El silencio y las tapas
Agosto de 2019, sobre la piel el viento cálido de la estación veraniega, en la mente solo las ganas de mirar a mi alrededor, observar, descubrir. Madrid te acoge con los brazos abiertos como una madre que te quiere tener para sí y que no necesita más palabras, solo el silencio que te acuna.
Los treinta grados cuecen mi pelo rojo que cada vez se aclara más, pero la ausencia de humedad hace que haga incluso más calor, pero no importa, me gusta muchísimo el verano.
La mía ha sido una experiencia breve, pero intensa, de las que te dan muchas ganas de viajar, de ir donde todo aquello que haces se aprecia con tan solo una sonrisa.
La Gran Vía, el Prado y el Reina Sofía, el zoo, las enormes avenidas alternadas con los pequeños callejones. Y luego, monopatines eléctricos que van como flechas al lado de los coches, la tecnología unida a la ecología. Starbucks a la derecha y a la izquierda y todas esas tiendecitas con productos hechos a mano que te dan ganas de hacer algo con tus propias manos que allí será seguramente apreciado y la persiana no se verá obligada a cerrar después de 3 meses de la apertura. ¿Y luego? Una vida tranquila, sin estar pendiente de los horarios frenéticos y de los retrasos, sino la calma de afrontar cada día con el optimismo que trae consigo lo anterior. Y saborear unas tapas que hacen vibrar las papilas gustativas en la ausencia del ruido que distingue a los españoles durante la comida y la cena, donde se comparten experiencias diarias al sonido de los susurros.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Italiano: Il silenzio e le tapas
¡Comparte tu Experiencia Erasmus en Madrid!
Si conoces Madrid como nativo, viajero o como estudiante de un programa de movilidad... ¡opina sobre Madrid! Vota las distintas características y comparte tu experiencia.
Añadir experiencia →
Comentarios (0 comentarios)