Café De Weerelt

Tras un intenso día de turismo por Lovaina, ya nos merecíamos una buena cerveza... y como no podía ser otra, pedí la Stella Artois, la cerveza de Lovaina. El sitio que elegimos fue un pequeño bar en la Oude Markt o plaza del Mercado Viejo, de la que ya hablé en dos entradas anteriores como "el bar más grande Europa" por ser la plaza con más locales de copas por metro cuadrado.

Contábamos con la ayuda de un pequeño mapa elaborado por locales con un plano perfectamente explicado de la Oude Markt donde indicada cada uno de los bares y de lo que estaba dotado cada uno... hay algunos que están más encaminados a comidas y cenas, otros más a cafés o cervezas y otros pubs más dirigidos hacia fiestas cuando va entrando la noche... Al mediodía para comer elegimos el mexicano Donki de burritos, y para media tarde nos apetecía sentir un rato para charlar en uno que sirviese cervezas... encontramos el De Weerelt que además tiene wifi y según el plano, también tenía juegos como el Trivial o el Scrabble del que los clientes podían hacer eso.

Así que tras dar una vuelta por la plaza, en esos momentos casi vacía, para ver qué bar tenía más ambiente o cual se aproximaba más a nuestras necesidades, entramos en este que estaba a otros tres bares de separación hacia la derecha del mexicano en el cual comimos.

Solo una mesa estaba ocupada por otros cuatro jóvenes, nos sentamos en la mesa de al lado y un camarero flamenco, rubio, con unos ojos preciosos y muuy muy guapo y amable nos atendió, yo ordené una Stella Artois pequeña como ya dije y mis amigos se decantaron por un té de camomila y otro de limón, el joven camarero trató de explicar como podía en inglés de qué era cada té porque mis amigos estaban algo confusos.

Era un local pequeñito pero muy decorado, especialmente con posters en las paradas, según entramos a la izquierda podemos observar un gran mapa del mundo dividiendo la bola en dos con un letrero encima con el nombre del bar, se asemeja a los mapas que usaban los navegantes para recorrer los océanos. Variados posters y carteles de distintas marcas de cerveza como La Trappe o Desperados, de vinos, de refrescos como Coca Cola y de otro tipos de bebidas alcohólicas inundaban las paredes del local. Un flotador a modo de elemento decorativo sobre la barra y con el nombre del local llamó especialmente mi atención. Al lado de la barra se encontraban los juegos de mesa que se podían coger libremente.

No teníamos mucho tiempo pero cogí el Scrabble y echamos una partida hasta que al poco rato nos cansamos (nunca le he visto demasiado sentido a este juego la verdad), además yo estaba aprovechando el wifi para ponerme en contacto con amigos de Bruselas para salir por la noche...

En la pared sobre la barra principal también podíamos observar el nombre de la ciudad en los tres idiomas y un reloj sobre cada uno de ellos marcando las horas, una televisión y una segunda sala se abría a nuestro paso cuando fuimos al baño, un poco más pequeña y con mesas de pie, distinta a en la que nos encontrábamos.

La carta de bebidas se presentaba en dutch, menos mal que teníamos más o menos claro lo que queríamos pedir porque la oferta de bebidas era inmensa. Un cuadro al lado de los carteles de las cervezas llamaba mucho la atención, se trataba de una fotografía de la plaza Oude Markt a reventar de gente, un panorama muy distinto al que nos habíamos encontrado nosotros ese día, ya que tanto a la hora de comer como por la tarde la plaza estaba bastante vacía...

Sin embargo me gustó la experiencia, espero poder volver para experimentar un poco de la fiesta de Lovaina con el amplio ambiente universitario que envuelve a la ciudad.