Downtown Mexico 2.

Con toda la seguridad del mundo les puedo decir que, si son amantes de visitar museos, no sólo deben pasarse por el Zócalo visitando Bellas Artes, porque entonces su visita cultural estará incompleta. Sé que es un lugar encantador que cautiva pero la cosa no puede quedarse ahí. 

Parte de un buen recorrido por el centro histórico, abarca visitar también el Museo Antiguo Colegio de San Ildefonso, que como su nombre lo dice, fue un colegio fundado por los jesuitas durante la época de la colonia. Y tendrá aproximadamente unos 20 años desde que se abrió como un espacio cultural, ofreciendo al público exposiciones de arte virreinal y contemporáneo. Así que realmente es una gran variedad de riquezas lo que podemos encontrar aquí, tanto mexicanas como de otras culturas.

Otra de las visitas obligadas, y una de mis más recomendadas sugerencias a visitar en el centro, es el Museo Nacional de Arte, otro bello palacio diseñado por obra de un arquitecto italiano, en el que incluso, las primeras piezas que lo conformaron como parte de su decoración, fueron originarias de Italia. Primeramente, este lugar fue sede del Palacio de Comunicaciones, hasta finalmente terminar siendo un lugar adaptado para presentar exhibiciones como museo.

Las obras que observarán aquí hacen referencia a épocas desde la etapa de la colonia (en los años 1500), hasta principios del siglo XX. Como se imaginarán, en estos largos siglos transcurridos, se comprenden diversos momentos históricos, en los que se fueron obteniendo piezas muy distintas unas de otras, así que lo interesante aquí es conocer el arte reflejado en el transcurso de estas distintas épocas, pues las salas del museo justamente están divididas en diferentes periodos históricos.

Ahora, por si creían que me había olvidado de la comida, no es así. Saben que siempre tengo presente como parte del itinerario de cada lugar del que les hablo, al menos una posible opción de lugares ricos (y bonitos), recomendables para ir a comer. Y como ya se que después de visitar el Zócalo y los museos, se encontrarán cansados y con ganas de algo rico de comer después de haber caminado tanto, aquí les dejo mis sugerencias.

Para seguir sintiendo la agradable atmósfera de la arquitectura de la época colonial, les propongo visitar La casa de los Azulejos. Encontrarán este antiguo palacio con gran facilidad, pues su nombre le ha sido dado justamente por la fachada cubierta de azulejos con la que fue construido. De haber sido residencia de varios personajes a lo largo del tiempo, hoy en día es una de las muchas tiendas departamentales y restaurantes Sanborns que hay en nuestro país. Y probablemente sea la más popular, pues no todas brillan, ni se encuentran establecidas en antiguos y preciosos palacios coloniales.

Comiendo en Sanborns de los Azulejos no sólo disfrutarán de una rica comida, sino que también de un hermoso y pacífico escenario restaurantero. Si algo caracteriza a las antiguas casas de esta época, son sus grandes patios con una fuente al centro como parte de la decoración. Y precisamente las mesas del restaurante se encuentran distribuidas por todo el patio del palacio. A pesar de que el lugar ahora es sede de esta cadena de franquicias con sus tiendas y restaurantes, se ha respetado y mantenido el diseño arquitectónico colonial. No les sorprenderá encontrarse con mas turistas ahí, pues es un lugar que llama mucho la atención, y por lo tanto, hoy en día, también un punto turístico.

Por otro lado, si prefieren comer mientras gozan de una vista espectacular, entonces la alternativa ideal es visitar la Terraza del Gran Hotel Ciudad de México para degustar una deliciosa comida mexicana, por supuesto. Los precios no son muy elevados a pesar de tratarse de un hotel de lujo. E incluso si quisieran también tomarlo como opción de hospedaje, es un muy buen hotel. Pero la realidad es que se presta más a tener un ambiente para parejas y hombres de negocios, no es como La Casa Azul, a la que se puede asistir con familia y niños pequeños tranquilamente. Así que todo dependerá de con quién vayan acompañados para tomarlo en cuenta como posible opción y sentirse más cómodos. Y bueno, creo que esta de sobra decir que, de decidir quedarse aquí, todas estas atracciones de las que les he hablado en este post y el anterior, las tendrían a tan sólo unos cuantos pasos de distancia. 

No hace falta que se los diga, pues sabrán ya por experiencia propia que las visitas a los centros históricos de cualquier ciudad, son largas. Como hay mucho que ver, se requiere de suficiente tiempo para poder conocer varias cosas. Y justo la prisa por querer conocer lo más que se pueda, hace que terminemos exhaustos al final del día. Es pesado hacer turismo, o bueno, por lo menos cuando se hace bien y se conocen y visitan a profundidad muchos lugares. Y como soy muy consciente de ello, mi propuesta para terminar nuestro recorrido no implica más paseos culturales que nos agoten más. Por el contrario, esto resultará más relajante y tranquilo para todos. 

Me gustaría recomendarles visitar la Torre Latinoamericana como último destino del día. No muchos turistas la conocen como atracción turística, pero si les gusta tanto como a mi disfrutar de las vistas de las ciudades en miradores, entonces no se pueden perder esta visita al clásico rascacielos de la Ciudad de México, que les permitirá gozar de los mejores escenarios. Y tiene la gran ventaja de que los horarios para visitarla son muy amplios, así que la última cosa a elegir es: ¿atardecer o cielo cubierto de estrellas? ¿Qué mejor manera de concluir el día?