El Museo Arqueológico Nacional

¡Hoola! Hoy quiero hablaros de uno de mis museos preferidos: el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, también conocido como MAN. Recuerdo la primera vez que lo visité cuando era pequeña con mis padres y, desde entonces, la verdad es que ya he perdido la cuenta del número de veces que he recorrido sus pasillos tanto sola, como con amigos o con profesores de la Universidad.

el-museo-arqueologico-nacional-5b50a0212Fachada del Museo Arqueológico Nacional de España (Fuente)

Lugar y precio

Este museo se encuentra en pleno centro de Madrid, a cinco minutos de las paradas de Metro de Serrano o Colón (ambas en línea 4). El precio de la entrada es de 3 € y también hay entradas reducidas (1,50 €), aunque los sábados desde las 14:00 h y los domingos por la mañana… ¡la entrada es gratuita! También hay algunas fechas señaladas en las que la entrada es gratis para todo el mundo. Asimismo, nosotros los estudiantes de entre los 18 y los 25 años tampoco tenemos nada de lo que preocuparnos: basta con enseñar nuestro carnet universitario para que nos permitan acceder gratis al museo cualquier día del año. Y si tenéis el carnet joven, tampoco tendréis que pagar nada.

Si queréis conocer todos los rincones de este museo, una buena opción es coger una guía multimedia por 2 €, que puede disfrutarse tanto en español como en inglés o frances. Por su parte, otra opción es descargarse gratuitamente la aplicación para móvil del museo (app “MAN Museo Arqueológico Nacional”) o descargar las guías online del museo (“MANGuías”).

La visita

Este museo cuenta con diversas salas dedicadas a la Historia de España, desde la prehistoria hasta la Edad Moderna. Podéis encontrar un catálogo cronológico en el siguiente enlace: http://www.man.es/man/coleccion/catalogo-cronologico.html. 

Yo me centraré en esta entrada en el mundo ibérico, aunque pasando previamente por las influencias fenicias, púnicas y talayóticas en la Península. Ciertamente en el museo pueden encontrarse también diversas salas sobre el Antiguo Egipto, Grecia, Roma o los Reinos Cristianos, entre otros; pero la cultura ibérica es uno de los periodos más apasionantes de nuestra Península y me gustaría compartir con vosotros algunas de sus piezas más importantes que pueden verse en este museo. ¡Os propongo recorrer juntos sus salas!

Mundo fenicio

El MAN ofrece una amplia colección de objetos y materiales del Mundo Antiguo. En relación a la Península Ibérica, la visita comienza en una gran sala con multitud de objetos fenicios y tartésicos. La colonización fenicia de la Península Ibérica tuvo lugar entre los siglos IX-VI a.C., coincidiendo con Tartessos, y fue realizada por comerciantes fenicios, atraídos por los metales de Iberia: se explotaban las minas de plata de Huelva, las del oeste de Sevilla y el estaño al norte de Portugal. Los fenicios navegaban desde Tiro, su metrópoli, y llevaron a Iberia la cultura orientalizante, que se mezcló con los pueblos autóctonos de sustrato céltico. Las primeras fundaciones fenicias en la Península fueron Gadir (“Cádiz” ) y Ebussus (“Ibiza”).

De este momento del Bronce Final destacan estelas, identificadas como estelas de guerreros, que serían funerarias o marcarían el limes (“límite”) del territorio. También se ha documentado el ritual de arrojar a aguas de ríos o mares espadas atlánticas y figurillas, como en el depósito de la Ría de Huelva o el lingote de Murcia. De este período en el MAN se exponen numerosos objetos: timaterios, escudos, espadas, cerámicas, figurillas y joyas.

Uno de los hallazgos más sobresalientes es el Tesoro del Carambolo del siglo VIII-VI a.C. en Camas, Sevilla. Conformado por veintiún piezas de oro interpretadas tradicionalmente como el tesoro del rey Argantonio tartésico, en el MAN se encuentra la réplica, pues las piezas originales pertenecen al Ayuntamiento de Sevilla.

También destacan los candelabros de Lébrija del siglo VIII-VII a.C., hallados en Higueras del Pintado (Lébrija, Sevilla), los cuales tendrían valor simbólico. También encontraréis en este museo el Tesoro de Aliseda, del siglo VII a.C. y compuesto por un gran ajuar funerario: un cinturón masculino, una diadema femenina, collares, anillos, brazaletes y una jarra. Otro objeto digno de mención es el kylix de Medellín, una cerámica funeraria ática relacionada con la llegada griega a Iberia.

