26/01/13: Excursión Alter-Ego Nimes (parte 1)
Excursión Alter-Ego Nimes:
Sábado 26 de enero de 2013
Por fin llegó el día de la excursión del Alter-Ego a Nimes organizada por la Dirección de las Relaciones Internacionales de la Universidad Lumière en Lyon 2. Para los estudiantes extranjeros como yo, era una buena oportunidad para ver mejor Francia y esperaba impaciente la excursión. A pesar de que solo llevaba en Lyon un mes tras las vacaciones de Navidad y de no haber hecho mucho a la vuelta, sentía que necesitaba descansar un poco de Lyon.
Había contado con que este segundo cuatrimestre sería más fácil al principio porque sabía de antes todo sobre la carrera y a dónde tenía que ir para ciertas cosas (anteriormente había hecho cosas parecidas). Sin embargo, todo era lo contrario a lo que esperaba. Las semanas que pasé fueron horribles. Ya conté que tuve problemas con mi cámara de fotos por una botella de agua abierta, así que tuve que comprarme otra. El primer cambio lo hice por EBay y venía de una empresa de Hong Kong pero tuve que anular el pedido porque la empresa no parecía fiable. Después de ir al centro comercial en Part Dieu, me compré otra pensando sobre todo en que al día siguiente sería la excursión de Alter-Ego a Nimes.
No fue el caso. Hacía mal tiempo, así que unos días antes fui al parque a hacer fotos. Eso el lunes, pero después de andar por el parque y volver a la residencia para colgar las fotos en Facebook, vi un mensaje para que formateara la tarjeta de memoria. Imposible acceder a las fotos que hice. Me pasé la tarde intentando descargar programas que pudieran ayudarme a recuperar las fotos. Tras descargar diez programas diferentes, solo uno recuperó unas diez fotos, pero no podía guardarlas sin pagar; por lo que volví a ir al parque el martes (aunque tuve la sensación de perder todo un día).
Además, el lavabo estaba taponado... menos mal que pude arreglar el problema unos días más tarde comprando un producto caro del Monoprix y dejándolo en el desagüe por la noche. Internet iba fatal y era muy complicado añadir las fotos al blog, escribir un nuevo artículo o ver vídeos en YouTube. Era bastante frustante porque me gusta incluir las fotos que hago, sin ellas el blog pierde interés o profesionalidad.
No bastándome con esto, tuve también problemas organizándome el tiempo del cuatrimestre. Envié correos a los profesores (sin respuesta). Algunas aulas no estaban señaladas en los mapas del campus y perdí 15 minutos en una clase que, en fin, era demasiado difícil para mí. La vuelta a la residencia, horrible también. El tranvía estaba llenísimo y me costaba respirar. En Jet d'Eau, el tranvía decidió cambiar de línea y todo el mundo tuvo que bajar para coger otro. El próximo que vino también estaba lleno de gente y costaba aún más respirar. Además estaba cerca de una chica que apestaba a tabaco rancio. No fue agradable, pero bueno, hay cosas que huelen peor en Lyon.
Quise cambiar de tranvía en Perrache para ir a Confluence para comprarme unas cosas que necesitaba para la excursión del día siguiente, como comida y guantes (no tenía bastante con los que me compré en el H&M en la "Fête de Lumières"). Tuve que esperar 20 minutos en el andén con otros pasajeros porque había problemas con los tranvías y además, mucho tráfico por la zona. Hacía mucho frío y todos estábamos frustrados.
Compré muchas cosas en Carrefour y fui a casa tras un largo día. Empecé a preparar todo para la excursión a Nimes porque me tenía que levantar muy temprano al día siguiente. Como siempre, internet iba muy lento y no pude hablar bien con mi novio (qué sola me sentí), ni siquiera podía ver un vídeo más de dos segundos seguidos. Estaba harta y estaba empezando a odiar vivir sola en Lyon. Necesitaba salir de la ciudad y tener un día tranquilo. Después de ducharme y de hacer un bocata para el sábado, me fui a la cama con la esperanza de que me guste la excursión.
Me desperté a las cinco y media para asegurarme estar en Jean Macé a las siete y media. No sabía qué ropa ponerme pero no quería estresarme tan temprano. El despertador sonó con una canción de Laura Marling (anoche pensé que la canción de Slow Club era demasiado bestia para tenerla de alarma). Decidí quedarme diez minutos más en la cama, pero para asegurarme el no volverme a dormir, encendí la lámpara y el radiador. Menos mal que no me dormí porque había quitado la alarma. Cuando ya estaba pensando que los diez minutos pasaban muy lentos, vi la hora, salté de la cama y empecé a vestirme.
