Playa de las Catedrales

Playa das Catedrais, traducido al castellano, su nombre es Playa de las Catedrales, situado en Lugo, al norte de Galicia. Recibe este nombre, porque sus acantilados se parecen a los arbotantes de las catedrales góticas.

Es una playa magnifica, en la que se pueden contemplar acantilados que superan la belleza del resto de playas de Galicia. Algunos tienen más de 32 metros de altura que se han ido modificando con la erosión del agua, el aire y el viento.

La playa se llama Aguas Santas y lo mejor para disfrutar de esta playa es cuando la marea está baja porque se pueden ver todos estos acantilados y caminar a través de ellos, contemplando la belleza que se ha creado en esta playa tras muchos años de erosión.

Es una de las más visitadas y fue reconocida en 2014 como la 4ª mejor playa de Europa por los usuarios de “Tripadvisor”. Se conserva con la misma belleza que el primer día y posee galardón de Bandera Azul y la Q de calidad turística. Por supuesto, con estes monumentos naturales de rocas, no es una playa recomendada para tomar el sol ni tampoco para la zona de baño.

Visita inolvidable, que dejará boquiabierto a más de uno.

        Un viernes festivo + un fin de semana suman tres días geniales para salir de ruta con tus amigas. Allá nos fuimos, saliendo un Viernes a las 8:00 desde Ourense (Galicia) hasta Mondragón (en País Vasco). La ruta más rápida para llegar de una punta a otra es por el interior de la península, cogiendo la autopista y atravesando Benavente - Burgos - Miranda del Duero - subiendo hasta Vitoria - y finalmente Mondragón (Guipúzcoa). Pero nosotras, ni cortas ni perezosas, y dispuestas a aprovechar el día, decidimos hacer la ruta del norte, y aunque nos comimos unos 700 Km de carretera mereció la pena por las paradillas que fuimos haciendo, conociendo un poco más de la costa cantábrica, recorriendo Galicia - Asturias - Cantabria - y finalmente País Vasco.

      Entre música, patatillas y conversaciones transcurrieron los primeros kilómetros hasta la Playa de las Catedrales (provincia de Lugo, Galicia). 

Playa de las catedrales 

     Esta playa es comúnmente conocida como la Playa de las Catedrales (As Catedrais en gallego), aunque su nombre original es Playa de Aguas Santas. Es una playa del norte lucense, situada en A Devesa (Ribadeo).

        Llegar a esta playa no es complicado, pero todo aquel que no conozca la zona debe ir atento a los carteles. Uno debe ubicarse en dirección a Foz / Ribadeo y antes de entrar en este último ya se pueden ver carteles de "Playa de las Catedrales". Dependiendo de la dirección de donde se llegue, también nos podemos encontrar con alguna indicación hacia "Playa de Arealonga", la cual también se puede seguir ya que una vez en ésta, solo se deben continuar un par de km para encontrarse con la playa que nos atañe en esta entrada.

        Todo el mundo sabe que las playas gallegas son muy conocidas, incluso algunas lideras Ránkings europeos e incluso mundiales, y esta playa no iba a ser menos; me atrevería a decir que conocida mundialmente. En 2014 fue elegida por TripAdvisor la 4º mejor playa de Europa. 

    Lo llamativo de esta playa no son sus aguas tranquilas y transparentes, ni su tamaño ni el clima, sino lo que destaca definitivamente de esta playa es el paisaje que nos regala: las formas que las rocas han adquirido a lo largo de los años, mediante la erosión ejercida por el viento y el agua del mar, dejando ver arcos y bóvedas, grutas y cuevas, o acantilados que llegan a superar los 30 metros de altura. Incluso algunas de estas formaciones cuentan con leyendas que forman ya parte del encanto y la historia de la playa.

      Para poder disfrutar de este paisaje es necesario visitar la playa en bajamar, ya que de otra manera no pueden verse las formaciones, y únicamente veremos el nivel del mar tan alto que cubre la playa por completo. Para acceder a la playa deben bajarse unas escaleras, las cuales quedan sumergidas bajo el agua cuando sube la marea. Desde el arenal es posible divisar hasta donde sube la marea mirando hacia los acantilados más altos, ya que el color de la piedra cambia, siendo más oscura toda la superficie que queda cubierta por agua. Es impresionante sentirse tan pequeño allí abajo e imaginarse que todo eso en unas horas pasará a estar completamente inundado. 

