Nápoles y Pompeya

Nápoles

Tuve la oportunidad de pasar un fin de semana en Nápoles con una amiga que también estaba de Erasmus en Italia.

La idea era reunirnos en Nápoles ya que yo subía de Calabria y ella venía de Termoli. Así que, me subí al tren para reunirme con mi amiga en la estación de Nápoles.

Al llegar, buscamos nuestro alojamiento que estaba cerca de la estación. La verdad que nos dio un poco de miedo por el barrio y al encontrarlo fue todavía peor. Cuando llegamos había un portal que estaba abierto e iba a dar a una especie de patio con aparcamiento y tenía el acceso a varios portales. Había un hombre en el patio que nos miró de arriba abajo controlando nuestros movimientos. Nos dirigimos hacia lo que parecía la recepción y el señor nos llevó hasta el portal que correspondía a la habitación, abrió la puerta y luego subimos unas escaleras que daban a una puerta de pin y pon, casi había que agachar la cabeza para no darse con el techo. Al entrar, nos enseñó una habitación doble con baño, parecía bastante limpia y nos preguntaron a qué hora querríamos el desayuno. Luego se marchó cerrando la puerta.

A la mañana a la hora indicada lo oímos en la planta inferior y después subió con una bandeja con tostadas y leche con café de sobre.

Nos quedamos flipando porque la habitación no tenía ventana, era como un sótano sin serlo y tenía una rejilla que daba a un parking. ¡Esto era un cuchitril en toda regla! pero bueno para dos noches podíamos aguantar.

Nos fuimos a ver Nápoles, me quedé alucinada de lo guarra que está la ciudad. Es que vayas por donde vayas ¡hay basura en el suelo! y me sorprendió que estuviera así una ciudad tan turística. A pesar de esto, disfruté igualmente de la ciudad pero tenía las expectativas más altas.

Lugares que visitar

Visitamos la galería de Umberto primero, famosa por su cristalera, aprovechamos a tomar un café y la sfogliatelle un dulce de hojaldre con fruta y ricota por dentro ¡delicioso! Estuvimos en la plaza del plesbiscito que queda cerca de allí y nos quedamos impresionadas por su tamaño, justo ese día había un concierto y estaban tocando en directo.

Paseando por la ciudad vimos la Piazza Nicole Amore que es un cruce de dos calles con los cuatro edificios iguales y también la vía de san Gregorio que está llena de talleres artesanales de Belenes algo que llama la atención si no vas en navidad.

Visitamos también el Castillo Nuevo, me gustó bastante puedes ver las tumbas donde están los esqueletos y pusieron suelo de cristal por encima para verlo todo desde arriba. Si te acercas a la azotea verás el Vesubio al fondo y el puerto de Nápoles.

Después de ver el castillo fuimos todo por el puerto paseando y viendo el mar hasta llegar al segundo castillo. El Castillo del huevo está en la costa hay que cruzar la pasarela donde hay vendedores de palos selfies y algún que otro pintor que vende sus cuadros. Cuando subimos a la azotea del castillo vimos desde el mirador toda Nápoles y mirando hacia el mar se podía percibir la silueta de Capri, ya que estaba el cielo completamente despejado, muy bonito.

Estábamos cansadísimas así que cenamos algo y fuimos para la habitación. La noche que pasé más miedo de mi vida. ¡Se escuchaban disparos! Mi amiga me decía que estaban de fiesta porque se sentían como fuegos artificiales pero yo sabía que no eran fuegos porque a las 4 de la mañana era imposible. Luego pregunté a un italiano y me dio la razón, eran disparos. Mi amiga flipando y yo con más miedo aún.

Al siguiente día fuimos al mercado, ya que había puestos cerca del centro y me sorprendió que después de comprarme una camisa, el vendedor me comentó que tuviera cuidado con la mochila porque había ladrones en el mercado. ¡Muy atento por su parte!

Después de recorrer toda la calle comercial, fuimos al funicular para visitar el castillo de san Elmo. Las vistas son impresionantes ves todo Nápoles, el Vesubio al fondo y como estaba anocheciendo nos quedamos para ver bajar el sol. ¡Una chulada!

Probamos la pizza en la pizzería más antigua del mundo. Mucha cola pero pudimos comer la pizza en la L’ Antica pizzería da Michele y estaba rica la verdad.

Excursión a Pompeya

Aprovechamos los 3 días al máximo y uno de ellos nos fuimos a Pompeya, ya que está cerca de Nápoles y queríamos ver cómo quedó la famosa ciudad devastada por la lava del volcán. Tuvimos que coger dos trenes, es decir hay que hacer transbordo y como no teníamos clara en que parada le acabamos preguntando al revisor. Cuando llegamos compramos las entradas y mi amiga iba leyendo las cosas importantes, para hacernos una idea de lo que veíamos porque no íbamos con guía y sino, solo ves piedras nada más.

Me gustó mucho la casa del Fauno, el prostíbulo porque puedes ver cómo era y el anfiteatro romano. También puedes ver la gente calcinada en vitrinas que tiene su encanto.