¿Tienes claro tu destino? Los mejores chollos en alojamientos son los primeros en volar, ¿dejarás que se te adelanten?

¡Quiero buscar casa YA!

continuación 2

Publicado por flag-es lidia martin — hace 11 años

0 Etiquetas: flag-it Experiencias Erasmus Milán, Milán, Italia


   

Volvía a mi habitación, cogí todo el equipaje y salí pitando por la puerta antes de que Silvia saliera de la cocina y me viera con toda esa carga un tanto sospechosa.

El primer paso estaba hecho. Pero tenía que dejar las llaves. Si bien de persona no me atrevía a hablar con la señora p. creo que se merecía una pequeña explicación de los hechos. Asíque subí al séptimo y le escribíque dejaba el piso por problemas sentimentales y económicos dándole las gracias igualmente. Y le dejé la nota y las llaves en el suelo frente a su puerta.

Salí a la calle y creía que podría con todo hasta la estación de tren. Pero cruzada la primera calle me di cuenta de que iba a necesitar ayuda. Ni arrastrando el muerto de la bolsa de viaje, mis fuerzas eran limitadas. Probé a pararme cada diez metros, pero no llegué muy lejos. Me quedaba más de la mitad del camino…Tan desesperada estaba que llegué a pedir un taxi. Para bien o para mal el taxista que se acercó me dijo que tenía que llamar para pedirlo. Llamé al número delostaxis y me dijeron que no había ninguno libre por la zona.

Así que continué como un alma en pena con la casa a cuestas. Por fin un chico me ofreció una mano. Me acompañó hasta el metro, fue mi salvación. Pero allí en el metrohabíaun montón de escaleras, volvía perder la esperanza. Y de nuevo un hombre apareció para ayudarme a superar el obstáculo y me metí en el metro.

Llegué a la estación de MilanoCentraley ya no me quedaban fuerzas, aún tenía que comprar el billete y el tren para Torino estaba a punto de partir. Una mujer solidaria me ayudó esta vez, era un poco extraña y por un momento pensé que escaparía con mis cosas mientras yo compraba el billete. No podíacomprarel billete porque la máquina no aceptaba mi dinero (cosa que es bastante frecuente).

Así que decidí ir al tren  igualmente, a veces no pasaba el revisor a esa hora, y si pasaba ya pagaría. Pero tenía que escapar de Milán, porque no quería estar en la estación una hora esperando al próximo tren, con la ansiedad de imaginarme a Silvia que me perseguía y me encontraba.

La mujer me acompañó hasta la puerta del tren y me deseó buena suerte.

Y al fin respiré tranquila cuando el tren partió, sintiéndome como la heroína de una película de aventuras que ha conseguido superar un reto imposible. Siendo consciente de que no lo habría logrado sin la ayuda de esas tres personas que para mí fueron ángeles caídos del cielo.

No volví a tener noticias de la señora P. ni de ninguna chica del piso. Normal, pues como no habíamos llegado a ser amigas no tenían mi dirección de correo electrónico, ni sabían mi apellido, no podían encontrarme por Facebook, solo tenían un número de teléfono móvil falso.

Aún me siguieron preguntando un montón de chicas si elpostolettoseguía libre y yo les daba el número de teléfono fijo del piso.

Los primeros días después demiescapada aún me sentía algo culpable. Había una pequeña voz que me decía que no había actuado correctamente. Pero pronto la hice callar, puesto que me encontraba demasiado bien en mi nuevo habitáculo como para ponerme a pensar en el infierno vivido.

Eso sí, sigo lamentando el haber dejado en estas chicas una mala imagen de España. Porque, ojalá que tengan la mente suficientemente abierta como para no caer en el error de las generalizaciones, ojalá que tengan oportunidad de conocer a otras personas españolas con las que hagan buenas migas y todo vaya perfecto…pero si no ocurre nada de esto, cada vez que alguien les pregunte por España o los españoles…ellas pondrán cara de asco y, en el mejor de los casos dirán:

Mira, no sé como serán los españoles, pero conocí a una chica de Valencia, que nos dejó tiradas a mi y a mis compañeras de piso yéndose sin avisar y dejándonos la dura tarea de encontrar a una chica que la sustituyese en su postoletto. Así que no me hables de ellos, por favor.

