Navidad en Madrid (Parte 1)

¡Hola!

Este artículo va de la estancia que he pasado en Madrid por Navidad. Como todo el mundo sabe, durante las fiestas de Navidad la universidad cierra. Así que mis amigos y yo pensamos en pasar las navidades juntos. Estando en España sería un delito no ver Madrid.

Pues entonces elegimos Madrid. Venían también unos amigos de la isla de la Reunión que estaban haciendo sus prácticas en España (algunos en el sur) y pensamos en pasar 4 días, incluyendo Nochevieja.

¡Estábamos deseando irnos! : salida el 23 por la noche de Vigo a Madrid, donde nos encontramos con el resto de la gente. Reservamos una habitación en chez l'Habitant (bueno, bueno, que somos estudiantes) para tres personas.

Cuando llegamos conocimos al dueño del apartamento. Nos explicó las "reglas" y demás. Nos dio una copia de las llaves y nos enseñó a abrir la puerta girando la llave. Bueno, nos acostamos con ganas de que llegara el día siguiente para poder visitar por fin la ciudad.

Vale, nada más salir por la mañana nos morimos de frío. ¡Nos congelamos! Además, el apartamento no estaba realmente en el centro, tenemos que ir andando al metro. Nos subimos en el vagón, pero... ¿dónde nos bajamos? Era la primera vez que cogíamos el metro y no teníamos ni idea de dónde bajarnos. Bueno, en esto que empezamos a mirarnos todos mientras leemos el nombre de las paradas. Leo "Plaza de España". ¡Ah! Me sonaba de haber visto el nombre antes, así que nos bajamos en esa parada. Pero al bajar nos damos cuenta de que no estamos en el centro de la ciudad... Bueno, no pasa nada, vamos a intentar llegar a patita al centro de la ciudad.

I loooove Francia

Seguimos andando y nos va entrando el hambre. Así que al mismo tiempo íbamos buscando algo para desayunar. Nos ponemos a mirar el menú de la terraza de un bar y de repente ¡bam! El camarero sale y se nos acerca rollo: "¡Hola! ¡Qué tal estáis? ¿De dónde sois? Ahh...de Francia, conozco muy bien Francia y blablabla. ¿Venís a comer? Venga, pasad, tenemos un buen menú... "

Sí, nos engañaron como tontos. No vimos nada venir y nos timaron antes de que tuviéramos tiempo de decir "no".

Bueno, ya que estábamos en Madrid, decidimos probar las tapas, tortilla y zumo de frutas. ¡Menudo cachondeo! Los zumos eran caseros pero no estaban tan buenos y pedimos 3 tapas. Sí, ¿¡tres puntas de pan con un trozo de queso encima?! ¿Y ya está? Luego nos pedimos algo dulce para compartir los tres (el trocito de tortilla era enano). También tenían churros y les ponían un poco de nata casera por encima. Nos lo pedimos. ¡Vaya miseria! Nos pusieron churros con un poco de nata y una especie de sirope de chocolate por encima. Guau, ¡la broma del siglo! Vamos, que el desayuno nos dejó un regusto amargo... ¿o debería decir "salado"?

Y vamos a pagar la cuenta... ¡carísimo! Casi 36 euros por lo que pedimos. Quiero decir, vale, si nos hubiéramos pegado una comilona estaría de acuerdo.... ¡pero no! Solo por tres trocitos de pan, un triangulito de tortilla y unos pocos churros... ¡un robo!

Salimos de ahí jurando que no nos pasaría algo parecido otra vez... ¡Ay, los españoles y su encanto! Sí... Bueno, al menos el paseo que nos dimos no estuvo nada mal. Vimos cosas bonitas.

Bueno, casi son las cuatro de la tarde y seguimos sin encontrar el centro. Pese a las indicaciones de las personas a las que preguntábamos (direcciones en español, eh), decidimos volver al apartamento porque queríamos ver al resto de la gente para cenar todos juntos por Nochevieja...

---

Galería de fotos