17/02/2013: Museo de Arte Contemporáneo

Museo de Arte Contemporáneo

Domingo 17 de febrero de 2013

El domingo 17 de febrero era el último día del concurso Erasmusu, que me mantuvo ocupada durante cinco meses. Me gustó el hecho de tener algo que hacer, como de salir de mi blanca habitación y explorar la ciudad de Lyon no era suficiente motivación, pude escribir sobre lo que había hecho y pude atenerme a las reglas y objetivos del concurso. Yo también me puse mis propios objetivos. Tenía que escribir artículos de gran calidad, con anécdotas personales, así que todos mis artículos eran originales. No quería crear artículos de los que se pueden leer en otras páginas web como Trip Advisor o Wikipédia porque eso no me interesaba ni me parecía justo. La única manera de ser original era salir en busca de cosas que hacer en Lyon. Quería probarlo todo, y estaba dispuesta a aprovechar todas las oportunidades posibles, así que aquel día no iba a ser una excepción. Sobre todo porque me vendría bien salir un rato.

Necesitaba dejar de preocuparme por el concurso y por lo que los demás estaban escribiendo en sus artículos porque me estaba poniendo de los nervios. No quería un sitio delante del resto porque quisiera el premio sino por el hecho de que yo había trabajado muy duro. Los últimos cinco meses, había hecho todo tipo de fotos y había salido a hacer cosas diferentes. Era frustrante ver cómo la gente se desesperaba, cómo intentaban pensar en temas y cosas para incluirlas en sus blogs. Creía que la calidad de sus blogs no era suficientemente alta. El sábado sentí la angustia de la página en blanco. Tenía planes para escribir sobre los transportes en Lyon, pero era difícil escribir sobre algo que no me interesaba realmente. No quería buscar en mi cabeza y escribir de todo lo que había hecho en mis veintitrés años, tan solo ciento sesenta y cinco días de mi vida porque pensaba que al escribir poco, se veía comprometida la calidad de mi blog y sobre todo mi reputación como estudiante de periodismo. Cosas como estas son realmente importantes, más que el dinero. No quería rebajar mis criterios, así que salí para hacer todo lo que había hecho durante mi estancia en Lyon.

También, creí que me vendría bien salir y hacer algo diferente. Necesitaba olvidarme de que al día siguiente era mi cumpleaños y que este año parecía que iba a ser más deprimente que cuando cumplí nueve años y nadie vino a mi fiesta de cumpleaños. No tenía ánimos de celebrar las fechas importantes y no esperaba nada de nadie. No tenía muchas esperanzas y lo único que quería era tiempo para tocar la guitarra y cantar un poco.

Aquel día no era mi primera visita al Museo de Arte Contemporáneo. Había intentado ir hacía unas semanas, tras comprar mi cámara de fotos, que tenía muchas ganas de probar. Sin embargo, no vi el mensaje en la página web en el que decía que el museo estaría cerrado durante varias semanas para poder preparar la próxima exposición. El museo abriría de nuevo el 15 de febrero. Tenía una lista de cosas que hacer, pero el museo parecía la más interesante de todas. Como estaba un poco triste, decidí hacer algo que me interesara mientras esperaba que mejorara mi humor.

Fuente

La última vez que intenté ir al Museo de Arte Contemporáneo, me di un paseo por el Parc de la Tête d'Or, pero esta vez, las fotos que hice no eran tan bonitas como las fotos del parque en otoño, cuando todo estaba lleno de hojas doradas y colores impresionantes. Esta vez, todo estaba muerto. Además, decidí visitar el barrio de Cité Internationale, en el que se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo. Es muy diferente en comparación con el centro de la ciudad y Cité Internationale es un poco como La Confluence porque es muy contemporáneo y moderno. Todo es nuevo y de lujo. Hay apartamentos, restaurantes, un Hotel Hilton, un cine, despachos y un anfiteatro. Está claro que esta parte de Lyon tiene un objetivo: causar buena impresión.

Alrededor de los edificios había estatuas modernas, simples y grandes, en tonos rojos, naranjas, violetas, azules y verdes. La mayoría de las estatuas eran pueblos, un hombre de negocios, un niño con patines y alguien con su perro. Todo era normal excepto los pingüinos.

Lo que me gusta del arte moderno es que a menudo es difícil interpretarlo, como un puzzle que necesita ser resuelto. Pero, a veces, con el arte no hay una única respuesta correcta. El artista utiliza su imaginación y el público necesita usar su imaginación también para entender el arte. El arte moderno para mí es más interactivo que absurdo, por lo que es muy interesante, como el tiburón de Damien Hirst. Queremos saber las cosas que el artista pensó y sus razones para hacer cosas como esa. Es difícil encontrar una definición de arte y siempre constituye un debate interesante.

