¿Tienes claro tu destino? Los mejores chollos en alojamientos son los primeros en volar, ¿dejarás que se te adelanten?

¡Quiero buscar casa YA!

No demasiado mal en Londres.


Hoy el sol salió a saludar a toda la ciudad y hace un tiempo agradable, pero todo el mundo sabe que normalmente esto no es así. Me encuentro tirado sobre la hierba recién cortada cerca de "Round Pond". Los niños juegan alegremente con su cometa detrás de mi y unos pocos turistas lanzan un frisbee y se paran de vez en cuando para tomar un sorbo de cerveza. El sonido de esta gente es silenciado por unos pocos patos que presumen de su habilidad cantando cuando me empiezo a quedar dormido. De repente, se nubla y empieza a llover rápidamente, perros y gatos me obligan a levantarme. Me apresuro por el lado del palacio de Kensington, educadamente saludo a la estatua de la reina Victoria y ahora corro a máxima velocidad. Por suerte, cuando llego al paso de cebra en la calle Bayswater, un taxi negro se para en el semáforo en rojo y no tengo que esperar para entrar en Queensway. Claramente, no estaba preparado para esto, pero debería haber estado. Después de todo, ¡esto es Londres!

Hace bastante calor dentro de la estación como debería si hay alguna posibilidad de secarse. El aplaudir de las barreras que se abren y se cierran me hace sentir como si ya estuviese en el tren. Corro para coger el ascensor para bajar mientras me esfuerzo para no perder mi tarjeta Oyster. El ascensor esta llenísimo de gente, aunque todo el mundo esta cómodo, casi como si no fuésemos extraños. Las puertas se abren y una voz agradable nos dice que el tren está llegando y así un hombre se tropieza conmigo mientras acelera su paso. No desaparece, aún así, sin decir "¡Lo siento, amigo!" a lo cual yo obviamente respondo "¡No te preocupes!". Dentro del tren, encuentro uno de mis sitios favoritos. Yo siempre trato de sentarme estratégicamente en los dos sitios del medio, donde hay un poco más de espacio para las piernas. "Esta es la línea central a Hainault por el parque de Newburry... pfff, ¡cuidado con el cierre de puertas, cuidado con el cierre de puertas!". En la calle de Tottenham Court, me salgo para cambiarme a la línea Norte. Hay demasiada gente en el túnel interminable que conecta las plataformas, pero nadie está furioso al respecto. Es común decir que a los Londinenses les gusta quejarse, pero yo solo veo sonrisas y animadas conversaciones. Un anciano agradable trajeado toca la banda sonora de Titanic en el arpa y llena la estación con un tono de prestigio. Yo solo estoy caminando, pero me siento como si diera pequeños saltos de niño a cada paso que doy.

Salgo en Charing Cross y me alegro al ver que está soleado de nuevo. A medida que subo las escaleras, me encuentro en Trafalgar Square. ¿Hay algo más icónico que Trafalgar Square? Está lleno de gente, como normalmente, con un montón de artistas callejeros entreteniendo a la multitud en frente de la Galería Nacional. Los que no están convencidos por los artistas se sientan de forma casual en las escaleras simplemente contemplando las vistas. Oh sí, están contemplando el Big Ben que se encuentra tranquilamente en el horizonte apuntando a la bandera de Reino Unido en la parte superior que está acariciando suavemente el cielo. Me dirijo al Támesis y cruzo el puente para confirmar que hay la larga cola habitual para entrar en el London Eye. He caminado numerosas veces por el Támesis sabiendo, sin embargo; es imposible ignorar lo honorado que me siento cada vez que lo hago. Después de cruzar el puente de Westminster y pasar el Big Ben, Westminster Abbey, el parque de St. James y el Palacio de Buckingham me empiezo a sentir un poco cansado. En cualquier otro lugar en el mundo daría por finalizado el día y me iría a dormir antes, pero no aquí. No hay peor decisión que ponerle fin a la jornada en Londres. Así que, voy al 'Wheterspoon' más cercano y pido un filete y una tarta de riñones con puré de patatas y salsa y me pregunto si debo ir a Shoreditch o al Soho por la noche, si no voy a los dos.

Al final del día, me tumbo en cama mientras mi cerebro procesa y guarda los recuerdos de hoy correctamente. Fue un día bastante memorable. Mañana probablemente sea parecido. Y todos los días posteriores. No hay nada no puedas hacer en esta ciudad y te puedes pasar aquí toda la vida con la certeza de que nunca te quedaras sin cosas que a hacer o sitios que explorar. Londres es la materialización de una vida bien vivida y es muy cierto decir que "Si estás cansado de Londres, estás cansado de la vida".


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