Madison y Time Square
Antes de realizar el viaje, todos los miembros de mi familia teníamos pensado ir a un partido de la NBA en Nueva York. Cada vez que veíamos uno de estos partidos en la televisión nos dábamos cuenta de que en realidad no era un partido y no más bien un show en el que miles de personas disfrutaban durante horas, quedando el resultado final un poco al margen.
Pues bien, al día siguiente de visitar las cataratas, tenían planificado entrar en el Madison Square Garden, estadio donde juegan los New York Knicks, el equipo de Nueva York en la NBA.
Cuando llegamos a la entrada, dos guardias nos comunicaron que todas las entradas estaban vendidas y la verdad que nos llevamos un chasco, pero menos mal que tuvimos la suerte de dar con dos hombres que estaban realizando reventa y que nos vendían sus entradas por un precio de 100 $ cada una. Íbamos seis personas por lo que era un gasto importante y aún nos quedaban días de estancia.
Hablando y negociando con estos hombres, llegamos a un acuerdo. Acordamos que las entradas nos las venderían en el descanso del encuentro a la mitad de precio es decir 50 $ por entrada para ver los dos últimos cuartos del partido, que por cierto era contra los Indiana Pacers, un auténtico partidazo.
Mientras esperábamos a que llegara el descanso, dos policías se dieron cuenta de que nosotros íbamos a comprarles a esos hombres las entradas y comenzaron a perseguirnos por el Madison Square Garden de forma discreta. Esto se debe a que la reventa está absolutamente prohibida. A pesar de su prohibición, en todos los partidos de la NBA siempre caen entradas en reventa, es una forma de negocio que no se termina de controlar.
Llegado el esperado momento, pudimos entrar en el Madison, es enorme y nos costó bastante trabajo llegar a nuestro sitio. Subimos un montón de escaleras mecánicas hasta llegar a la planta que ponía en nuestras entradas. La primera impresión es inolvidable, estás viendo algo que tantas veces has visto en la televisión y de momento te encuentras allí, realmente yo no me lo creía. Estar allí es absolutamente distinto a verlo en la televisión, lo sientes, ves el ambiente, escuchas los sonidos del partido, las pisadas agudas que han los botines de los jugadores en la pista, en definitiva estás dentrísimo.
Es un autentico show, en los tiempos muertos se realizan espectáculos de corta duración pero que animan al personal de una manera bestial. Salen las típicas animadoras a dar espectáculo y a lanzar artículos a las gradas. La típica música de la NBA es increíble escucharla dentro de un estadio de la NBA, más bien indescriptible diría yo.
Concretamente, el Madison es un estadio de grandes dimensiones, las gradas son muy altas y muy amplias, su más que los estadios de nuestra liga de baloncesto, es otro nivel que no pueden compararse.
Vimos allí aproximadamente 45 minutos viendo el tercer y el cuarto cuarto. Lo pasamos genial, nos sirvió para recuperar fuerzas y para salir de allí con mucha energía para ver el resto de cosas importantes que aún nos quedaban por visitar.
La guinda al pastel la pusieron los Knicks, que encima ganaron el partido, no recuerdo el resultado pero me quedo con la victoria y con el buen rato que pasamos mi familia y yo allí. Sin duda alguna volvería a ir con los ojos cerrados, es más, si yo viviera allí y tuviera una buena situación económica me sacaría el abono para toda la temporada porque allí aunque no te guste el baloncesto cualquier persona puede disfrutar del espectáculo y del show.
Respecto a la forma de vivir el baloncesto o la pasión por los equipos, el respeto está como norma reguladora de la fiesta, es muy complicado ver peleas o situaciones entre los espectadores de un partido de la NBA. Además un gran equipo de seguridad se encarga de que esto sea así y de que no ocurra nada que pueda estropear el show.
Al terminar el partido, pedimos permiso para acercarnos a una de las zonas más privilegiadas del estadio para ver si podíamos hacernos una foto allí. Un empleado muy simpático nos concedió el permiso y nos hizo la foto. Desde aquel lugar sí que se veía bien el partido porque estaba muy cerca de la pista de juego. Además era un lugar donde te servían bebida y comida. Supongo que el abono o la entrada para ver un partido desde allí es cara.
