Pompeya
Si tienes oportunidad de ir, ¡hazlo, merece la pena desviarse un poco! Es uno de los yacimientos arqueológicos más bonitos del mundo.
Es un lugar mágico. Cuando uno pasea por esta antigua ciudad romana, tiene la impresión de volver al pasado.
Pompeya está en el sudeste de Italia, a pocos kilómetros de Nápoles, al pie del Vesubio. Fue una ciudad muy importante, fundada en el s. VI a. C., hasta que una gran erupción volcánica la sepultó bajo las cenizas en el año 79 d. C. Tenía 25 000 habitantes y hubo varios miles de muertos. Supuestamente, la erupción alcanzó los 20 km de altura.
Esta poderosa ciudad cayó en el olvido. Lo más increíble es que no se redescubrió hasta que no se realizaron excavaciones en el s. XVIII.
¿Cómo llegar hasta allí?
Desde Nápoles es muy sencillo: basta con coger el tren directo que sale desde la estación central. El recorrido es de unos 40 minutos y cuesta menos de 3 €.
Anécdotas
El Vesubio aún está activo. Puede visitarse y de hecho se puede subir hasta la cima, que es genial. No solo puede verse el enorme cráter de un volcán tan importante, sino que además las vistas de la bahía napolitana desde allí son espectaculares.
Entramos sin pagar porque en Italia el primer domingo de cada mes muchos sitios turísticos son gratis. Os recomiendo contratar un guía para sumergiros mejor en la apasionante historia de este lugar.
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