Para todos los mexicanos el término de pueblo mágico es algo con lo que pueden estar familiarizados, pero para todos los foráneos les voy a explicar el nombramiento más a detalle.
Hace unos años en el país surgió un programa para fomentar el turismo, y se destino un presupuesto para todos los pueblos que cumplieran con ciertos requisitos, como mantener su herencia cultural y tradicional, ser accesible por una vía terrestre y tener la infraestructura suficiente para recibir turismo. Hace no muchos años se le dio este distintivo a al pueblo de Metepec, ubicado a aproximadamente 7 km de la capital del estado de México, Toluca.
El nombre proviene del náhuatl que quiere decir "sobre el cerro de los magueyes" y fue en un momento cubierto por lagunas, por lo que en la actualidad es una región donde cultiva con facilidad el maíz; también se dio origen a la leyenda de una sirena, La Tlanchana.
Pero antes de adentrarnos a esta leyenda conozcamos un poco más de este pintoresco poblado, Metepec es un pueblo donde la alfarería es su principal fuerte, sus famosos y tradicionales árboles de la vida conocidos internacionalmente, adornan diversos países, como el Vaticano por ejemplo.
Es un pequeño poblado de unos 200 mil habitantes con un clima templado promedio de unos 23°C o algo similar, y que geográficamente no está delimitado con Toluca o alguno de los otros municipios con los que circunda, de hecho la zona pareciera una gran mancha urbana.
¿Que ver?
La parte céntrica e histórica del pueblo es tan pequeña que es completamente caminable, el tour que yo recomendaría sería el siguiente:
Visitar el museo de barro, en su interior se pueden encontrar increíbles artesanías de diferentes tamaños y algunas con barro negro (proveniente de Oaxaca), la entrada es completamente gratuita y únicamente hay que registrarse, el museo se recorre en una hora o unas dos si se presta mucha atención las obras.
Tomar la calle de Avenida Estado de México (donde está el ingreso del museo) y caminar en dirección a la plaza central, después de unos 400m aproximadamente va a estar del lado derecho una iglesia de color amarillo (Así la conoce gran mayoría de la población, como la iglesia amarilla) llamada Iglesia de San Juan Bautista que data del siglo XVI, su fachada es de estilo barroco y su pintoresco la convirtió en patrimonio nacional.
Después de la iglesia el siguiente destino sería la plaza Benito Juárez la que hace no mucho fue remodelada, se le agregó una fuente que en ocasiones se prende con todo y luces para generar un espectáculo para los transeúntes, y se reubico el kiosco y se le dio mantenimiento. En esta plaza vamos a poder admirar a la famosa Tlanchana, la cual está hecha de barro y está a escala real (Sigan leyendo para la leyenda de la misma).
A los entornos de la plaza Benito Juárez hay diversos cafés y bares para hidratarse un poco, o si les toca temporada caliente podrían comprarse también un helado; tal vez ahora pueda ser momento de caminar a la calle de Comonfort, mejor conocida como la calle de las artesanías, para surtirse de algún recuerdito para los amigos o familiares, es una calle de casi unos 5 kilómetros, pero no se espanten, solo son dos cuadras en las que están las artesanías (y con eso bastará para tardarse unas horas, o una a paso veloz).
Creo que ya es hora de comer y la caminata abrió el apetito la ventaja es que la zona está llena de muchos lugares para los distintos gustos: tacos, pizzas, mariscos, comida corrida, etcétera; pero quizá exista un antojo por algo tradicional. A un costado del cerro de las cruces (donde está el Calvario, nuestro destino para observar el atardecer) se encuentra el mercado de antojitos o comida típica, visualmente no es muy agradable y esta algo descuidado pero es un buen lugar para comer local, rico y a buen precio.
Ahora es hora de bajar la comida y subir por la escalinata del Calvario, el cual también ha sido recientemente remodelado, no olviden admirar todos los puntos del lugar entre ellos el monumental friso de barro a uno de los laterales de la escalinata (difícil pasarlo por alto), ya en la parte alta de la escalinata se puede admirar el landscape del pueblo, inclusive se puede ver a lo lejos otras de las ciudades aledañas, y es el mejor punto para admirar el atardecer. La iglesia ubicada aquí es un santuario dedicado a la Virgen de los Dolores, su construcción y acabados son algo austeros pero es la primera imagen cuando googleas la palabra Metepec, adelante inténtelo aquí seguiré.
Entre los mitos y rumores se dice que el cerro del calvario en realidad son asentamientos arqueológicos de los Matlazincas, también se encontraron restos de Mamuts en el lugar, es un pueblo pequeño pero con curiosidades ocultas.
Finalmente está obscureciendo y el pequeño poblado se convierte en una cantina o bar en pocas horas, es sorprendente la cantidad de bares que se pueden encontrar en un espacio tan reducido, la primera opción para calentar la garganta es el Bar 2 de Abril, un bar muy antiguo donde se sirve la tradicional bebida de Metepec, la Garañona (hasta el equipo de futbol tiene este nombre), es una bebida a base de licores de hierbas con un sabor algo similar al anís, a diferencia de lo que se podría pensar, este lugar cierra temprano así que es recomendable ir de primera opción para que no lo encontremos ya cerrado.
Si son curiosos también pueden encontrar la famosa chacahua, una bebida hecha a base de cerveza y vino, extraña combinación pero con un sabor imperdible (hay que tener cuidado que por ser dulce puede ser peligrosa).
Ya calentada la garganta porque no ir a un karaoke, o a calentar la pista, los antros/boliches/clubes nocturnos más populares actualmente se encuentran en la zona más "moderna" de Metepec, un radio de aproximadamente dos kilómetros donde está el centro comercial Galerías Metepec, Pabellón Metepec, la próxima plaza Paseo Metepec Fashion Mall y otras pequeñas plazas. Aunque es una distancia no tan lejana del centro de Metepec, recomiendo mejor tomar un taxi o uber los cuales te cobraran alrededor de 30-45 MXN (pesos mexicanos).
O Finalmente en el centro también podemos encontrarnos con bares más típicos y económicos para los lectores más reservados.
