¡Llegamos a California!

¿Alguna vez habéis ido en un bus de camino a California? No es por presumir, pero yo sí.

Mis amigos y yo nos hicimos muchas ilusiones de camino a la ciudad de Los Ángeles. Todos la habíamos visto en las películas. Nos imaginábamos subiendo al letrero de Hollywood, conociendo a famosos en Beverly Hills, yendo al Paseo de la Fama y nadando en el océano Pacífico. Pero de todo eso, a mí me emocionaba una cosa en particular: Universal Studios.

De Universal Studios a Disneyland

Mis amigos y todo el que me conoce sabe que me encantan las series de televisión, por lo que me hacía mucha ilusión visitar unos estudios auténticos. El autobús para, nos bajamos y vemos el globo giratorio. Lo primero que hacemos es ponernos en la cola para el paseo en autobús, que fue fantástico. Vimos escenarios como casas de campo, un metro en llamas que se acabó inundando y un avión estrellado. Es increíble lo bien hecho y lo detallado que estaba todo, desde los edificios hasta las calles.

Ese día fue impresionante. Vimos espectáculos acuáticos, a los personajes de Scooby-Doo en su furgoneta y a los Simpson. También había atracciones como Los Minions, Shrek y un simulador de vuelo. Este último fue muy interesante: era como estar en un columpio y la pantalla que teníamos delante iba cambiando de escena cada poco rato.

¡Llegamos a California!

Universal Studios no fue el único parque al que fuimos, también tuvimos el placer de pasar todo un día en Disneyland. Ni que decir tiene que nos lo pasamos genial. La mejor atracción fue el Incredicoaster, por primera vez me atreví a montar en una montaña rusa que daba una vuelta completa. Estuve todo el tiempo que duró dando gritos en italiano, pero no pasaba nada porque no me entendían. Terminamos nuestro día en el lugar más feliz del mundo con un espectáculo de fuegos artificiales y un desfile. Pronto nos sentimos como si tuviéramos ocho años otra vez.

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Centro de Los Ángeles

Por desgracia, no pudimos estar mucho tiempo por el centro, pero dimos una vuelta por Beverly Hills tal y como queríamos y fuimos al Paseo de la Fama, desde donde vimos el letrero de Hollywood. Probablemente se veía mejor desde el Observatorio Griffith, pero dio la casualidad de que ese día había mucha niebla (no fue culpa nuestra, fuimos en junio).

Como por Beverly Hills no nos topamos con ningún famoso, fuimos al Madame Tussauds a hacernos fotos con las figuras de cera de estrellas como Lady Gaga, Selena Gomez, Will Smith y Obama.

Uno con la naturaleza

Cuando nos fuimos de Los Ángeles, nuestro autobús paró en el Parque Nacional de Yosemite, donde mis amigos y yo hicimos piragüismo, o a menos lo intentamos. Es broma, no fue difícil, la corriente no era fuerte. Eso sí, el agua estaba helada. Cuando llegamos a la costa, pisé las gafas de sol que me había comprado para el viaje. Menos mal que quedaban ya pocos días y que solo me habían costado cinco dólares. Sí, ni un centavo más, pero solo porque sabía que las iba a romper o a perderlas.

San Francisco nos robó el corazón

Al final, y por desgracia, montamos en bus por última vez. Llegamos a San Francisco, y creo que ese sitio nos enamoró a todos. Es una ciudad muy grande, pero no daba esa sensación de gente por todas partes que da Nueva York. Es una ciudad colorida y llena de diversidad. Fuimos a Pier 39, comimos en Bubba Gump, compramos en el Hard Rock Café y fuimos en ferri a la Isla de Alcatraz. Fue muy interesante ver las celdas y oír la historia de la cárcel. El audio que íbamos escuchando mencionó que los reclusos podían incluso oír el escándalo de la ciudad cuando había alguna fiesta.

¡Llegamos a California!

Volviendo a tierra firme, ¡comimos chili (o lo que fuera) en un cuenco hecho de pan! Como amante del pan, os confirmo que estaba buenísimo. Después montamos en el funicular, que nos dejó en la Plaza Unión, lugar en el que mis amigos y yo estuvimos buscando dónde comer. Al final comimos comida china en Panda Express. Hasta nos dieron una galleta de la suerte, ¿no es guay? Bueno, no es que fuera lo más americano del mundo, pero era la primera vez que iba a Panda Express.

Lo último que hicimos fue cruzar el Golden Gate, hacernos una foto de grupo y volver al hotel, donde celebramos una pequeña fiesta de despedida. Pusimos música, bailamos y nos firmamos las banderas con notas de despedida.

¡Llegamos a California!

En resumen, esto es lo que hicimos los otros alumnos de intercambio y yo:

(En Los Ángeles)

  • Pasamos un día en Universal Studios;
  • Pasamos un día en Disneyland;
  • Fuimos al museo de cera;
  • Pisamos el Paseo de la Fama;
  • Vimos el letrero de Hollywood;
  • Fingimos ser famosos en Beverly Hills;
  • Nadamos en Huntington Beach.

(En San Francisco)

  • Montamos en funicular;
  • Fuimos a Pier 39 y vimos leones marinos;
  • Visitamos la isla de Alcatraz;
  • Vimos las Damas Pintadas;
  • Paseamos por Lombard Street;
  • Cruzamos el puente Golden Gate;
  • Cenamos en Chinatown.

Objetivos de mi futuro viaje a California

Si alguna vez vuelvo a California, cosa que seguro que haré, tengo que ir a Central Perk en Burbank porque soy muy fan de la serie Friends (no me creo que nos nos llevaran, ¡qué mal! ). Ya que estoy en Burbank, tendré que ir a los Estudios de Warner Bros, claro. También me gustaría subir al letrero de Hollywood, no solo mirarlo de lejos como hicimos. Hablando de playas, me llaman la atención Malibú, Santa Mónica y Long Beach. Y entre los parques nacionales, me gustaría visitar el Valle de la Muerte y Punta Reyes (voy a parar aquí porque si no voy a acabar nombrando todos los parques de California). Por último, creo que voy a poner San Diego en la lista porque es un sitio que no me puedo perder.

- Cris


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