                                                Torino

Así comencé una nueva etapa mucho más relajada en casa de la señora A., con un acuerdo de palabra y un trato mucho más amable y familiar del que había recibido en Milán.

Tenía toda la paz del mundo, en un piso casi independiente, con vistas a las montañas nevadas, cerquita de mi amor…Un sueño.

Lo único incómodo de estar viviendo en Torino fue que tenía que coger el tren muy pronto por las mañanas para llegar a clase en Milán.

Cuando tenía clase a las ocho y media tenía que levantarme a las cuatro y media, coger un tranvía fantasma para llegar a la estación de trenes y allí coger el regional que tardaba dos horas en llegar.

Pero acabé cogiendo cariño al tren, es todo un mundo. Allí te puedes encontrar cualquier cosa: monedas, anillos, ganchos del pelo, paraguas, y tantísimos periódicos y revistas. En el tren pasé tantas horas. En las que comí, dormí, estudié, escribí parte de este texto, conocí a gente.

Valió la penavenirse aquí, puesto que la calidad de vida era mucho mayor. Y comprando el bono mensual del tren, aun me salía más barato vivir en Torino que a un cuarto de  hora en metro de la universidad.

Valió la penavenirse aquí, puesto que la calidad de vida era mucho mayor. Y comprando el bono mensual del tren, aun me salía más barato vivir en Torino que a un cuarto de  hora en metro de la universidad.

Es cierto que si me hubiera comprado el bono del bus o del metro para ir por Milán desde la estación de trenes hasta launi, me habría salido ya por el mismo precio. Pero como ya había sobrevivido a la experiencia de caminar dos horas al día, seguí caminando para llegar a laUni. Pero reconozco que sí que cogí el bus que me hacía un buen papel, porque me llevaba cinco paradas al final del trayecto. Claro que no paguémai, y no era la única. Mucha gente en este país entran por la puerta de detrás del bus, no pagan y luego salen por la puerta de delante. Y nadie les dice nada, así que yo aprendí de ellos. Es un poco caótico pero en fin, hay que sobrevivir.

En la casa de la señora A. podía estudiar con más tranquilidad que en la habitación compartida. Aunque es cierto que a veces del piso de abajo llegaba una música insoportable y un olor a marihuana nauseante. Era el hijo de la señora, todo un señorito. Un ni-ni que daba pena, porque siendo inteligente como era, se dedicaba a levantarse a medio día, llamar a sus amigos para que se quedaran todo el día con él en casa viendo la televisión, oyendo música electro, y haciéndose porros. De vez en cuando hasta tenían las fuerzas de mover los dedos para jugar a laplay. Se alimentaba básicamente de pizzas, hamburgesas y coca cola. Yo sabía que habían hecho muchos viajes a EEUU, así que imagino que debió de marcarle mucho ese viaje para adoptar a raja tabla la cultura de allí.

Lo que menos me gustaba era pensar que el dinero que yo le daba a la señora A. era la paga que daba a su hijo para que fuera a discotecas, se comprar tabaco, bebida ymaria. Se puede decir que el dinero que yo le daba ellos se lo fumaban.

Pero en fin, tenía que pagar a esa señora que me hacía el favor de estar usando su cocina y casi la mitad de su casa. Además ella me caía bien, me daba a veces de comer y era siempre agradable y simpática conmigo. Su hijo era educado conmigo, aunque me ignoraba, pero no era la indiferencia asquerosa de las chicas del piso de Milán. Era una indiferencia típica de un chico más pequeño que tú que vive en su mundo. Así que yo le ignoraba a él también y todo perfecto.

perro. Su madre y su abuela. La abuela era una cocinera excepcional, hacía unas tartas, un tiramisú, unas pizzas…Todo maravilloso. Y siempre me daba un poco de todo para probar.

