10/02/2013: Olympique de Lyon contra LOSC Lille
Estadio Gerland: domingo 10 de febrero de 2013
Había pasado ya mucho tiempo desde la primera y la última vez que fui al Estadio Gerland, donde juega el Olympique de Lyon. Hace unas semanas fue el cumpleaños de mi novio y, como vino a pasar unos días conmigo a Lyon, quise hacerle un regalo y le compré unas entradas para el partido del Olympique de Lyon contra el LOSC Lille.
La verdad es que no fue buena idea que comprara yo los billetes porque por culpa de lo impaciente que soy al final acabé teniendo muchos problemas. Las dos entradas que compré me costaron treinta euros, no me salió muy caro en comparación con lo que suele costar en Inglaterra. Como tenía impresora (era de mi amiga Alison que ahora está en España) no tuve que ir a recoger las entradas a la ventanilla del Estadio Gerland, menos tiempo perdido. Me alegré mucho de haber podido comprar e imprimir las entradas en tan solo unos minutos, pero esa alegría no me duró mucho.
Le pasé una foto de las entradas a mi novio y me llamó y me contó que los ultras se suelen poner siempre en la tribuna norte y los sitios que había elegido estaban pegados a esos locos. No íbamos a estar cómodos ahí porque los ultras suelen ser bastante agresivos con el resto de la gente, así que le envié un correo al encargado de la taquilla preguntándole si podía cambiar las entradas por otras y devolver las entradas. Pero por desgracia las entradas no podían ni cambiarse ni devolverse. Me cabree un poco pero era culpa mía por darme tanta prisa a la hora de comprar las entradas.
Al imprimir los billetes me di cuenta de que el partido empezaba un domingo a las 21:00. En invierno por la noche hace mucho frío, esto me tenía muy preocupado porque no soporto el frío como las demás personas. El año pasado estuve en Craven Cottage en un partido de fútbol de la liga en el que jugaban Fulham contra West Brom y fue de lo más doloroso porque estábamos a -5 ºC. Creo que fue la vez que más frío pasé en toda mi vida. Mi novio se pasó toda la noche preocupado por mi estado porque decía que estaba como ausente e insensible. Tras esa noche me hizo falta mucho tiempo para recuperarme y volver a ser normal. Espero no tener que volver a pasar por lo mismo que pasé aquella noche.
Unos días antes de que llegara mi novio encontré a una persona que quería comprarme las entradas y así yo compraría otras pero en la tribuna sur. No obstante siguieron surgiéndome problemas. La última vez que estuve en el Estadio Gerland fue cuando jugó el Olympique de Lyon contra el Stade Brestois y a los seguidores del equipo visitante que habían hecho el esfuerzo de venir a ver jugar a su equipo les tocó sentarse detrás de un poste en la tribuna sur. No estaba segura, pero pensé que sería imposible elegir qué entradas quería en la página web del Olympique de Lyon en la zona del estadio reservada para los visitantes. No me quedaba otra que esperar al día del partido para salir de dudas sobre lo del poste.
Era enero y hacía un día muy raro, la temperatura que había era de 19 ºC. Tenía esperanzas en que el tiempo mejorara antes de que llegara el 10 de febrero y mantuve esa esperanza hasta que se acabó el invierno. Sin embargo, la semana que llegó mi novio bajaron las temperaturas y no pararon de bajar en ningún momento. Le avisé de que esta vez que haría más frío que la última vez que vino a Lyon, cuando aún se podía comer en la terraza de los restaurantes y estar a gusto fuera. Me costó mucho al principio convencer a mi novio de que se trajera un chaquetón, unos guantes y una bufanda. Aquí los cambios de temperatura son muy bruscos. Aunque la verdad es que el jueves cuando fui a buscar a mi novio a Part-Dieu que llegaba en tren desde Londres no hacía mucho frío. Se puso a nevar pero la nieve se derretía al llegar a la altura del suelo. Pero igualmente fue genial poder llegar a la residencia y meternos en el cuarto, ahí se estaba muy calentito. Al día siguiente siguió nevando así que nos quedamos en la habitación.
El sábado por la mañana hacía buen tiempo pero hacía frío. Como nos gustaban tanto los animales fuimos al zoo de Lyon del parque Tête d'Or. Pero por desgracia no pudimos ver muchos porque se estaban encargando de podar algunos árboles y hacía mucho frío para los animales. Hasta los pequeños chimpancés se frotaban las manos para entrar en calor. Esos monos eran muy divertidos, uno hasta se cabreó porque un hombre lo estaba mirando. Las reacciones que tenían eran muy graciosas.
