De visita por Lucerna

¡Hola a todos, viajeros! En esta entrada os voy a hablar de Lucerna, una maravilla de Suiza.

Antes de visitar Lucerna, había oído hablar muy poco de esta ciudad. Todas las personas que habían viajado a Suiza me contaban cosas sobre todo de Berna y Ginebra, pero parecían olvidarse de Lucerna. En realidad, mis amigas y yo ni siquiera habíamos planeado ir hasta Lucerna, pero como resultó que ya habíamos visitado los principales monumentos de Berna, decidimos ir a pasar un día a esta ciudad. 

Cómo llegar

La mejor opción para llegar a Lucerna es en tren. Yo fui desde Berna, y se tarda poco más de una hora. Si no tienes pase Interrail, te costará entre 10 y 20 euros, dependiendo del tipo de tren que cogas y los horarios. Hay muchos trenes a lo largo del día, el más temprano a las 8 de la mañana, y luego pasan con bastante frecuencia, pero te recomiendo que madrugues un poco para que puedas aprovechar el día en la ciudad. 

Qué ver en Lucerna

• Estación de Lucerna

Como seguramente llegues hasta la ciudad en tren, la estación de Lucerna será lo primero que veas. Es una estación ferroviaria sin más, pero la fachada es muy bonita, y data de mediados del siglo XIX, que es cuando se inauguró la estación. Esta se encuentra en pleno centro de Lucerna, así que su localización es perfecta para empezar tu itinerario por la ciudad. 

• El puente de la capilla

Si buscas Lucerna en Google, es muy probable que la gran mayoría de fotos que te salgan sean de este puente. El puente de la capilla, también conocido como Kapellbrucke, es uno de los monumentos turísticos más reconocidos de la ciudad. Fui lo primero que visité en Lucerna, ya que está muy cerca de la estación de tren. Nada más salir de ésta, tan sólo tendrás que seguir el curso del río Reuss y llegarás sin problema. Incluso verás el puente a lo lejos desde la estación. 

Toda la construcción del puente es de madera, lo que resulta impresionante, sobre todo porque escuchas el crujir de ésta mientras avanzas por el puente. Llama la atención que esté hecho de madera, material que es relativamente inusual para un puente, la verdad. Este hecho le convierte en el puente de madera más antiguo de Europa. Es bastante largo, así que tómate tu tiempo en cruzarlo. Recomiendo que mientras te recorres el puente mires hacia arriba de vez en cuando, porque las pinturas del techo son preciosas. Representan distintas historias mitológicas y sucesos importantes. 

• La Torre del Agua

Justo en el centro del puente encontrarás la torre del agua, o Wasserturm. Es una torre medieval con una forma un tanto interesante, ya que se trata de un octógono hecho de piedra. Tenía función de defensa de la ciudad, pero también ha llegado a utilizarse como lugar de tortura (algo que me pareció bastante curioso). Es imposible no ver la torre, ya que es bastante grande y además la verás mientras cruzas el río al otro lado de la ciudad para poder adentrarte en el casco viejo. 

• Iglesia Jesuita 

Soy consciente de que este monumento religioso no es el más famoso de Lucerna, pero cuando llegamos hasta esta iglesia me enamoré por completo. Su nombre es Iglesia Jesuita de San Francisco Javier, pero es más conocida como la Iglesia Jesuita de Lucerna. Es un monumento de estilo barroco construido, y me gustó especialmente por su interior. La decoración es de tonalidades pastel y hay mucha luz gracias a que los ventanales no tienen vidrieras, sino que el cristal es transparente. Si a esto le añades las paredes blancas y las decoraciones de colores tan claros, es de esperar que sea una iglesia tremendamete luminosa. 

La entrada a esta iglesia es gratis, así que te recomiendo encarecidamente que vayas a verla. Nada más cruzar el puente de la capilla y girar a la derecha siguiendo el curso del río, llegarás hasta ella. 

• Iglesia de San Leodegar 

La iglesia de San Leodegar podría decirse que sí que es la iglesia más conocida de la ciudad, y tendrás que subir unas escaleras para poder llegar. A pesar de que también es de estilo barroco, y fue costruida en el mismo siglo que la iglesia jesuita, bajo mi punto de vista presenta una fachada mucho más sobria, y su interior no es comparable a la bóveda de la iglesia de San Francisco Javier. Eso sí, tampoco quiero desanimaros a que la visitéis porque aún así es realmente bonita, en especial el altar que verás nada más entrar, y el órgano de su interior. 

• El león de Lucerna

Obviamente, no podía despedir esta entrada sin ni siquiera mencionar al león de Lucerna. Este monumento es sin ninguna duda uno de los más visitados de la ciudad, y la verdad es que no es de extrañar. El león de Lucerna, conocido también como Lowendenkmal,  es una escultura de piedra que mide casi siete metros de alto y tardó unos dos años en terminarse. Para llegar hasta aquí tendrás que callejear un poco, pero no tiene pérdida porque hay señales por toda Lucerna que te indican cómo llegar a los distintos monumentos, y si preguntas a cualquier local sabrá indicarte dónde está. Resulta realmente impresionante ver todos los detalles de la escultura, aunque no te puedes acercar mucho, ya que la entrada está cerrada al público. 

Lucerna es una ciudad de cuento de hadas. Es muy tranquila y, aunque es turísitica, no lo es tanto como otras ciudades europeas, y por ello su visita te será muy agradable. A parte de los monumentos y atracciones turísticas de las que he hablado, no dudes en callejear y pasear por la ciudad, ya que las fachadas de las casas y edificios son realmente bonitas, y en especial las del centro histórico de Lucerna, suelen estar decoradas con relieves y pinturas.