A veces desde arriba yo oía como gritaba el tonto del chico este a su pobre abuela cuando ella venía a despertarlo a la una de la tarde toda preocupada. Daban realmente ganas de pegarle una torta para que se espabilase de una vez por todas. Pero tanto su abuela como su madre eran demasiado buenas con él. Le limpiaban todo, le fregaban los platos, le hacían la camita…Tienen una parte de culpa importante de haber dejado que este vago por naturaleza se hiciera aún peor.Y me preocupa que este tipo de individuos sean los que colonicen el mundo el día de mañana. Espero que con un poco de suerte no encuentre novia, y no se reproduzca. Así se extinguirá y el mundo será mejor.

Aunque tampoco me gustan los individuos ciegos de ambición que trabajan hasta las tantas solo para ser superior a todos y chafar al que haga falta por avanzar un puesto en su trabajo. Es el otro extremo que tampoco es saludable.

Volviendo a Torino, puedo decir quemegusta esta ciudad, porque es más pequeña, todo está más cerca. Es más parecida a Valencia en eso, si bien aquí no hay playa, vaya, vaya. Pero hay un inmenso río y una colina preciosa. Parques enormes, todos bien conservados, muy verdes. Muchísima arquitectura barroca, calles con aceras porticadas…Es una ciudadmuyelegante.Chapaditaa la antigua pero me gusta mucho, la verdad.

En el rio no te puedes bañar, eso sí. Dicen que puedes morir envenenado si bebes un poco de esa agua. Que no hay ningún pez y está contaminadísimo. Aquí se come de forma excepcional, una vez al año hacen la feria del chocolate, me encanta. Hay un chocolate típico, el giandulla, que a mí me vuelve loca. Aunque donde está el fondente que se quiten los demás.

Aquí he sido muy feliz desde enero, saliendo con mi novio y sus amigos los fines de semana y disfrutando de las mejores pizzas que he probado en mi vida. Cada viernes, casi sin falta, nos vamos a la pizzería de un amigo y nos hace una obra por un precio risorio.

Pero pago mi pizza con alegría puesto que aquí en Torino para colmo, logré encontrar trabajillos.

Pero pago mi pizza con alegría puesto que aquí en Torino para colmo, logré encontrar trabajillos.

Por fin me llamó gente normal que estaba interesada en clases de español, ahora mismo tengo dos alumnos la mar de simpáticos y de buena gente.

Un hombre que trabaja en la oficina de turismo, que necesitaba empezar desde cero. Ahora ya vamos por los verbos, empieza a hacer las primeras frases. Empecé a dar las clases por pura necesidad económica y aunque la sigo teniendo reconozco que me da satisfacción no solo la recompensa económica, sino el ver que mi alumno progresa yle sirvo de gran ayuda para aprender un idioma que le puede ser útil en su trabajo.

La otra alumna es una chica australiana que necesita solo conversación para practicar el español, porque se hace un poco de lio con el italiano, confunde los dos idiomas y acaba hablando mal los dos. Para evitarlo ahí estoy yo que le explico las diferencias y le corrijo mientras habla. Es super agradable y agradecida. Yo de normal cobro siete euros la hora pero ella prefiere darme diez. Poca gente he conocido que fuera así de respetuosa, si bien puedo entender que ella tiene dinero de sobra. Pero si fuera una persona egoísta ese dinero de sobra se lo guardaría para ella y no me daría más de lo que le pido.

Al final me vi obligada a rechazar incluso propuestas, porque tenía que dedicar tiempo a estudiar de lo mio. Hubieron como cuatro o cinco personas que no pude tener como alumnos, porque su horario de disponibilidad no era compatible con el mio o cosas así.