Mientras salimos de allí, encontramos la tienda oficial del equipo y entramos para ver si comprábamos algo. Yo me compré la camiseta azul de los Knicks, con Carmelo Anthony a la espalda, el mejor jugador del equipo, y que por cierto hizo un partidazo, por lo menos el tiempo que nosotros pudimos verlo. Me costó 50 $, que desde mi punto de vista es barato. Una camiseta de la NBA original en España te cuesta mínimo 90 € así que fíjense la gran diferencia de precio que hay.
Cuando salimos del recinto no hacíamos más que contar cada uno en lo que se había fijado porque todos estábamos eufóricos por lo que habíamos presenciado, ninguno nos lo creíamos. Sé que muchos de vosotros al leer esto pensaréis que estoy exagerando pero los verdaderos amantes de la NBA y de el espectáculo que ésta conlleva saben que para nada lo hago.
Al final del partido, le hacen en la misma pista una pequeña entrevista a uno de los jugadores del equipo local y que sale en una pantalla gigante para que todos lo puedan ver y escuchar. Como tras finalizar la entrevista el jugador se despide como si fuera un héroe acompañado por una música y por el apoyo de la grada.
Cuando salimos aún nos quedaba tiempo para visitar algo más y decidimos ir al Time Square, que aunque ya lo habíamos visitado de día queríamos verlo de noche que es como dicen que es más espectacular. Cogimos el metro y en 10 minutos estábamos allí. Es impresionante la cantidad de luces que hay en esa parte de Nueva York, no quiero ni pensar el gasto económico que supone, aunque supongo que sí está ahí es porque compensa este ámbito.
Todo está iluminado con los carteles publicitarios, no hay ni una sola farola o luz que no sea de una pantalla de publicidad. Aún así la iluminación no puede ser más extraordinaria. Cuando llegas no sabes a qué lugar mirar ni dónde hacer una foto porque todo lo que ves a tu alrededor te sorprende y te ilumina.
Para mí, este fue uno de los mejores días que pasé en Nueva York, y si Arturo podría llegar a decir que uno de los mejores días de mi vida, todo fue estupendo y nada pudo ir mejor. Cuando volvimos al apartamento y me acosté sólo cabía dar gracias por lo vivido y por los sentido. Es un privilegio visitar este tipo de lugares situados en las ciudades más grandiosas del mundo, como lo es Nueva York.
No quedaba más que cerrar los ojos, taparme, ponerme del lado y mirar hacia la ventana para contemplar la imagen de Manhattan en la noche. Hubiera dormido así mucho más de una semana pero supongo que habrá que conformarse y por supuesto no quejarse.
En mi próximo artículo os hablaré del día que fuimos a Fhiladelphia a visitar el Museo que se encuentra en frente de las famosas escaleras que sube y que sufre Rocky en una de sus películas y que como no íbamos a subirlas nosotros de igual forma.
Es un placer seguir escribiendo mis batallas.
Ahí lo dejo.
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Comentarios (12 comentarios)
Anthony Power hace 10 años
Oooooohhh hablando de NBA, eres un grande Antonio, yo ahora estaba también escribiendo de ello
Anthony Power hace 10 años
New York Nicks vs Indiana Pacers: de lo mejor que se puede ver ahora mismo. Tengo una cuenta pendiente con el directo de ello. Me apasiona
Nieves Airazti Ballesteros hace 10 años
Es brutal es brutal!! La NBA es un LEVEL UP!
Anthony Power hace 10 años
Tú si que sabes Antonio!!
Jesús Diana Trigos hace 10 años
Carmelo Anthony es mucha tela ehhhh
l k hace 10 años
Muy buena entrada si señor, queremos más batallitas.
Anthony Power hace 10 años
Sin duda las queremos, y fotoos
Nieves Airazti Ballesteros hace 10 años
Las tendréis!
Manuel Martin Nuñez hace 10 años
buen blog
Nieves Airazti Ballesteros hace 10 años
Muchas gracias Manuel!
Jose Antonio Traves Candón hace 10 años
Mucho forofo nba veo por aquí. Desde lo más alto, ¿se veían las jugadas?
Nieves Airazti Ballesteros hace 10 años
Perfectamente, porque las gradas están muy inclinadas por lo que el de delante no te quita nada de visión.