Magdeburgo

Durante mi Erasmus en Jena, tuve la oportunidad de viajar muchísimo. Mi grupo y yo organizábamos muy a menudo viajes de un día. Casi siempre íbamos a las ciudades que más cerca estaban y comprábamos el billete de grupo (baratísimo), el cual os recomiendo muchísimo si queréis viajar con amigos por Alemania.

Decidimos que nuestro próximos iba a ser Magdeburgo, la capital de Sachsen-Anhalt. Desde el punto de vista de un turista, la ciudad ofrece muchísimas para ver, tanto naturales como artísticas.

La ciudad está situada al norte del país, justo en el curso del Elba y se dice que es una de las ciudades más verdes de toda Alemania. Se trata de una ciudad universitaria, es decir, con un ambiente muy juvenil, lo cual hace de ella una ciudad muy viva. Antaño, la ciudad fue hogar de Otón I, puesto que era un enclave político y cultural muy relevante e incluso Martín Lutero está vinculado a Magdeburgo. En el año 1631, durante el Saqueo de Magdeburgo la ciudad fue destruida y la mayoría de su población murió a causa de la invasión. Tras la reconstrucción, Magdeburgo se convirtió en el enclave más importante de Prusia. También fue víctima del nazismo y de la RDA, de ahí que se convirtiera meramente en una ciudad industrial. La ciudad tiene más de 1200 años y estoy segura de que no decepcionará ni al turista más acérrimo.

La lista de todos los sitios que hay para ver se puede hacer muy larga, por lo que os nombraré los lugares que más nos impresionaron cuando fuimos a Magdeburgo en octubre de 2013.

Lo primero de todo es la catedral de Magdeburgo, el símbolo de la ciudad.

La Grüne Zitadelle (ciudadela verde) fue un proyecto particular del artista Hundertwasser que me pareció muy interesante. Es muy fácil de llegar a ella si partís desde la estación del centro de la ciudad.

Hasta los puentes que dividen la ciudad son preciosos y, por supuesto, se puede ir de un lado a otro. Os recomiendo dar un paseo por el río, ya que el lugar es increíble y encima podéis ver el reflejo de la ciudad en el agua. Al final del paseo, hay un parque gigantesco en el que la gente se para a disfrutar de la naturaleza, a hacer un pícnic, etc. Además, en medio del parque hay lugares que os sacrán vuestro lado más romántico.

Por aquí os dejo unas fotos de los lugares tan maravillosos que encontramos en la ciudad. Por supuesto, una imagen vale más que mil palabras y en mi caso tampoco se me dan muy bien las palabras...

En conclusión, Magdeburgo me resultó una ciudad romántica y puramente alemana por sus edificios antiguos. Recomendaría a cualquiera viajar a Magdeburgo o estudiar/trabajar cerca de Sachsen-Anhalt. De hecho, la ciudad es muy tranquila y para nada es caótica, por lo que es un buen lugar para vivir relajado. También nos hicimos amigos de gente muy maja, e ¡incluso conocimos a Spiderman!