Si hubiera tenido disponibilidad total encontrar trabajo habría sido mucho más fácil. Solo hay que tener un poco de paciencia al principio.

También conseguí un poco de dinero trabajando para un pizzero que necesitaba hacerse publicidad.

Fui por las calles tocando al timbre de las casas, presentándome como “publicitá”y metiendo folletos en todos los buzones. Era un poco más pesado físicamente, sobre todo cuando hacíacalor, pero no me supuso mucho esfuerzo mental. Acabé teniendo mi propio estilo de buzoneo, aprendiendo a despistar a los porteros, metiendo el folleto con una velocidad pasmosa, es todo un arte que me gustó descubrir.

Pero el pizzero dejó de llamarme después de decirle dos veces que no estaba disponible, una vez porque me puse mala, otra porque estaba en Valencia. Así que fue corto pero fue bonito mientras duró.

De momento solo es una propuesta, pero si todo va bien en julio también trabajaré, en esta ocasión cuidando a dos niños de cuatro y cinco años, que se van un mes de vacaciones y yo viviré ese mes en su casa para cuidarlos a jornada completa.

 

                                               


                                                   Exámenes

Ahora estoy a punto de enfrentarme  a una segunda etapa de exámenes, y necesito repasar mucho más para poder sentir que me lo sé todo bien. Pero más o menos una idea general tengo de todo.

Lo malo es que en la primera tanda de exámenes pude comprobar que la leyenda de que para los Erasmus los profesores son muy solidarios y flexibles es cierta. Entonces para este próximo encuentro me estoy relajando demasiado, pensando que serán igual de majos que la otra vez.

En el primer semestre tuve dos exámenes. Yo pensaba que trespero fueron solo dos, porque uno de ellos, de anatomía patológica, no tenía parcial. Así que tengo que hacerlo ahora a final de curso.

Me acuerdo el día que llegué allí toda nerviosa y empezaron a entrevistar a la gente. Porque aquí la mayor parte de los exámenes son orales, al contrario que en valencia, que no hay ninguno oral, son todo tipo test o preguntas abiertas, redacciones.

Cual fue mi sorpresa cuando empiezo a oir que preguntan sobre temas que no hemos dado en clase. Así que cuando llegó mi turno, antes de que el profesor me hiciera la primera pregunta le dije que creía que me había equivocado.

Con mi genial pronunciación tardó un poco en darse cuenta que era estudiante Erasmus pero enseguida me explicó que no existía parcial para ese examen y que tenía que presentarme al final del curso.

Pero es que no es tarea fácil entender estas cosas si no hay nadie que te lo explica. Porque dirás que está bien explicado en internet…donde al máximo te dicen el aula, la hora, el profesor y te dan una fecha, una fecha que eshipervariable.

Han llegado a cambiar tres veces la fecha de un examen, así porque sí, sin una razón lógica o simplemente una razón secreta, totalmente desconocida.

Y por supuesto no te dicen si se trata de un parcial, anual. Las fechas son una sorpresa que no se desvela hasta que queda solo un mes para examen, así que para quien tiene que coger un avión cada pocos meses es un desastre a la hora de organizarse.

Y pasa lo mismocon el horario, que es un misterio hasta que no llega el momento de empezar las clases. Solo te salva el preguntar a la gente, igual lo hacen adrede para que socialices un poco. O quizá es que les importan un pepino los estudiantes Erasmus y todos los estudiantes en general.

Entonces es cuando te das cuenta del lujo que es tener una agenda a principio de curso, en la que te dicen los exámenes de todas las asignaturas, fechas que no se modifican si no ocurre una catástrofe, horarios fiables.

A pesar se lo difícil que te parecía enterarte de las cosas, te das cuenta que tu Universidad es maravillosa y estásuperbien organizada.

Quizá no esté en elrankingde las cien mejores universidades del mundo, pero eso será porque lo hacen mal. Si solo tienen en cuenta los aprobados, la Universidad de Milán debe estar entre las primeras. Es casi imposible suspender.