En cuanto a los asentamientos fenicios, estos se hallaban en islotes o cerros amurallados y divididos en espacios públicos (santuarios y palacios) y privados y barrios artesanales. Por otro lado, las necrópolis fenicias se situaban cerca de los ríos o el mar. El rito funerario ("ustrinum"). Después se depositaba el ajuar y se practicaba una libación de vino o agua. El MAN cuenta con una maqueta de un túmulo funerario de Pajaroncillo (Cuenca) del siglo VIII-V a.C.

Pro su parte, la religión sufrió algunos cambios, pues se introdujeron nuevos dioses y cultos orientales: Melkart (Baal), que protege el comercio marítimo; y Ashtart (Astarté), vinculada a la vida, el amor y la fecundidad.

Mundo púnico

Con la caída de Tiro y Tartessos en el siglo VI a.C., surgió el mundo púnico y la influencia de Cartago sobre la Península Ibérica. A finales del siglo VII a.C. se documentó un cambio: predomina la inhumación. En el ámbito púnico destaca especialmente Ibiza, cuyo auge llegó en el siglo VI a.C., con la presencia de divinidades orientales, destacando las figurillas acampanadas y aladas de Tanit y los timaterios o pebeteros de cabezas de Deméter y Core, vinculadas a la agricultura, como en Mas Casteller de Pontos. De este momento el MAN expone múltiples objetos: navajas de afeitar, objetos interpretados como biberones, cabezas de Gorgona, figurillas de divinidades griegas y egipcias y varios recipientes. En el MAN se encuentra también una maqueta del hipogeo de Villaricos del siglo V-IV a.C.

Mundo talayótico

En relación directa con el mundo púnico se encontraba el mundo talayótico: Ibiza era púnica, mientras que la cultura talayótica estaba presente en Mallorca y Menorca. En el MAN se encuentra una maqueta de la taula de Torralba d’en Salort y otra de des Tudons, en Menorca. También hay armas, collares, cuernos de toro, etc.; que conformaban el ajuar de enterramientos colectivos, en los que se practicaban inhumaciones y cremaciones.

Mundo ibérico

Continuando con el mundo funerario, existe una zona central en el MAN donde se erige el monumento ibérico de Pozo Moro, hallado en Chinchilla, Albacete. Con esta estructura se abre paso otra sala en la que se exhiben objetos del mundo ibérico. El MAN ha logrado que se perciba su importancia debido a su emplazamiento privilegiado dentro de toda la visita. Esta gran composición estaba conformada por leones protectores y una secuencia de relieves que formarían parte de una narración cuyo mito desconocemos, pero parece que rendiría culto a un héroe o antepasado común.

Junto a este monumento, destacan los pilares-estela ibéricos, coronados por esculturas: como la Osa de Porcuna, en piedra caliza, del ibérico tardío (siglos I a.C.-I d.C.), hallada en la Calle del Sepulcro en Porcuna, Jaén, y que une la herma itálica con el animal funerario ibérico, que apoya su garra izquierda sobre una cabeza humana.

En cuanto a las cámaras funerarias ibéricas, es imposible no mencionar la tumba 43 de Baza, en la que se hallaron objetos de prestigio, como kylix de importación, cerámicas ibéricas, armas o joyas. Sobresale también la cámara sepulcral de Toya (siglo IV a.C., hallada en el Cerro de la Horca, Toya, Jaén); la caja funeraria o larnake del siglo IV-III a.C., hallado en Galea, Granada, en la necrópolis Tútugi; o la sepultura 20 de Galena, Granada, de finales de siglo V a.C.

Junto a las recreaciones de algunas de estas cámaras o incluso la maqueta del complejo funerario de Toya se encuentran diversos objetos expuestos, como una falcata de la necrópolis del Cello del Santuario en Baza, que esta doblada, por lo que no podía reutilizarse; o un brasero del siglo IV a.C. hallado en Granada, asociado a ritos de libación.

Especial mención merece la sepultura 155 de Baza, donde apareció la Dama de Baza o Basti: la escultura policromada es una urna simbólica, pues alberga los restos de la cremación. Quizás se trataba de una mujer-diosa protectora, una vestimenta y un tocado muy ricos. Se trata de una figura sedente en un trono alado, como una divinidad, sosteniendo un pichón en la mano. Se trata de un hallazgo muy útil para el estudio del papel de la mujer en la sociedad ibérica: la mujer era la transmisora del linaje aristocrático. Podéis contemplar a la Dama de Baza en el siguiente enlace: http://www.man.es/man/coleccion/catalogo-cronologico/protohistoria/dama-baza.html

También es importante la escultura ibérica, destacando la Bicha de Balazote, un ser híbrido en piedra caliza, del siglo VI-V a.C., hallado en Balazote, Albacete: se trata de un toro androcéfalo protector de influencia griega y oriental. Podéis ver la Bicha de Balazote aquí: http://ceres.mcu.es/pages/Viewer?accion=4&AMuseo=MAN&Museo=MAN&Ninv=18529

Junto a esta escultura se encuentran: la Leona de Baena del siglo V a.C., hallada en Córdoba, Baena, en el Cerro Minguilar; una cabeza de grifo de influencia griega arcaica del siglo VI-V a.C., hallada en Redonán, Alicante; y la Esfinge de El Salobral, del siglo V a.C., que sería la pareja de otra esfinge expuesta en el Musée d'Archéologie Nationale de Saint-Germain.