Poco después lo único que podía sentir era temperatura glacial que hacía pese a que llevaba mil capas de ropa, estaba ya harta de estar fuera pasando frío. Al final como el cielo cada vez estaba más gris decidimos ir a Confluence para buscar algún sitio para comer algo. Acabamos en el GoMex y, mientras nos zampábamos la comida tan buena que nos habíamos pedido, me di cuenta de que se puso a nevar mucho más. Cuando volvimos a la residencia después de hacer la compra en el Carrefour el suelo estaba lleno de nieve. Tenía la esperanza de que el tiempo mejoraría para el partido entre el Olympique de Lyon y el LOSC Lille, ambos equipos eran muy buenos y estaban la Liga 1, esta temporada el Lille se disputó la Copa de la Champions pero no consiguió subir.
Llegó el domingo y aún seguía nevando un poco, pero no había mucha nieve en el suelo. No quería encontrarme luego con problemas cuando nos tocara volver a la residencia. Recé para que parara de nevar para no tener que mojarnos al ir hasta el Estadio Gerland con el frío que hacía. Pero por desgracia al salir del calor de la habitación, la nieve seguía cayendo.
Mi novio había buscado ya antes el Estadio Gerland para comprobar si tendríamos algún problema con nuestra tribuna. ¡Estábamos junto a unos ultras! Aunque apoyáramos todos al mismo equipo, eran los rivales. Al parecer los ultras de la tribuna norte son los únicos reconocidos por el club de fútbol, así que me dio rabia que nos tocaran a nosotros que estábamos en la sur.
Para asegurarme de que no me diera frío y de que no me diera mala leche por la noche mi novio me dijo que me pusiera todas las capas que pudiera. ¡Estaba claro que no iba a poder ponerme toda la ropa del armario! Pero sí que me puse medias, mallas, más medias, calcetines algos, vaqueros, calcetines gordos, un maillot de cuerpo entero, una camiseta de manga larga, una rebeca, una camisa vaquera, una sudadera gorda, dos bufandas y un chaquetón, pensé que con eso bastaría. Ya me costaba llevar con todo eso puesto, pero es que andar costaba mucho más.
Llegamos hasta la parada del autobús y nos tocó esperar tres minutos solamente a que llegara el C20. ¡Pues en esos tres minutos ya empecé a tener frío! Pero aún así no le comenté nada a mi novio porque no quería amargarle la noche.
Una vez ya en Bellecour el restaurante al que quería ir a comer estaba cerrado porque era domingo. No me atraía mucho la idea de ir al McDonald's así que fuimos a una pequeña cafetería que había abierta cerca de Bellecour en la calle Rue de la République, al lado del Brioche d'Orée. Nos pedimos unos sándwiches calientes y unos refrescos. Para entrar un poco en calor también me pedí un café de vainilla. No salió muy caro y con eso nos bastó porque no queríamos tirarnos mucho tiempo comiendo. Al salir afuera para dirigirnos al Estadio Gerland aún seguía nevando.
En el metro había un poco más de gente en comparación con una noche de domingo normal y corriente, pero no era como la hora punta de los días de semana. El trayecto hasta llegar al estadio fue bastante fácil y agradable, al llegar aún teníamos una hora hasta que empezara el partido.
Por lo general prefiero llegar con tiempo a los partidos de fútbol para así poder relajarme un poco y contagiarme del ambiente. El año pasado no fue el caso porque por la mañana necesito bastante tiempo para vestirme. Recuerdo que llegué a Craven Cottage para poder ver al Fulham poco antes del saque. Me pasó lo mismo cuando fui a ver por primera vez al Olympique de Lyon porque tuvimos problemas algunos problemas en taquilla ese día. Pero esta vez sí que me hubiera gustado no llegar tan temprano, con decir que hace frío me quedo corta.
Al poco rato de entrar a la tribuna sur fuimos a buscar dónde estaban nuestros asientos. No estaban muy cerca del campo la verdad. Los asientos estaban empapados por la nieve y además también estaban sucios. Nos planteamos el cambiar de asientos si no había mucha gente en la tribuna pero no me gustaba la idea de ponerme cerca de los ultras.
Como tuvimos que esperar hasta las nueve a que empezara el partido pudimos ver cómo calentaban los jugadores en el campo. Me dio por pensar en el último semestre cuando me dio por jugar al fútbol, aunque se me daba fatal. Empecé a pensar en por qué lo dejé, pero si que tenía algunas razones. No me gustaba la idea de jugar con los chicos y mi cuerpo no estaba en plena forma como para ponerme a hacer deporte. Mientras pensaba en mis cosas mientras aguantaba el frío, de pronto se levantó un viento horrible en el estadio, soplaba muy fuerte. Las condiciones dejaban mucho que desear.