En ese mismo día que me presenté a un examen al que no debía ir fui testigo de un espectáculo bochornoso: la corrupción de las notas, una auténtica negociación entre alumno y profesor de la nota que el primero creía que merecía tener.

Al final le ponían aún más nota, los pájaros cantaban en los árboles y todos parecían tan contentos. Todo en un ambiente de risas y cachondeo impresionante.

Me presenté a otros dos exámenes. Uno de pediatría, que en valencia es anual, aquí es la mitad. Pero por mucho que sea más corta como asignatura, sus quince temastendrían. Pero me quedé  a cuadros cuando me di cuenta que solo te hacían dos preguntas. Preguntas de desarrollo, generales, en las que podías extenderte y explicar al profesor todos los detalles, pero eran eso, dos preguntas. Sobre dos temas solamente. Si las hacías genial podrías sacar matrícula. Pero nadie controlaba que del resto de temas tuvieras una idea, aunque fuera lejana.

Además uno podría pensar que si no sabía uno estabas perdido y máximo sacabas un cinco, pero no. Si el profesor veía que el alumno se quedaba en blanco le preguntaba otra cosa, le daba pistas, salía por la tangente y acababa por preguntarle otro tema.

En ese caso, es normal que uno vaya a por la matrícula sí o sí. Por un lado es más motivante. En Valencia si no tienes un cerebro privilegiado tienes la convicción de que por mucho que estudies si el examen es chungo sacarás un cinco máximo. Pero aquí la gente va siempre a por el máximo porque nadie lo ve inalcanzable. Solo tienes que estudiar mucho, no hace falta que seas superdotado.

De hecho un chico se enfadó en el examen de pediatría porque le habían dado unanotaza, pero no la matrícula que él esperaba. Y trató de convencer con cara de pena a los profesores de que le dieran otra oportunidad.

Pero ellos no se la dieron y el pobre tuvo que conformarse con un diez. Yo saqué la nota más baja de la clase, pero con todo fue un ocho, así que salí más contenta que unas pascuas de aquel sitio.

Y el otro examen que hice aún fue más fuerte.No había estudiado nada de nada. Bueno, me había hecho esquema y había ido a clase, sí, pero solo eso. Así que me presenté solo por probar. Como era un tipo test, no iba a causar mala impresión a los profesores.

Pero resulta que aprobé, y saqué otro ocho. Estaba flipando de lo fácil que era, y no solo yo, porque ese examen también los hicieron las de Madrid, y estábamos todas que no podíamos creerlo.

Era de otorrinolaringología, una asignatura que en Valencia es parcial pero que enMilán la meten dentro de una signatura que también comprende oftalmología y alguna más. Así que solo pueden hacer preguntas  generales y chupadas, vamos.

Fue muy guay, el primer examen de la carrera que aprobé sin habérmelo preparado antes.

Así que en estos próximos exámenes tengo bastantes esperanzas de aprobarlos, pero no quiero confiarme.

Está también el hecho de que aquí tienen menos horas de clase, mucho menos. Porque dividen el curso en dos semestres, en vez de en cuatrimestres. Así que parece que las clases duran seis largos meses. Pero resulta que duran tres y los otras tres son solo para exámenes. Y hay convocatodias…Estraordinarias, superestraordinarias, convotarorias porque me da la gana, convocatoria de regalo porque soy amigo del profesor, hay una variedad amplísima de convocatorias. Da gusta la flexibilidad que hay. Vamos que te obligan a aprobar, debe ser que les conviene por algo.

Y las clases se dan dos horas seguidas, en teoría. Pero una clase que dura dos hora en teoría acaba por durar hora y media todos los días. Y si vas quitando media hora cada día las horas se reducen mucho. En Valencia esto no ocurre. La clase dura solo una hora, lo que ayuda  a que se cumpla entera. A veces incluso se les pasa rápido y te dan más tiempo. Y en caso de que el profesor falte se pone inmediatamente una fecha de recuperación.