Me levanté temprano, así que pude escribir un artículo y, sin prisas, pude preparar mi salida de aquella tarde. Normalmente no salgo los domingos porque suele ser muy difícil viajar porque no hay autobuses muy a menudo y, no es de extrañar que tengamos que esperar veinte minutos para coger uno. Lo ideal habría sido coger el C20 hacia Bellecour y después el C5 hasta el Par de la Tête d'Or. Pero la hora de llegada del C20 no estaba disponible, así que tuve que esperar diez minutos para coger el 49 hacia Perrache. En Perrache, cogí el metro hasta Bellecour, y salí en busca de la parada para coger el C5, que estaba cerca de la oficina de correos. Como tenía bastante prisa, no quise esperar diecinueve minutos hasta el siguiente autobús, así que volví al metro y seguí con la línea A hasta Foch. Allí, cogí el C4 que va en la dirección del museo que hay cerca del Parc de la Tête d'Or. Si hubiera hecho buen tiempo, habría atravesado el parque para ir al museo.

Estaba un poco enfadada porque había salido de la residencia bastante tarde y porque el trayecto hasta el museo duraba casi una hora y sentía que estaba perdiendo el tiempo. Sin embargo, en cuanto llegué, pude ver las cosas que el museo ofrecía tras pagar la entrada de cuatro euros. Hay un descuento para estudiantes. No esperaba que el museo fuese tan grande como el Tate Moderne de Londres, pero esperaba que fueran más tres plantas de exposiciones y tal vez un poco de variedad. Cada planta se dedica a un movimiento o a un artista durante tres meses y después, el museo cierra unas semanas para preparar nuevos movimientos y artistas. Empecé por la primera planta, que se dedicaba al trabajo de la artista Latifa Echakhch. Su trabajo se centra en la idea del presente y el pasado y en lo que existe y lo que no existe ahora. Hay muchos objetos de la vida cotidiana, y la mayoría de su obra, excluyendo las fotografías y las pinturas, estaban en el suelo. Había exposiciones de una silla con un acordeón y bombines en el suelo y también piedras y cartas.

Al principio, fue difícil de entender pero, tras leer la información que acompaña las obras, todo estaba más claro. Sin embargo, creía que algunas piezas eran bastante cuestionables, como los zapatos en el suelo, que parecía la pila de zapatos en mi habitación de la residencia. Para mí, eso no es arte.

Era bastante fácil de interpretar una estatua fuera del museo porque me pareció un papel arrugado con normas comerciales. Creo que era una representación de la reputación del mundo del comercio tras la crisis económica.

Puede que nos sintiéramos poco acogidos si se nos invitara al mundo del artista porque no habría barreras entre nosotros y el arte.

No me gustó mucho el trabajo de Latifa Echakhch porque sus exposiciones de arte no me atraían. Eran bastante ordinarias y simples y creo que eran poco imaginativas en algunos aspectos. Así que salí de esa sección esperando que el resto fueran mejores.

Cuando me estaba acercando al ascensor para ir al segundo piso, me di cuenta de que una figura familiar subía las escaleras. Era Paula, la chica brasileña que hacía tiempo que no veía. Estaba acompañada por una amiga Lituania y fuimos juntos a la tercera planta, que estaba dedicada al arte que se llama autocrativo. Era algo totalmente nuevo para mí, y era la primera vez que oía el término autocreativo. Al principio, no estaba seguro de las cosas que podría encontrar allí, pero en las paredes negras había manifiestos y artículos sobre el tema del arte autocreativo, por lo que pude saber más sobre el tema. La única luz que entraba en la sala era la luz que había detrás de los documentos. Había buen ambiente. Fue interesante aprender cosas nuevas y el concepto de arte autocreativo era realmente fascinante porque utilizaba la ciencia y la tecnología para crear arte. Gran cantidad de arte creado de esta manera estaba enfocado en el efecto de los químicos y la temperatura de las superficies y los diferentes elementos. En la esquina de la sala, había un mecanismo que demostraba el arte autocrativo con una placa calefactora y el agua en estado líquido. Cuando una gota de agua caía sobre la placa calefactora, se evaporizaba al instante formando efectos preciosos y sutiles en cada ocasión. Era verdaderamente técnico, mecánico y específico y fue raro ver máquinas y elementos científicos y artísticos juntos en un museo. Es un concepto realmente interesante.