Por otro lado, es interesante estudiar la orfebrería orientalizante y el armamento ibéricos: los Tesoros de Jávea y la Puebla de los Infantes son una gran fuente para su estudio, así como la escultura, a través de la cual se puede conocer el armamento, como en las esculturas de Porcuna, donde aparecen jinetes a caballo. Destaca el Vaso de los Guerreros, una cerámica ibérica del siglo III a.C. hallada en Archena, Murcia; en la que aparecen escenas de caza y luchas entre infantes y jinetes contra jabalíes. También sobresalen los exvotos de jinetes en bronce hallados en Santa Elena, Jaén, y en La Alberca, Murcia, que son del siglo IV-III a.C.

En el MAN existen varios ejemplos de asentamientos u "oppida" ibéricos, en forma de maquetas: la maqueta del caserío levantino del Castellet de Bernabé en Llíria, Valencia; la maqueta del fortín edetano en Puntal dels Llops en Glocan, Valencia; y la maqueta deloppidumde Plaza de Armas de Puente Tablas, en Jaén. Aparecen expuestos muchos objetos cotidianos del mundo ibérico, como cerámicas, fusayolas, pesas de telar, figurillas, agujas, platos de arcilla, etc.

La sala contigua a la que expone numerosos objetos del mundo ibérico está destinada a los santuarios: en el centro de la sala se encuentra el busto de la Dama de Elche, la cual apareció ya recortada y está muy detallada e idealizada. ¿Sabíais que se han realizado análisis que muestran que los colgantes brillarían, estando cubiertos de pigmentos plateados? Podéis admirar a la Dama de Elche en el siguiente enlace: http://www.man.es/man/coleccion/catalogo-cronologico/protohistoria/dama-elche.html

La otra gran escultura de esta sala es la Gran Dama Oferente, una escultura realizada casi a tamaño real en caliza en el siglo III a.C. Se encontró en el Santuario del Cerro de los Santos, Albacete, junto con otras muchas esculturas más pequeñas. Viste tres túnicas superpuestas, luce muchas joyas y ofrece un cuenco, que posiblemente contendría agua. Muchas esculturas del Cerro de los Santos fueron copiadas y falsificadas. En el MAN se encuentran algunas de estas esculturas falsas, como una del siglo XX con el símbolo del sol, la estrella y la luna. Ello se debe a que también forman parte de la Historia, por lo que el MAN acierta al incluirlas en la exposición, aunque están muy mal documentadas y el museo ha preferido no ahondar demasiado en la cuestión.

Por otro lado, en La Alcudia (Elche, Alicante) se han hallado muchos exvotos de bóvidos y équidos, por lo que quizás la divinidad era protectora de estos animales. También se han hallado figurillas de bronce en los santuarios de Sierra Morena (Collado de los Jardines y la Cueva de Lobera). Por último, en relación a los santuarios, destacan los relieves de Osuna del siglo III a.C., que representan el combate ritualizado entre dos jóvenes con procesiones al son de la música, si bien Bendala los relaciona con juegos fúnebres. Parece que pertenecieron a un gran monumento funerario o conmemorativo.

De este modo, el MAN dispone de unas amplias salas para conocer la Península Ibérica desde el Bronce Final, con la paulatina llegada de fenicios, griegos y cartagineses, quienes se relacionaron con los pueblos autóctonos, convergiendo así numerosos elementos ideológicos y materiales de cada cultura, dentro del contexto del flujo comercial e intercambios del Mediterráneo.

En el MAN de noche

Otra forma de disfrutar de este museo es visitarlo de noche. Este año la “Noche de los Museos” fue el 20 de mayo. Esa noche algunos museos de Madrid abren sus puertas al anochecer y se celebran algunas actividades.

El MAN abrió desde las 20:00 h hasta las 00:00; ofreciendo actividades como un monólogo teatralizado ambientado en la Antigua Roma de la mano de Jon Sarasti o la “Ruta de los enigmas”. Yo me interesé por esta segunda, consistente en una gymkhana en la que se iban descubriendo pistas vinculadas con distintos objetos de las salas del MAN y al final se participaba en un sorteo. Este desafío de las Esfinges del MAN resultó ser una experiencia muy interesante y divertida, por lo que os recomiendo que, cuando vuelva a celebrarse la Noche de los Museos, ¡no os lo perdáis!


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