Un día en Lugano

Queridos amigos lectores:

Hace tres días estuve por segunda vez en la preciosa Confederación Suiza. Si habéis leído mi publicación "Parada en Ginebra" (publicada en este blog), sabréis ya que hace un tiempo he estado en la Suiza francesa; esta vez he visitado la ciudad de Lugano, que se ubica en la parte de Suiza en la que prevalen la cultura y la lengua italiana: el Cantón del Tesino. Es una coincidencia rara, pero esta segunda experiencia en Suiza solo ha durado medio día, lo mismo que la de Ginebra. A pesar del corto tiempo a disposición, he conseguido ver lo necesario. En esta página describiré como fue la aventura, que viví con mi novia, y hablaré de las sensaciones que tuve en la ciudad y los lugares de interés que visité.

Lugano en general

La ciudad de Lugano tiene su famoso lago y está rodeada por un atractivo paisaje de montaña. El punto neurálgico de la vida en la ciudad, donde se concentran los turistas, es la zona que hay entre la estación ferroviaria y el Parque Cívico. Ya que sus dimensiones son muy reducidas, conseguimos visitar fácilmente todo el centro a pie. Para llegar a la estación de autobuses, cogimos el bus urbano, el medio de transporte público principal que a través de sus numerosas líneas, conecta perfectamente el pueblo con todas las zonas periféricas. La mayoría de las calles del centro están abiertas solamente a la circulación peatonal, aunque en las zonas donde principalmente circulan coches u otros medios de transporte, no hay rastro de caos ni desorden. La armonía que caracteriza a las calles del centro viene también del fascinante estilo arquitectónico de la construcción civil, que le da un toque realmente elegante. Las tiendas cierran más bien temprano, recuerdo que sobre las 19:00 ya no había movimiento de compras, las calles del centro ya no estaban tan llenas como en las horas anteriores. Si no tenéis ganas de ir a cambiar euros a francos suizos al banco, no hay problema. Se aceptan pagos con la moneda de la Unión Europea en todas las tiendas y locales de ocio. Aviso: os darán el cambio en francos.

Nos quedó el recuerdo de Lugano como una ciudad bonita, elegante y ordenada, con una atmósfera cargada de armonía y paz. Antes de pasar al próximo párrafo, en el que hablaré de todos los lugares de interés que hemos visitado, adjunto unas fotos que eché mientras paseábamos por el centro para completar esta primera descripción de la ciudad.

Qué ver en Lugano

El lugar que más atrae la atención de los turistas y que constituye la imagen de la ciudad es el precioso lago. Hay varios puntos presentes en el territorio sobre el que se extiende el municipio, desde el lago a las montañas (a las que puedes llegar en funicular), para admirar el panorama en su totalidad. Creo que el funicular es la mejor opción para gozar de unas vistas impresionantes, aunque no haya podido vivir personalmente esta experiencia por falta de tiempo, recomiendo a todos los futuros visitantes de Lugano hacer una excursión al Monte Brè o al Monte San Salvatore para contemplar el panorama del lago a 900 metros de altura. De todas formas, el escenario resulta fascinante incluso si se observa desde el lago. Aquí algunas fotos que eché poco después de llegar a la ciudad.

A pocos metros del lago está la elegante Plaza de la Reforma, allí está el ayuntamientoen el que se pone el árbol de Navidad en diciembre. En las fotos siguientes encontramos tres perspectivas de la plaza y dos del ayuntamiento, que es aún más fascinante por la tarde.

Al salir de la plaza y seguir nuestro recorrido hacia el centro, visitamos uno de los edificios religiosos principales: la Iglesia de San Antonio Abad. Aquí dos fotos del edificio desde el interior y el exterior.

Al fin voy a describir el momento más bonito de esta visita en Lugano. Después de terminar nuestra primera vuelta por las callecitas del centro, acabamos en un barrio de la ciudad y en el horizonte se podía ver una enorme área verde: el Parque Cívico, conocido también como Parque Ciani. Antes de pasar la entrada, me paré a echar una foto a un extraño monumento llamado "Eros bendato":

Inquietante, aunque muy particular.

Por otra parte, este es el Palacio de Congresos de Lugano, cerca de la entrada al parque:

Creo que este es uno de los parques urbanos más bonito que he visto hasta hoy. Paso directamente a las fotos porque en este caso son más eficaces que las palabras.

Un precioso recorrido peatonal a las orillas del lago, gente que pasea, un parque de atracciones para niños, una atmósfera de paz y la luz del atardecer fueron los elementos que hicieron que nuestra tarde en Lugano fuese tan mágica. Volviendo al tema de los diferentes puntos desde los que se puede gozar de unas vistas increíbles del lago, este también es uno de los mejores puntos para contemplar el paisaje. Si algún día visitáis Lugano y decidís dar una vuelta por el parque, os recomiendo ir durante el atardecer. Al terminar el recorrido peatonal, hay una pequeña playa abierta por la cual nos podemos acercar a las aguas del lago.

Este imponente y encantador edificio es el Liceo de Lugano, situado en la zona oriental del parque:

Cuando ya se acercaba la hora de volver a Italia, dimos una última vuelta por el centro y visitamos otro de los edificios religiosos principales de Lugano: la Iglesia de San Roque. Desde el exterior puede parece una simple iglesia de barrio que sin particularidad alguna en su interior. Sin embargo, al entrar nos encontramos con un edificio religioso muy atractivo, con arte en cada uno de sus rincones.

Conclusión

Esta primera experiencia en el Cantón del Tesino fue muy positiva. Recomiendo a todo el mundo visitar Lugano, una ciudad habitable bajo todos los puntos de vista y muy interesante para el turismo. Espero volver pronto para visitar el paisaje natural que la rodea y no he podido explorar durante mi primer viaje.

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