Zoo de Lyon

El Zoo de Lyon

Viernes 19 de octubre de 2012

Ha venido de visita una persona muy especial para el fin de semana. Teníamos muchos planes y cosas que hacer. El viernes fuimos al zoo porque era día laborable y los niños estaban aún en clase, así que pudimos ver a los animales más fácilmente.

Comenzamos el día bastante tarde y yendo al zoo, tuvimos un pequeño retraso por mi culpa, pues me di cuenta de que me había dejado la tarjeta de memoria de la cámara. Era ya muy tarde para volver a casa, así que al llegar a Bellecour, fuimos a buscar alguna tienda en la que vendieran cosas tecnológicas. Tomamos la calle de la République y enseguida encontramos una Fnac y unos minutos más tarde ya tenía lo que necesitaba.

El Zoo de Lyon se encuentra en el Parc Tête d'Or

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Continuamos por la calle de la République para coger el metro de Cordeliers a Masséna para llegar al Parc de la Tête d'Or.

Por el bien de nuestros estómagos, compramos comida en el supermercado Monoprix, bastante caro por cierto. Creo que el equivalente en inglés sería "Waitrose" o "Marks & Spencers". Después cogimos el metro y por fin y estábamos en dirección al parque.

Parque de la Tête d’Or

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En este momento, ya era bastante tarde. Nos sentamos en un banco y nos comimos las cosas que compramos mientras mirabamos a los ciervos bajo un cielo gris. Se parecía un poco a Richmond Parc, que estaba al lado de donde yo vivía en Londres. Pero en Richmond Parc, los ciervos están libres y pueden hacer lo que quieran alrededor del parque (hay cosas puestas en las vallas para que no puedan escaparse). Pero aquí los ciervos están controlados en una zona que está rodeada por una zanja. La gente está a salvo de caer en esta zanja porque hay un muro de piedra. De lo que estoy seguro es que esto no sería aceptable en Inglaterra por todas las regularidades de seguridad.

Lo más interesante del Zoo de Lyon es que es completamente gratuito, pero aunque no haya que pagar nada para entrar, el zoo es magnífico. Era el tercer zoo que visité en seis meses con mi novio (¡adoramos a los animales! ) Los otros zoos a los que fuimos eran el Zoo de Londres y el Zoo de Ilse de Wight en el sur de Inglaterra. Hubo muchas cosas que me gustaron más en este zoo que en los otros, y el precio solo era uno de ellos.

El zoo no puede compararse con el de Londres en cuanto a tamaño, pero el de Lyon ofrece una amplio abanico de especies, es verdad que algunos animales se escondían (sería la hora de cenar) pero también pudimos ver la excitación de otros animales que esperaban en los jardines del zoo.

Las áreas para los animales son bastante grandes, sobre todo para los animales de safari, donde habitaban muchos animales, excepto los leones (por evidentes razones) y los elefantes. Al mirar a los flamencos rosas, pudimos ver a los lémures que se balanceaban en los árboles. Al principio fue un poco raro porque normalmente están encerrados en jaulas.

Otro aspecto del zoo que me encantó fue que muchos animales excepto el gato de arena, viven en grupo, que no era el caso en el zoo de Londres o Ile Wight, donde los machos a menudo están separados de las hembras y los animales estaban solos. El zoo aquí parece socialmente mejor para los animales y no parecen estar estresados.

Diciendo esto, el gato estaba bastante solo, y necesitaba algún compañero, aunque tenía uno, pero estaban separados por un cristal. El gato estaba al lado de la cerca de la mangosta y del cerdo épico indio. El gato se sentía atraído por la mangosta y después de rodear su cerca varias veces, decidió saltar sobre la presa olvidando de que había un cristal que los separaba, ¡así que se estampó contra él! Fue muy divertido.

Los leones también estaban jugueteando. El león necesitaba desesperadamente el afecto de la leona, pero ésta parecía bastante indiferente o quizás molesta por sus payasadas.

Había otros animales como monos, elefantes, una pantera, cebras, jirafas y muchos más. Gracias al hecho de que la entrada es gratuita, podemos ir cualquier día y a cualquier hora, excepto por las noches. Es muy fácil volver a ver los animales una y otra vez, a diferencia del zoo de Londres donde se pueden pagar veinticinco libras esterlinas para entrar y a veces los animales se esconden.

Todavía tengo mucho que descubrir del parque la Tête d'Or. Tengo muchos planes para ir la semana que viene pero no va a ser posible a causa del tiempo y del viento del Ártico.

Puerta para los niños de Rhône

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