Viaje de fin de semana a Lyon

Aprovechando que un lunes no teníamos clase decidimos ir a pasar el fin de semana a Lyon.

Fuimos con Megabus, que tiene siempre billetes muy baratos para viajar por toda Francia. El de ida lo cogimos a las 11 de la noche, con llegada a las 5:30, y así nos ahorramos una noche de alojamiento. Web: Megabus.

Nos quedamos en un hostal llamado Cool&Bed, totalmente recomendable. No está mal situado (aunque no es lo más céntrico), es barato (el precio depende del número de camas de la habitación), incluye desayuno (con zumo, leche, cereales, tostadas), tiene una cocina que puedes usar cuando te apetezca y sala común de estar con juegos de mesa, etc. Web: Cool&bed.

Respecto a qué visitar, lo que más me gustó fue el Vieux Lyon y la Basílica de Notre Dame de Fourvière. Subid andando mejor que en el funicular, la subida por las callejuelas merece totalmente la pena. Las vistas de la ciudad desde arriba son preciosas (aunque algo estropeadas por las grúas y los edificios altos del fondo). El Museo Gallo-Romano también merece la pena, más que por el museo en sí, por el anfiteatro que hay fuera.

También es imprescindible pasear de noche a lo largo del río, viendo todos lo edificios y puentes iluminados.

Salimos un día por la noche a un bar llamado Café Sevilla, lleno de españoles (cómo no), de música latina.

Para moverse sale muy rentable comprar el pase para un día del metro (que también vale para autobuses y el funicular). Sale a 5’5 euros para los menores de 25 años y puedes usar los transportes en común todas las veces que quieras a lo largo de ese día.

Respecto a comidas, intentamos ir a lo barato preparándonos bocadillos la mayor parte del tiempo, que si tienes la suerte de que haga bueno (nosotros la tuvimos) te los comes en cualquier plaza al sol más a gusto que nada. El sábado comimos en un restaurante en el 12 rue Saint-Jean, en el vieux Lyon, que se llama Les Chandelles. Es un típico “bouchon” lionés. Tiene “happy hour” en el menú, que de 3 a 7 de la tarde sale por 11 euros (está claro que no saben lo tarde que comemos los españoles comparado con el resto de Europa), compuesto de entrada, plato principal, postre y pan, comimos fenomenal.

Además de ver la ciudad, aprovechamos para visitar otros dos sitios: el convento de la Tourette y Firminy.

A los dos se va en TER (tren regional) y los billetes se pueden comprar en la estación en el mismo momento. De todos modos es conveniente mirarlo un poco antes para planearlo, porque según qué horas o qué día de la semana puede salir más barato (lo que ellos llaman periodo azul). El tren para la Tourette para en un sitio llamado L'arbresle, y desde ahí hay que andar una media hora (el camino hacia el convento está indicado con carteles). Una vez allí puedes simplemente entrar y verlo, o hacer la visita guiada (yo recomiendo la visita). En Firminy visitamos un complejo de Le Corbusier (el mismo arquitecto del convento) con una iglesia, un edificio residencial, casa de la cultura, estadio y piscina. Ambas visitas (la Tourette y Firminy) costaron 5 euros.

Así que ya sabéis qué hacer si decidís ir a Lyon a pasar un par de días.

Disfrutad del viaje.

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