacques Rousseau después de su muerte. De todos modos, este hotel construido en el siglo XIX, es conocido como un paraíso gastronómico, y es desde el siglo XVIII que alberga catas de vino.
Fuente de Griffon
Las fuentes son muy simbólicas en Suiza, especialmente en Berna. Son absolutamente impresionantes, todas y cada una de ellas son diferentes, y tienen una historia detrás. La de Neuchâtel se remonta a 1664. Es de un color azul y dorado, e incluye una criatura mitológica similar a un halcón, pero con el cuerpo y las patas de un león. El halcón simboliza al rey del aire y el león al rey de la tierra, es un símbolo de poder y fuerza.
Maison des Halles
Está situada en la Place des Halles. Es considerada un punto histórico y de referencia en Neuchâtel. Fue construida en el siglo XVI, y actuó como sala de reunión, en la que se llevaban a cabo las negociaciones. En la planta baja se vendía grano, y telas en la planta superior. A día de hoy, la Maison des Halles es un restaurante original y sofisticado, que pone énfasis en el detalle y la presentación. También disponen de bar y cafetería, si lo que te apetece es descansar un rato, y te gusta viajar al pasado, esto gracias a la decoración del local.
Jardín botánico
Si es un día precioso, y estás buscando un sitio en el que poder relajarte unas horas, entonces el jardín botánico es una maravillosa opción. Está situado en el Valle de Ermitage, en las colinas de Neuchâtel. Hay una amplia variedad de vegetación, incluyendo alpina, mediterránea, tropical y del desierto. Conservan 3600 tipos de plantas que crecen en diferentes hábitats, como meandros poco fértiles, robledales y arbustos. No os olvidéis de visitar la parte de las hierbas aromáticas, es una de mis favoritas. ¡Siempre cojo romero fresco o tomillo para llevármelo a casa!
Museo de Historia Natural
Al igual que muchos museos de historia natural, el de Neuchâtel alberga exposiciones permanentes de especies, pájaros e insectos que se encuentran en Suiza. Está muy cerca del centro de la ciudad, y la entrada cuesta 8 CHF para los adultos, y gratis para los niños hasta 16 años.
Museo Etnográfico de Neuchâtel
El museo etnográfico se abrió por primera vez en 1904, y se encuentra en la Villa de Pury. El museo comenzó cuando el general Charles Daniel de Meuron, en 1975 decide regalar todo su armario de objetos históricos a la ciudad de Neuchâtel. En consecuencia, un hombre llamado James-Ferdinand de Pury, donó su villa, la "Villa de Pury", para la creación del museo. El museo alberga 50 000 objetos relacionados con todos los continentes, África, América, Asia, Europa y Oceanía. Desafortunadamente, la exposición está cerrada hasta febrero de 2017, ya que está siendo renovada en este momento. Aun así, merece la pena visitarla cuando vuelva a abrir sus puertas.
Centro Dürrenmatt
El centro Dürrenmatt de Neuchâtel, es un museo dedicado a los trabajos de Freidrich Dürrenmatt, un novelista y artista suizo. La exposición refleja el arte de Dürrenmatt, y como se relaciona y se combina con su literatura.
Museo de Arte e Historia
El museo está situado en la explanada de Léopold-Robert 1, cerca del puerto. Es un museo con exposiciones permanentes y temporales, ambas muy variadas. En las permanentes, debéis ver "Neuchâtel: una historia milenaria". Esta exposición te lleva a través de la historia y los cambios que ha sufrido Neuchâtel desde la Edad Media. La exhibición de relojes es maravillosa, y alberga piezas de Ferdinand Berthoug y Abraham-Louis Breguet: dos importantísimos relojeros. También son muy importantes los 3 autómatas de Jaquet-Droz, su hijo y Jean-Fréderic Leschot, entre 1768 y 1774. Estos autómatas retratan al escritor, el músico y el diseñador. El primer domingo de cada mes se realiza una exhibición donde se demuestra como fueron creados.
Más cosas para hacer:
Coged un barco y cruzad el lago:
¿Que hay más romántico que navegar el lago Neuchâtel montados en un crucero? En verano no puede haber actividad más perfecta que esta. Es posible montar en este barco del 1 de mayo al 15 de octubre. El crucero dura cuatro horas, y tienes la posibilidad de visitar los tres lagos: Neuchâtel, Biel y Murten.
Coge un tren hacia Les Brenets:
Esto es algo que hice cuando llegué a Neuchâtel. Se coge un tren en la estación, hacia La Chaux-de-fonds. Desde La Chaux-de-fonds vas a La Locle, desde donde cogerás un pequeño tren hacia Les Brenets. Es un pequeño y adorable pueblo de campo por el que podrás pasear. Es un lugar tranquilo para una buena caminata por la tarde.
"Saut du Doubs":
El Saut du Doubs es algo increíble e imprescindible si disponéis del tiempo suficiente. Es una caminata que dura 1 hora y 15 minutos desde Les Brenets, y cogeréis la ruta hacia Saut du Doubs, está bien indicada, y su longitud es de 4, 75 km. También está la alternativa larga, que dura 5 horas y 40 minutos, perfecta para fanáticos del senderismo. Saut du Doubs es una impresionante cascada en el medio de un bosque. Es una vista magnífica, y es algo que si tienes tiempo, debes visitar.
"Creux du Vin":
Similar a Saut du Doubs, Creux du Vin es otro regalo de la madre naturaleza. Se puede coger el tren desde Neuchâtel hasta Noraigue, y desde aquí comienza la ruta que dura 5 horas, y cuyo destino es una maravilla mundial. Creux du Vin se asemeja a un anfiteatro creado con rocas, situado a una altura de 160 m.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Top things to do in Neuchâtel
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