La exhibición que se conoce con el nombre de "Supportive" era la obra más grande del artista Gustav Metzger. Estaba expuesta de una manera bastante contemporánea, sobre una gran pantalla en la que había imágenes de su obra demostrando el efecto de la luz y del color producidos por los cambios de temperatura en algunos químicos. Me gustó mucho esa exposición porque era diferente pero alegre y me gustaba la manera en la que las imágenes estaban expuestas, en vez de colgadas en la pared. Se podían ver las imágenes sentados en los cojines. Pensé que el arte autocreativo era algo increíble e ingenioso, sobre todo porque no esperamos encontrar belleza en un medio mecánico. Así que, supongo que la belleza está en todas partes.

La noción de que se puede encontrar arte y belleza por todas partes se vio reforzada cuando bajaba las escaleras para ir a la segunda planta. En las paredes, había extractos escritos por George Brecht en 1963. En el mapa, se llamaba a estos escritos particiones que habían llegado en una caja de cartón titulada Water Yam. Cada mapa tiene instrucciones que pueden interpretarse de distintas maneras. Según lo que se decía en la hoja dedicada al artista y su obra, George Brecht creía que "formaba parte del arte" se propuso demostrar que el arte está presente en la vida de todos. Una partición me llamó particularmente la atención porque enseñaba a hacer cosas realmente raras con el piano.

Tras leer los pensamientos de Brecht sobre arte y tras haber visto la exposición del arte autocreativo, tenía mejor predisposición para aceptar el arte moderno, aunque nada habría podido prepararme para la siguiente planta. Creo que fue la sala más rara que he visto en toda mi vida.

La tercera exposición era sobre el artista franco-chino, Huang Yong Ping. Cuando entre en la sala por primera vez, no me fijé en nada en especial. Empecé por la obra que tenía más cerca, una acuarela sobre papel de arroz. Era completamente oriental, con escritura china y dibujos de esqueletos de animales. También era un tanto científico, pero nada del otro mundo en comparación con las otras esculturas de la planta.

Fuente

Me llamó la atención una escultura titulada: la pesca. El animal sobre el suelo tenía la cabeza con forma de lobo y cuerpo de pez. La boca del lobo estaba abierta y bajo la boca había un crucifijo con el cuerpo de Jesucristo que era el anzuelo de la caña de pescar de Dios. Era fascinante porque era muy chocante, pero no tenía ni idea de lo que representaba la escultura. Tal vez fuese algo en relación con el estado de la religión en el mundo actual. Pero esta esa escultura no era la única religiosa. Había muchas estatuas de Buda que estaban cubiertas por hojas de plástico y había otra escultura muy chocante, asquerosa y polémica. Era un Buda de madera con un agujero en el estómago. Se podían ver los intestinos que caían al suelo mientras eran devorados por buitres que habían sido hechos mediante taxidermia. Era brutal.

Además, había una tienda china de madera con muchos productos y un perro con una chancla en la boca y, al lado del perro, un enorme elefante muerto que era muy realista. Resultaba un tanto irónico también porque tenía un lado polémico relacionado con los elefantes del zoo del Parc de la Tête d'Or. Se cree que a los elefantes se les había administrado la eutanasia porque tenían tuberculosis, una enfermedad muy grave, y ponían en peligro la salud del resto de animales y de los seres humanos también.

A pesar de que la exposición era repugnante en muchos aspectos, te daban ganas de quedarte. Me decepcionó un poco no poder encontrar las fichas sobre las obras de Huang Jong Ping porque me interesaba mucho y estaba loca por aprender más sobre su trabajo y su carácter.

Me gusta que el Museo de Arte Contemporáneo de Lyon no tenga mucho arte porque esto permite familiarizarte más íntimamente con las obras y con algunos movimientos o artistas de los que están allí. Me gusta la forma en la que el museo cambia cada tres meses, de manera que siempre hay un motivo para volver a visitarlo. No me llevó mucho tiempo ver todo el museo, pero me dejé la mayoría de las "particiones" de George Brecht se encuentran por varias zonas del museo, incluyendo la cafetería y los baños. Algunas particiones además son interactivas. Así que ya tengo planes para volver en mayo y ver las siguientes exposiciones.

Lo único que me ponía un poco de los nervios es que algunos guardias de seguridad te siguen, supongo que hacen todo lo posible para evitar robos de algunas partes de las exposiciones porque es realmente fácil llevarse cualquier cosa. Sin embargo, me gustó mucho la visita y no puedo esperar hasta el 24 de mayo para que haya nuevas cosas que pueda ver. Me arrepiento de no haber venido antes al museo y haberme perdido el resto de exposiciones.



Contenido disponible en otros idiomas

Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!