Al final presentaron a los equipos y comenzó el partido. Intenté ser fuerte y aguantar el dolor pero el frío iba abriéndose paso por las capas de ropa y cada vez estaba más congelada. Ya había dejado de nevar pero aún así el partido estaba siendo lento. Ni el Olympique de Lyon ni el LOSC Lille tuvieron casi oportunidades de gol, pero por desgracia veinte minutos después fue Chedjou del LOSC Lille el que marcó un gol gracias a un saque de córner. A pesar de la decepción sabía que aún quedaba mucho tiempo por delante para remontar.
El resto del primer tiempo fue bastante aburrido porque apenas había acción, salvo alguna que otra jugada sucia. Tenía tanto frío que me costaba concentrarme. Se acercaba ya el descanso y el Lyon había tenido dos ocasiones perfectas de gol para igualar el marcador pero al portero del LOSC Lille no le costó nada pararlos a lo grande.
Sabíamos que tendríamos que salir antes para pillar el bus C20 que era el que llegaba hasta la residencia. No me convencía mucho la idea de tener que ir a Gorge le Loup, que era un lugar que no conocía nada, para coger un bus que no había cogido nunca en Trion. Yo tenía frío pero es que mi novio también empezaba a pasarlo mal. Ya no sentía los dedos de las manos y de los pies pero estaba dispuesta a aguantar una hora más en el Estadio Gerland si así lo quería él. La de cosas que tiene que hace runa por amor, estaba segura de que iba a perder los dedos por congelación. Poco antes del descanso empezó a nevar de nuevo y mi novio me dijo de irnos antes porque ya era insoportable. Qué alegría me llevé.
Un minuto antes de que pitaran el final de la primera parte colaron otro gol, pero no fue el Olympique de Lyon para igualar el marcador, fue el segundo gol del LOSC Lille. Los cuarenta seguidores del LOSC Lille saltaban de alegría mientras que la otra gran mayoría del estadio soltaba un suspiro. Iba ser una noche muy larga para los lioneses.
En el descanso decidimos que lo mejor sería irnos a la residencia. El frío era insoportable ya y no vimos ninguna razón por la que quedarnos en el Estadio Gerland, no queríamos ver al equipo lionés perder. Antes de irnos nos echamos unas fotos y luego nos fuimos al metro.
No fuimos los únicos que decidieron irse de allí. Había parejas y estudiantes a los que tampoco les interesaba tanto el Olympique de Lyon como a nosotros. Me alegré de poder volver ya a la residencia. El metro estaba completamente vacío, ¡qué raro! Cambiamos de metro en Saxe Gambetta para coger la línea D que llevaba a Bellecour, donde cogeríamos el C20.
Qué gusto me dio llegar a mi habitación. Aunque ponerme a cambiarme para meterme en la cama fue un trabajo muy laborioso. Mi novio estuvo pendiente por Internet de cómo acababa el partido. No nos perdimos mucho la verdad, así que tampoco importaba mucho que nos fuéramos antes de que acabara el partido. Aunque bueno, colaron dos goles más, uno cada equipo. El gol del LOSC Lille lo marcó Kalou, un jugador que estaba en el Chelsea antes y el gol del Olympique de Lyon lo marcó Lopez. Los dos goles fueron de penalti e igualmente el equipo lionés acabó perdiendo 3-1, no estaba mal. Me alegré de haber podido volver en vez de quedarme a ver cómo perdía el Olympique de Lyon con esa temperatura glacial típica de febrero.
Me gustaría volver algún día al Estadio Gerland pero cuando haga más calor y haga mejor tiempo. Tenía pensado comprar entradas para ver al París Saint-Germain en mayo, mis amigos y yo queríamos ver a David Beckham, que juega ahora para el equipo parisino. Por muy barato que sea ir al Estadio Gerland, ¡no merece la pena ir en invierno!
Me siento culpable por escribir un artículo sobre un partido de fútbol cuando ni si quiera me he quedado a verlo entero, pero al menos he aprendido muchas cosas. Estos son los consejos que os puedo dar:
- Debería ponerme más capas de ropa (si cabe) cuando haga frío.
- Hay ultras tanto en la tribuna norte como en la tribuna sur, pero los de la tribuna sur no representan ningún problema. Son muchos menos y no hacen tanto ruido como los de la tribuna norte
- Los asientos que están más arriba seguramente sean los mejores porque no soplará tanto el viento.
- No se pueden ni cambiar ni devolver las entradas, pero en los grupos de Erasmus que hay en Facebook puedes encontrar a alguien que te compre las entradas.
- Si el partido empieza tarde os aconsejo que os planeéis cómo vais a volver, lo tendréis fácil si lo consultáis en esta página web, aquí podéis planificaros el camino de vuelta
- Antes de comprar las entradas mejor informaros bien sobre el estadio.
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