    Puede verse todo el paisaje desde el interior de la playa, incluso uno puede meterse entre las rocas y bajo las cuevas, recorrer las galerías y quedarse maravillado por la obra natural del entorno. Es el mejor momento para disfrutar del lugar, pudiendo caminar de lado a lado los aproximadamente 1300 metros de playa, y entre los acantilados, incluso disfrutar de un refrescante baño. Sin embargo, una vez la marea va subiendo el arenal disminuye, obligando al visitante a volver a tierra firme y ver el paisaje desde las alturas. No es una playa muy recomendada para los bañistas ya que es imposible echarse una siesta con tranquilidad, el baño tiene que ser un tanto "exprés" ya que la marea no permite mucho margen de tiempo para el disfrute del agua, y además suele ser una playa que está abarrotada por los turistas por lo que uno estará vigilando constantemente sus cosas y recibiendo pataditas de arena de vez en cuando. No debemos descuidarnos cuando estamos abajo. Tenemos tiempo para recorrerla pero si vamos con demasiada calma seguramente tendremos que mojarnos para volver.

     Sin embargo, desde arriba también se puede disfrutar del espectáculo, además hay varios miradores habilitados, incluso con información sobre la formación de la playa, sobre la fauna y la flora. Además, para aquellos que tengan más tiempo, hay un sendero que bordea la costa a lo largo de varios kilómetros, disfrutando de la playa y de diversas calas que hay más adelante. Sin necesidad de bajar también se puede ojear las rocas, incluso con paciencia, ver cómo va subiendo la marea y ver como es paisaje cambia por completo, dejando las grutas sumergidas bajo el agua. Desde luego, si el tiempo escasea lo más espectacular es ver la playa en marea baja, pero si uno puede pasar el día mientras come o visita Ribadeo, es muy bonito después de conocer cómo es el paisaje ver como queda todo completamente inundado, cubierto por el agua.

         Existe un aparcamiento habilitado para los visitantes, incluso para las caravanas de aquellos que quieran disfrutar de la zona durante todo el día o para una estancia un poco más duradera.

     Casi en cualquier época del año, toda la zona superior está repleta de puestecitos con cuadros, pinturas, o recuerdos de la playa para que todo aquel que quiera pueda llevarse un pequeño recuerdo de su paso por la playa de las catedrales. 

Antes de visitar la playa uno debe tener en cuenta:

1. LAS MAREAS

Pueden consultarse fácilmente en internet, obteniendo el momento de marea baja y marea alta, pero hay que tener en cuenta que entre esas horas la marea va cambiando por lo que si quieres entrar en el meollo, lo más apropiado sería visitarla entre las 2h antes o 2h después de la hora de marea baja.

Esta puede ser una de las páginas: http://playa-catedrales.com/mareas/

2. LA ÉPOCA DEL AÑO

Días festivos, puentes o generalizando los meses de verano, son épocas de masificación en esta playa, por lo que siempre que podamos debemos evitarlos ya que de otra manera será mucho más fácil disfrutar de la playa sin tanto ajetreo.

Además, desde el año 2014 se ha instaurado un aforo limitado por día, impidiendo visitar la playa a más de 4000 visitantes diariamente (si no me equivoco con la cifra). En agosto de este año, fueron mas de 270.000 las personas que visitaron esta playa. 

Otra opción, para aquellos que no puedan esquivar estas fechas y tengan que lidiar con el atasco y con las multitudes, a un par de kilómetros está la playa de arealonga, donde también existe un aparcamiento y solo está a 20 minutos andando de la playa de las catedrales, por una pasarela de madera habilitada que discurre paralela a la carretera.

Para los más aventureros, en la playa de Arealonga, se ubica un camping para aquellos que lleven sus caravanas o quieran dormir en tiendas de campaña.

Y sea cual sea la época del año, sobre todo para aquellos que son extranjeros, es importante tener en cuenta las fuertes rachas de viento que se dan en la costa lucense, sobre todo si uno se atreve a acercarse demasiado a la orilla desde la cima del acantilado.

Para comer...

    Para los que quieran pasar un día en familia, con bocatas y al aire libre, hay un merendero justo encima de la playa.

    Para comer de plato o tomarse un café de terraceo, hay un restaurante justo en la playa con unas vistas inmejorables, aunque debo destacar que es un restaurante "de alto nivel". Si uno quiere pararse a comer por la zona a un precio más económico puede desplazarse hasta la playa de Arealonga donde se encontrará con el Lusco Fusco o el restaurante que está al lado. 

También... 

Illa Pancha 

    Esta islita no ha sido una parada en nuestro viaje en esta ocasión, pero si la he visitado en otra de las rutas que he hecho en coche por la costa cantábrica. Aprovechando la ocasión os comento que es un sitio genial para evadirse durante unos instantes

    Como curiosidad, este es un lugar que para aquellos que tengan tiempo merece la pena visitar. Es una pequeña islita muy cerca de Ribadeo con un faro muy entrañable que data del año 1857 y una gran extensión de campo verde, donde poder dejar el coche y dar un paseo, o incluso echarse a tomar una pequeña siesta (siempre y cuando el tiempo lo permita ¡por supuesto!)

    La decisión de comunicar esta pequeñita isla con la península no es otra que facilitar el acceso a los fareros que se encargaban de la atención de dicho faro. 

Nuestro viaje continúa entrando ya en Asturias, pero para conocer las próximas paradas deberéis continuar leyendo la próxima entrada.