No te desmotives si te sientes solo las primeras semanas

La experiencia erasmus es única: conoces nuevos amigos que te harán crecer personalmente, te relacionas con personas de diferentes culturas, viajas por el mundo, aprendes nuevos idiomas, dejas una pizca de tu vida en un lugar recóndito del mundo... y vuelves a casa renovado.

Sin embargo, a muchos, las primeras semanas en un nuevo país se les puede hacer cuesta arriba. Si no has conocido a nadie, si no tienes un grupo con el que salir, si el vivir lejos de los tuyos te queda grade... seguro que a más de uno os ha pasado, ¿verdad? Desde mi experiencia quiero enseñaros que no debéis caer en la desmotivación a las primeras de cambio. Las cosas siguen su curso y al final será una de las mejores vivencias que contaréis a vuestros hijos.

Un comienzo lleno de frustración y falta de motivación

Siempre he sido una persona tímida, me cuesta relacionarme con los demás. Al llegar a Londres, a pesar de mi "decente" nivel de inglés, sentía que no estaba a la altura porque no era capaz de seguir las conversaciones con fluidez, lo que me llevaba a participar menos en las primeras conexiones del grupo. Y es que estas conversaciones son las que determinan con quién te juntas y con quién no. Por eso, mis primeras semanas como erasmus fueron un infierno literal. Tampoco entendía bien las clases en inglés (si de por sí la física y las matemáticas ya son complicadas... )

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Es decir, no estaba nada motivado, quería volverme a casa, con mi familia, mis seres queridos de toda la vida, y así acabaría esta pesadilla... Pero si algo me caracteriza es mi perseverancia. Menos mal que no tomé esa absurda decisión.

Recordando por qué estaba allí

Antes de comprarme los billetes de vuelta, pensé qué me había traído hasta la ciudad londinense. Mi amor por la ciencia, las ganas de conocer el mundo, nuevas costumbres, personas que me llenen a pesar de mi inicial introversión...

Dicho lo cual, hice uno de los mayores esfuerzos de mi vida en relacionarme con los demás, incluso contaba cuál era mi problema y entendieron por qué había sido tan soso. Desde entonces, las cosas fueron a mejor, he encontrado prácticas aquí y espero aguantar muchos años más.

¿Por qué te cuento todo esto?

Mis decisiones no son aleatorias. Si decido quedarme, a pesar de la soledad, muchas reflexiones han pasado por mi cabeza antes de comprometerme conmigo mismo. Uno de mis fuertes es mi insistencia por conseguir todo lo que me propongo. En el fondo deseaba relacionarme más, conectar con mis compañeros y vivir momentos inolvidables.

Por mis pensamientos pasan personas que han logrado objetivos perseverando, superando todas las adversidades hasta plantarse en la cima del éxito. Yo soy más modesto, pero aprovecho su sabiduría y gracias a esta página y otras tantas, sus frases cargadas de experiencia y conocimiento me ayudan a seguir adelante. Cada uno se motiva como quiere, yo lo hago de esta manera.

También sigo con asiduidad charlas de TED, puesto que evocan mensajes de aliento, esperanza y ánimo para la sociedad. Desde grandes empresarios como Bill Gates o Mark Zuckerberg, hasta pequeños estudiantes como Logan Laplante han conmovido al mundo reflexionando con nuevas ideas para convertirlo en un lugar mejor para todos.

Puede sonar friki, pero a mí me ha servido. Si tú también tienes dificultades, te aconsejo que busques aquello que te motiva para no abandonar el camino que escogiste. Seguro que por alguna razón así fue.