Encontré la ropa, me maquillé, cogí la cámara, el bocata de queso y una botella de agua (bien cerrada). Después, cogí el bolso y salí hacia la estación de autobús. Eran las siete menos cuarto (lo ideal hubiera sido que viniera un bus en Perrache antes de las siete para coger luego el tranvía T2 dirección Jean Macé); pero me quedé muerta al ver el cartel. ¿Esperar 20 minutos al autobús? La probabilidad de perder el autobús para Nimes era muy alta si me quedaba esperando. Menos mal que me encontré con dos chicas que había visto en el despacho de la Dirección de las Relaciones Internacionales. Nos fuimos andando juntas hasta Saint Juste para coger el funicular en el Vieux Lyon y luego el metro en Saxe Gambette, de donde cambiaríamos a la línea B en Jean Macé.
Las chicas eran muy amables y simpáticas (hablamos un montón). La ciudad de Londres era un buen tema. En Jean Macé nos encontramos al resto de amigos. Esta vez si que conocí a otros estudiantes, por lo que no estaba muy nerviosa. Estuve el día entero con una chica que se llamaba Anna y la creativa de su amiga, Clarissa, una alemana que llevaba un sombrero de plátano hecho por ella.
Llegué unos minutos más tarde y saludé a todos los que conocía, estábamos en el autobús saliendo ya de la ciudad de Lyon. Todavía era de noche y las calles estaban vacías. Me alegré de que no hubiéramos esperado tanto al autobús como la última vez porque tenía frío en manos y pies. Adoraba estar cómoda y calentita en el bus.
Me senté con Ana, la chica irlandesa que conocía de la clase de Idiomas y Culturas del Mundo del último cuatrimestre. Es fácil hablar con ella, es una pena que ya no coincidamos en clase. Hablamos de muchas cosas en el bus mientras pasábamos por el Estadio le Gerland y el barrio industrial de Lyon. No pasó mucho tiempo cuando pudimos ver el paisaje francés totalmente helado. De vez en cuando salía el sol. Vimos muchas granjas, viñedos, huertos y colinas muy grandes. Todo era muy bonito. Tras una hora, nos dimos cuenta de que todos dormían porque había mucho silencio en el bus. Yo creía no estar cansada y se lo dije presumiendo a Anna, pero estoy segura de que me dormí unos minutos más tarde porque al abrir los ojos estábamos ya en el Pont du Gard.
Debo admitir que no estaba segura de lo que podíamos encontrar en Pont du Gard, salvo un puente (no tuve tiempo de buscar en internet ni la historia de Nimes ni sobre este puente). No había nada en particular que lo hiciera especial, así que me llevé una sorpresa. No se podía ver desde el parking, solo cuando nos dieron unos panfletos supe que era un puente antiguo de Roma con un acueducto que cruzaba el Gardon. Tuvimos una hora y media para explorar el terreno y ver el museo que acompaña al sitio UNESCO.
Había sol pero hacía mucho frío a la vez. No habían nubes en el cielo. Nos fuimos con Clarissa a ver el acueducto y el puente (construido en el siglo I d. C). No sé exactamente qué partes eran originales y cuáles las habían restaurado, pero estoy segura de haber visto ¡grafitis romanos!
Me pareció increíble que se mantenga el acueducto casi dos mil años más tarde. Es tan bonito como los paisajes panorámicos que pueden verse desde el puente. Las vistas del río y de las colinas eran todo un espectáculo al sol. Me gustaría disfrutar de estas vistas en verano, con las flores propias del sur de Francia, como la lavanda de las tiendas que se ve en algunas postales. Me enamoré del paisaje y supe instantáneamente que tenía que volver en verano para ver los colores de la región. Aunque tuviera frío, no me bastó con una hora y media. Me hubiese gustado quedarme más tiempo. El aire aquí es más puro y fresco que en Lyon, había tanta belleza que me costó irme del puente. Ni un minuto tuvimos para ver el museo porque había que volver al bus para seguir con la excursión por Nimes.
Como casi toda la semana, este día tocaba el tema de los romanos. Los han mencionado en casi todas mis clases: Arte Medieval, Idiomas y Culturas del Mundo, Historia de la Lengua francesa e incluso en poesía. Podemos ver la influencia actual de los romanos en el mundo. Me parece realmente increíble que dos mil años más tarde, todavía sigamos influenciados por ellos.
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