Allí en Valencia las clases duran cuatro meses y luego hay dos meses de exámenes, con las mismas convocatorias que se han planteado al principio del curso. A mi me ha parecido un mundo aparte esta Universidad, realmente.


                                                   Conclusión

Me siento mucho más realizada en este ambiente de Torino, me siento orgullosa de haber podido superar tantos obstáculos que se me han planteado durante mi estancia en Italia. Creo que es una oportunidad maravillosa para abrir la mente a otras culturas y otras formas de ver la vida.

Es más, debería ser obligatoria.

Porque estar viviendo de prejuicios no es bueno. Gracias a irte y comparar puedes entender un poco más el contexto en el que se encuentra tu país, tu ciudad.

Es necesario un mínimo de seis meses, según mi opinión mejor nueve,para tener una idea de la cultura de un país y contactar con la gente, sean amigos, novios, familiares…Hay que interaccionar, claramente, con la gente del sitio. Si noaunquepasaras mil años no entenderías el contexto social de allí.

Y aún con nueve meses puede ser que no te des cuenta de nada, si te pasas el tiempo estudiando o siempre rodeado de geste de tu país.

Es inevitable no contagiarse un poco del carácter que tienen aquí, del acento, de su amor por la comida y los detalles.

Si en un futuro me tuviese una oportunidad de trabajo aquí no me importaría mudarme, tener hijos aquí,etc

Por supuesto volviendo siempre que pudiese a Valencia y a mi pueblo para no perder las relaciones que tengo allí.

Porque me encanta esa tierra y ahora más que antes, que entiendo mejor su valor. Cuando llego a mi casa me da impresión la cantidad de luz que hay allí. Además allí el día parece más largo, por un lado atardece siempre más tarde que aquí porque está más al oeste. Y por otro parece que tengas más tiempo por el horario que se lleva tan diferente.

Aquí se levantan igual a las siete, pero luego comen a las doce y media o a la una. Y como no suelen hacer merienda tienen que cenar muy pronto, a las siete y media u ocho. Así que a uno no le da tiempo de nada. Si salen por la noche cenan rápido para salir a las diez…porque las discotecas cierran a las tres de la noche, cuando allí empiezan a llenarse a esa hora.

Es otra historia. Deberían adoptar nuestra costumbre del almuerzo y la merienda y la siesta. Así serían más felices y estarían más tranquilos, más guapos y más sanos. Ya se darán cuenta.

En definitiva esta experiencia me ha servido para hacerme una idea de lo que sería vivir aquí en un futuro, me ha servido para entender mejor mi relación de pareja, para adquirir mucha cultura general, que me hace falta, la verdad. Porque de tanto que estudio de medicina a veces desconecto demasiado del mundo y no me gustaría acabar la carrera y no saber en qué mundo vivo.

Me  ha ayudado a reflexionar sobre mi identidad, mis orígenes, mi familia. A ver un poco más objetivamente cómo me comporto y las posibles razones.

He crecido como persona, como estudiante, y aconsejaría a todos los estudiantes que vivieran una experiencia como esta. En cualquier país, pues todos son curiosos. Italia está cerca, tienen una cultura y un idioma parecido al nuestro, así que pienso que para una persona que no se atreve a experimentar un cambio tan grande Italia es ideal, porque en poco tiempo te sientes casi como en casa. Es fácil adaptarse.

A pesar de las dificultades que se encuentran en el camino, luego te acabas riendo de todas esas experiencias. No me arrepiento de nada y volvería a repetir mil veces. Y sé que cada vez aprendería algo nuevo.

Comparto la idea de que el programa Erasmus es uno de los  mayores logros de la Unión Europea, así que lo felicito enormemente por su aniversario y espero que cumpla muchos años más

 

 

 

 

 


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