Happy hour, ese gran evento social.

Escribo happy hour porque lo pone en la puerta de muchos bares, pero realmente se llama;aperitivo;. Lo que para los españoles es un simple martini/cerveza/cualquier tipo de alchol acompañado de unos cacahuetes antes de cualquier comida, ellos lo convierten en algo grande, algo que de hecho sustituye a la cena.

Porque por toda Italia (Milán sobretodo) existen bares que ofrecen el aperitivo: consiste en tomarte un cóctel (que puede ser una cerveza, un refresco o un agua también pero te lo van a cobrar al mismo precio) que viene a costar entre 6 y 10 € (depende del bar en el que te encuentres) y con ese precio se te incluye un;todo lo que puedas comer; en versión mini buffet libre, calidad del cual, una vez más, depende del local en el que te encuentres.

Normalmente este gran ágape se compone de diferentes tipos de pasta (cómo no), trozos de pizza (Dios, ¿en serio? ) tostadas con tomate troceado con ajo y aceite de oliva (buenísimo por cierto) y poco más, pero es una divertida manera de salir a cenar y no dejarte un riñón en el intento...

Los cócteles por cierto riquísimos, llenos de azúcar, y la única clase de alcohol bebible en Italia.

La zona de este tipo de bares es, por experiencia, Navigli, barrio enteramente dedicado a ellos, muchísimo mejor en verano ya que con el buen tiempo convierten las calles en peatonales y todos sacan sus terrazas a la calle.

Y como estoy contando esto después de haber cenado una mísera sopa de sobre, me despido antes de que me entre el mono de la pasta (ah, por cierto, el mito es cierto, comen pasta como mínimo una vez al día quien no dos, y al volver de fiesta si tienen hambruna tienen el valor de hacerse más! sigo a la espera de ver a alguien mojando un trozo de pizza en el café a las 8 a. m. )

Nuevo desvarío sobre Milán mañana a poder ser.

Y fotos, para demostrar que MILÁN NO ES FEO (no sabéis la cantidad de gente que me lo dice porque lo han oído) en cuanto mi internet haga las paces con este blog y me deje cargarlas.

Ciao!

Blanca.